The Wild Project: The Wild Project #237 ft Arturo Pérez-Reverte | La decadencia de Europa, Lo que la guerra le enseñó

Jordi Wild Jordi Wild 10/26/23 - Episode Page - 3h 2m - PDF Transcript

Hoy, en The Wild Project, regresa Arturo Pérez Reverte.

Sé que os morís de ganas de volver a verlo

y a escuchar lo causó verdadero impacto en su primera visita.

Para mí es un auténtico honor, orgullo tener

a uno de mis escritores favoritos,

alguien que ha vivido muchísimo.

Hoy repasaremos su vida.

Veremos algunas fotos, estoy seguro que varias de ellas

inéditas de su trayectoria como corresponsal,

algunas absolutamente increíbles.

Para bien y para mal.

También hablaremos de su última novela

de la escritura, de la literatura,

temas de actualidad.

Bueno, ya sabéis que aquí siempre charlas son intensas y largas.

Pero antes de ir al medio yo de la cuestión,

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Y ahora sí, comienza The Wild Project con Arturo Pérez Reverte.

The Wild Project.

Día importantísimo.

Tenemos el regreso de alguien muy querido aquí.

Yo creo que la primera charla fue de las más habladas,

de las más comentadas y de las que más han gustado.

Porque por muchos temas, yo creo que también se rompió un poco

el estigma del personaje, de Twitter, de la polémica

y conocimos a una persona maravillosa que ha vivido muchísimo,

que yo creo que hoy, con la serie de imágenes,

historias que veremos, aún conoceremos más de su trayectoria.

Y la presentación es corta, porque tenemos aquí Arturo Pérez Reverte.

¿Qué tal, Arturo?

Muchas gracias por recibirme otra vez, muchas gracias.

Trayas tu segunda casa, ¿eh?

Aquí te abro yo, que necesitas sal, yo te la doy.

Lo que te haga falta. ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo?

Bien, bien.

Contento de ver tú otra vez.

Un añito y pico hace, ¿no? De que más o menos, ¿no?

Creo que sí, si año y medio fuese.

El mundo ha cambiado, a mejor o a peor, está igual.

El mundo siempre estuvo mal, pero últimamente está más de moda

lo mal que está el mundo.

Sí, hay más noticias y más de cerquita cada vez, ¿no?

Hablaremos de ello también, ¿eh?

De cómo está.

Vienes con nueva novela, el programa final,

que también hablaremos, que me ha gustado mucho.

Una cosa que dije el otro día cuando vine,

es que me estoy reaficionando la lectura,

que es una cosa que yo adoraba y le había perdido la afición

por el podcast, porque cuando me traen libros y tal,

volver a lérmelo, se ha sido como recuperar a un viejo amigo.

Y esta novela me ha gustado mucho,

porque además me recuerda un tipo de novelas

que yo leía muchísimo cuando era adolescente,

de los asesinatos, de Agatha Christie, ese rollo, ¿no?

Yo también, yo lo leía cuando era adolescente,

cuando era jovencito.

Era el género.

Ha sido un regreso a ese tipo de libros, precisamente.

Se nota que lo decíamos antes, fuera de camaras,

que es juguetón, te lo ha pasado bien.

Es que es un juego, es que realmente es un juego.

Es como, o sea, yo cuando era pequeño,

yo veía una película o leía una novela de aventura

y me ponía a jugar a eso, me disfrazaba de pirata,

de corsario, lo que había visto de Arponero,

o lo que era astronauta, de soldado o de Indio Comanche.

Entonces, jugar, ¿no?

Y entonces, disfrazarse ese sentido del juego,

lo conservo todavía, los 72 años que cumplo el mes que viene.

Entonces, para mí escribir una novela es como disfrazarme,

es como seguir jugando, es jugar.

Es una novela como el que se interna un solto en territorio enemigo,

¿no? Te entras ahí y te camuflas, te pones, te pones,

te adientas, y entonces esa capacidad de seguir jugando,

de mantener el aspecto lúdico de la vida,

de disfrazarte a ser cada cosa,

y ahora esta novela es jugada a ser detective.

Claro.

Pero esta novela más he intentado que el lector juegue conmigo.

Dicen, no, vamos a...

Además, es una cosa curiosa, porque el lector de ahora

no es el que leí estas novelas policiales,

novela enigma, novela problema, no, novela, no lo verán negras,

novela enigma, de los años 20 o 30 del siglo pasado.

Porque ahí era un lector ingenuo, el de ahora ha visto mucho cine,

puso televisión, ha leído mucho, ¿qué ha leído?

Entonces, ya tiene, digamos, una malicia que no tenía,

que ya no está ni engenuo.

Entonces, pero claro, el juego es, yo sabiendo que tú sabes,

voy a hacer trampas con lo que sabes,

y tú vas a darte cuenta de que te ha crecido no trampas con eso,

y vas a disfrutar con la estrategia perversa

de la que eres objeto y víctima.

Es decir, una especie de complicidad de juego

entre el lector y el autor,

llevando el juego...

¡Ay, se traería cómo jugar al lector y te ha gato al cluedo!

Claro.

Y esa era la idea.

Entonces, como lo he pasado, jugando conmigo

y jugando con el lector muy bien.

Se nota, se nota, se nota mucha de las referencias también.

Es muy homenaje, ¿no?

El propio personaje, que es un actor en decadencia,

que interpretabas en los homes,

también se va a supongar en el actor real.

En base a Radbom, que para mí...

¿Casi se llaman igual?

Claro, para mí el actor...

Hay muchos actores que han hecho muy bien de ser los homes.

Por ejemplo, Benedict Cumberbump, el que hizo la serie Sherlock,

es buenísimo.

Pero para mí la imagen...

Además, yo tengo cuenta de que yo iba al cine

en los años 50... Yo no conocía la televisión todavía.

Yo lo conocí con 12 años.

Yo vi las películas...

Yo lo explicó como las películas duraban mucho tiempo en cartel.

Tú ibas al cine y veías películas viejas.

Yo vi a los hermanos Mars en el cine y a Charlotte en el cine.

Entonces, claro...

Claro, tenía muchos años, pero se repetían en programas dobles.

Entonces, claro, las de esos homes estaban allí.

Yo las vi todas en el cine.

Y para mí la imagen de Sherlock Holmes,

Basel Radbom y Watson, todo ese mundo estaba en mi cabeza.

Y lo he tenido toda la vida, he sido el lector de sus libros,

pero ahora, dijo un diablo, ¿sabes por qué?

Porque ahora hay una especie de boom de novela negra,

novela de asesinatos, novela de...

El negro, ese nórdico de muchas asesinatos en serie y demás, ¿no?

Dije, yo, es posible que un lector de ahora,

un lector moderno, actual, joven o mayor,

disfrute con las novelas de la manera de antes,

sería posible rescatar ese tipo de novela canónica

de crimen elegante, de resolución intelectual,

personas hablando, no sangre, sino...

Evitación cerrada, ¿no? Claro, ese tipo...

No era problema, crimen imposible.

¿Será posible hoy que eso fuese un tiro para un pulgador?

Y me puse... Una novela siempre es un desafío.

Y bueno, me puse ello y bueno, ya está el resultado.

Yo creo que está volviendo un poquito el formato ese de novela,

de crimen imposible, en una habitación cerrada.

Hay series que están haciendo eso,

llevándolo un poco con la comedia.

Hay un par de series, no recuerdo cómo se llaman.

Creo que estaban una en Apple TV, la otra en HBO o algo así.

Es eso mismo, ¿no?

Asesinato, grupo de gente que se conoce,

uno de ellos es el asesino, ¿quién va a ser?

Es que sé que pasa que se abusa tanto...

Es muy interesante lo que ocurre.

La novela policial primera es la novela problema,

la novela enigma de este tipo.

Pero todo el mundo va a escribir esta novela,

con lo cual se satura y la gente se aburre.

Entonces, empiezan a escribir la novela negra,

la novela detective, que ya es el asesino,

es más simpático veces que el detective,

policías corruptos, la novela clásica,

James, Chandler, Simeone, etcétera.

El gran sueño, ¿no? Como novela y canónica de eso.

Eso también se satura de eso.

Entonces, la gente empieza a escribir novela despía.

Entonces, sobre todo, la novela despía.

Los años 60, la novela despía, también se satura.

Entonces, van cambiando la novela.

Entonces, ahora, la moda de la novela,

de la novela negra, digamos, de actual,

esa de crimen esa tal, como digo,

el policial nórdico, que digo yo, ¿no?

También la gente se ha aburrido, hay mucha.

Entonces, digamos, se están volviendo otra vez a las...

Así que celebro encontrarme en la...

Yo empiezé a escribir esta novela hace dos años y aún no ocurría,

pero había otros que estaban, como yo, pensando lo mismo,

y su vocera estamos dándole una nueva vuelta de tuerca,

una nueva manera de enfocar,

de recuperar aquellas viejas maneras de contar historias policiales.

No se puede decir mucho, porque creo que este tipo de novelas

es muy bueno que no te cuenten mucho más allá de que hay un crimen.

Eso es.

Que parece que es imposible

y el protagonista intenta resolverlo

y que todo el mundo puede ser el asesino, ¿no?

Digamos que es novela clásica.

Canónica, canónica.

Canónica, ¿eh?

Que ha sido lo más difícil para ti de esta novela.

El hecho de intentar, como decías antes,

llevar este duelo intelectual con el lector

y conseguir sorprenderle.

El problema de estas novelas es que tienes que ir con el lector,

si el lector se te adelanta, pierdes,

porque llegue antes que tú al final.

Si se queda retrasado, se siente y lo trates como un estúpido.

Entonces, tienes que mantenerlo todo el rato.

Entonces, dándole pí...

O sea, tienes que ser honrado, pero tramposo, ¿no?

Claro, tienes que decirle... Hay una trampita, ¿eh?

Tienes que decirle, mira, que crea que esto es así,

y es la verdad, pero se la está disimulando con esto.

Es, como dice, un momento del personaje,

ensordecerlo mientras mira y cegarlo mientras oye.

Entonces, ese... Pero claro, ahí tenemos dos tipos de lector.

El lector ingenuo normal, que dice que hay una trama,

policial, enigma, pero después está el lector cualificado,

que sabe que estamos jugando.

Entonces, ese disfruta más toda la vida, por claro.

Ese conoce al libro, ve los guiños, ve las referencias,

dice, aquí cabrón, aquí me quieres pillar, aquí tal, aquí no.

Entonces, esa especie de duelo de ejpertidad,

que eres autor-lector, es lo que yo quería.

Entonces, lo difícil ha sido que todo eso ensambla.

Alguna nueva de este tipo, si al final decepcionas, la se estropea.

El final tiene que estar a la altura del enigma,

no puede estar por debajo nunca, nunca.

Y, entonces, conseguir que todo encajase,

que no hubiese cabos sueltos, que todo...

Entonces, que... Yo no soy uno de la policía,

yo soy un lector normal, de infantería.

Entonces, que pasen, me fui a los que saben,

me empapé, lo cual ha sido un placer adicional.

Volver a releer, ¿no?

Bueno, todo, todo, no te quiero aburrir.

Todos clásicos, todo, todo.

Entonces, y más, pero, perdón, tomando nota, a ver...

Este truco me vale.

¡Muntando!

Esto he saqueado, he depredado de una manera,

sin ningún escúrpulo, a los grandes de la policía,

yo me he quedado con todos sus trucos.

Después los he transformado con lo que he podido hacer,

con el talento que puedo tener como novelista.

Pero el truquito está ahí.

Pero, bueno, pero el material, no es, es material de otros, ¿no?

Imagínate, un barman, que soy yo,

que él no ha fabricado los licores,

pero él coge los licores y los mete y hace así,

y hace el cóctel.

Bueno, digo, yo soy el barman que he hecho el cóctel

con ingredientes que hacen otros, evidentemente, ¿no?

Pero que lo que me entera es que funciona el cóctel.

Y ahí está, bueno, tú lo has leído, tú sabes si funciona, ¿no?

Sí, funciona.

Además, creo que soy un muy lector de eso,

porque soy un lector clásico, me gusta la novela clásica de Misterio.

Pero sabes una cosa, la mandé a editorial sin el último capítulo.

Claro, yo quería saber si funcionaba.

Ah, y le preguntaste que...

Claro, yo necesitaba saber que funcionaba,

yo no lo sabía, lo había leído yo nada más.

Bueno, supongo que sí, pero quiero saberlo.

Entonces, la mandé sin el último capítulo.

La mandé a editorial, a ver si sabéis quién es el asesino.

Y realmente nadie lo supo.

No, no, no, no, es que...

Claro, no quiero decir mucho, pero...

Y hay gente muy brillante, la editorial,

hay editores y editoras, sobre todo hay una mujer

que le dedico a Carolina Rollo, que es una mente brillantísima,

y nadie lo adivinó.

Entonces, lo he conseguido, lo he engañado lo suficiente,

he trampeado lo suficiente, y bueno, ahí va el último...

¡Ah, cabrón!

Y a la cosa, ahí está, ahí está.

Eso es lo guapo, ¿no?

Porque yo creo que en este tipo de novelas,

una de las cosas guais también es,

si estás leyéndolo con más gente, el debate.

Yo creo que es este, y luego...

Porque es lo que decía, esto es un juego,

pero también es un juego para lector,

porque el lector juega a ser detective.

Yo siempre lo hago, yo me hago mis pesquisas, ¿eh?

Digo, no, no, no, este no puede ser,

porque en el primer capítulo, no sé qué,

y luego siempre te equivocas.

Tienes que, en la novela, en la novela,

debes darle todo al lector, si a la lector segunda vez.

¿Eh?

Se da cuenta de que todo estaba ahí,

y lo que pasa es que el arte del novelista que lo tiene,

el que cada uno tiene el suyo,

es conseguir que eso que está ahí quede...

En el momento que crees que lo va a ver,

pegarlo con otra cosa para irlo engañando todo el tiempo.

Poco de mago, ¿eh?

No, no, no, sí, sí, es...

Mira aquí la cartita, pero todas.

Exacto, es un poco este prestigitador.

Sí, sí, sí.

Sí, eso es exactamente, ¿no?

Claro, eso es muy divertido.

Claro.

Y eso no es improvisa, pasa muchas horas,

pasa años y medio, dándole vuelta hasta la ver aquí,

cuando el lector llegue aquí,

una vez lo aprendí,

una vez estaba en El Salvador con la guerrilla,

y van a hacer una emboscada,

y entonces yo estaba allí con él,

están montando los guerrilleros,

montando los muchachos, van a ver ellos,

y entonces dijo, bueno, cuando llegue el camión,

disparemos aquí, y entonces la gente irá a aquella cuneta

donde vas a poner minas,

y los supervientes iban allí,

donde vamos a esperar con la metralladora, ¿eh?

Entonces me contó, y después ocurrió exactamente así.

Pues una novela es un poco eso,

esta novela es planificarla emboscada

para cuando el lector vaya a la cuneta,

huya por allí y tal, y estarlo esperando.

Y eso ha sido difícil, es duro,

lleva mucho trabajo, pero es un placer enorme,

he disfrutado una barbaridad.

Es poco volajedrez, ¿no?

Tenés que los dos estáis cada uno, el lector y el escritor,

planeando tres movimientos adelantados.

Exacto, exacto, y el lector, que se da cuenta,

dice, cabrón, y estás jugando,

entonces esa complice, esos guiños, esos codazos cómplices,

es el placer.

Esta novela es una novela que está hecha para él la de esa manera,

jugando, vamos a jugar a la herencia de tía,

que te hemos hecho al cluedo, y vamos a jugar a eso.

Como en las viejas historias policiales,

aquellas viejas nobles donde todavía no era como ahora

que todo es mucho más confuso.

Y bueno, y esa es la historia, lo paso muy bien.

Ya estoy con otra.

Se nota, ya estás, ya, ya, ya, ya, ya.

Pasa página, no.

No, recomiendas, es un libro que se lee muy sencillo,

es que realmente es muy entretenido,

es muy fácil de entrar en él, es muy directo,

ya empieza, ya te presenta directamente el escenario,

y a partir de aquí se va desarrollando con los personajes,

que son graciosos, algunos...

Este queito, según la regla, la nueva policía,

el grupo puede salterarla, no puede una nueva policía,

de 500 páginas, tiene que tener reglas de extensión, de diálogo,

hay un tipo de escritura que te obliga a hacerlo

si quieres hacerlo de una forma que no lo diga.

Entonces, claro, eso fue lo que más trabajo me costó,

ajustarme a los cánones clásicos de la relación policial clásica.

Eso es la parte más difícil.

Pero bueno, ahí está.

Cuando escribes una novela, que eso lo has dicho algo

que me parece curioso,

¿se la enseñas antes de mandarla incluso a la editora?

¿Alguien? ¿Tienes alguien de confianza? ¿A nadie?

No, no.

En este caso, ha sido hecho lo del capítulo,

porque necesitabas un poquito de feedback, ¿no?

De tal, pero normalmente nadie la ve.

No.

¿No tienes nadie de confianza que te vaya...?

No.

Porque, ¿sabes qué pasa?

Quien te quiere, yo siempre doy el consejo a los escritores

que nunca enseñen la novela a gente que los quiera,

pues nunca le van a decir la verdad.

Nunca.

Y cuando dices la verdad, te molesta, además,

pierdes amistades, entonces lo mejor es...

No, no, porque nunca te van a decir...

Quien te quiere, no le va a decir la verdad justamente,

por no herirte, sino es buena, ¿no?

Y entonces, nunca sabes si te lo dice porque es buena,

o sabes por qué, o te lo dice por quedar bien contigo.

Entonces, lo mejor es...

El mejor contraste es haber leído mucho.

O sea, tener una buena biblioteca mental,

haber leído lo suficiente para saber identificar,

esto, o sea, Gata Christie, Conan Doyle, Conrad, Dostoyevsky,

Galdós, ¿cómo lo verían ellos?

Comparar con lo que has leído.

Por eso es tan triste cuando hay escritores jóvenes

y no tan jóvenes que confiesan o lo notas

que no han leído lo suficiente.

Y de, bueno, ¿cómo te atreves? ¿Cómo te atreves?

No es porque por leer sea superior,

pero es que leer te da herramientas.

Es que cuando tomas has leído,

cuando tomas novela policial has leído,

cuando tomas novela psicológica, lo que sea.

Entonces, tienes más herramientas

para poder contar tu historia.

Hay gente que cree que ha descubierto literatura

que estaba escrita ya desde Homero.

Y eso es lo...

A veces es un poco triste darte cuenta de que la falta de lecturas

a veces está lastrando la carrera de escritores

que sean brillantes y serían buenos escritores,

que tuviesen esa ambición de haber de llenarse de literatura.

Hay tres, tres, tres...

A unos escritores que escriben español,

que en nuestro ámbito, de nuestra cultura occidenta o europea,

hay tres bases fundamentales.

Los clásicos y los latinos, porque de ahí venimos.

En el teatro de los latinos está todo ahí, todo está ahí.

Después, los clásicos del siglo de los españoles,

quevedo, sobre todo quevedo,

Cervantes, Calderón, porque ahí se forje el lenguaje,

ahí tienes herramientas, tienes recursos, tienes palabras,

puedes incluso crear neologismos,

te da la osadía de poder crear palabras nuevas tú mismo.

Y después está la gran novela de final del XIX y principios del XX,

donde se fraguan las estructuras narrativas modernas.

Si no conoces, aunque sea de una manera básica,

esos tres pilares es muy difícil de su novela,

verdaderamente solvente.

Pero bueno, yo por eso siempre recomiendo esos tres territorios lectores.

Y después de eso, y con vida personal, con ideas tal,

pues escribes la novela y a ver qué pasa.

Pero ya hay un poco el talento que también surgió de cada uno,

pero la base tiene que estar.

El talento, sin la base, no vale para nada,

no vale para nada, solo que seas un genio rarísimo,

pero igual que la base, sin talento, no vale para nada.

Pero si tienes talento y tienes la base,

tienes la posibilidad de hacer algo realmente bien importante, decente.

Pero es un debate que se dice mucho el tema del talento y el esfuerzo,

que hay como qué es más importante.

En hacer con un talento,

existen incluso algunos que dicen que ni existe el talento,

o todo es ensayo y error y aprender.

¿Tú para dónde tirarías?

Ensayo, error.

El talento como tal, ¿tú crees que no existe?

El talento existe.

Hay gente que nunca será uno de sus novelistas,

aunque les encante.

Yo conozco y es triste, tengo amigos y conozco gente

que les encantaría ser novelistas, escritores, ¿no?

Pero no pueden, porque no tienen, digamos...

A lo mejor, sobre todo, para la música o para el hockey,

sobre patines, yo que sé, o para el ajedrez,

pero no son novelistas, no tienen la mirada,

no tienen la conformación mental

que cada oficio exige de que lo practica.

Entonces, bueno, pues hay gente que no tiene el talento

para ser escritor, bueno, es así, ¿no?

Pero si tienes talento para escritor,

evidentemente, si lo cultivas con el conocimiento.

Y también la experiencia, porque uno es escritor,

es un hombre que mira,

el escritor es el escritor metido en su torre marfil,

eso no es algo que sea su monteño, sea su ingenio,

no funciona.

El escritor tiene que estar mirando la vida, cazando.

Yo tengo 72 años

y todavía hoy en las redes sociales, en la calle,

voy, me siento con la humildad, pues ese es el más chulo del mundo.

Pero no, pero ahí no se llama humildad profesional,

así aprendes, ¿no?

Entonces, claro, te sientas, miras, no anotas,

quieres aprender todos los demás de lo que dicen,

de lo que no dicen, interpretar,

eso es lo que hace la mirada con escritor.

Entonces, un escritor es su mirada,

si no tienes mirada propia,

si no tienes una mirada forjada por tus lecturas,

tu imaginación y tu vida,

no vales para nada como escritor.

Eres un fraude, eres un blau,

a lo mejor tienes suerte y pronto hay un día que vea,

un pelotazo, pero esa persona

no se va a sostener nunca como escritor en su vida.

¿Eres mejor escritor ahora que hace 15 años?

No, o sea, esquivo peor,

pero soy mejor escritor.

¿Y eso?

Por cuanto, yo tenía, hace 30 años que empecé a escribir,

yo tenía la osadía del que empieza, ¿no?

Estaba todo fresco, todo por hacer, era todo...

La creatividad loca, ¿no?

Era todo, era un mundo, era un mundo a desarrollar, ¿no?

Eran personajes en mi cabeza a materializarlos, ¿no?

Tenía ese impulso creativo

del que empieza una aventura fascinante y maravillosa.

Ahora he ganado, evidentemente,

he ganado con los años, experiencia,

esta novela nunca lo podría haber hecho bien hecha,

hace que no tenía la experiencia suficiente,

u otras novelas, ¿no?

Ahora tengo esa experiencia,

tengo, digamos, los recursos narrativos de un profesional,

llevo 35 años con esto,

pero creo que he perdido parte de esa frescura,

de ese impulso, de ese arrojo inicial que tenía cuando empecé.

Es una relación amorosa, ¿no?

Sí, sí, sí.

Que se pierde el ímpetu...

Así es, así es.

Y queda el coñado.

No, no, no, ganar aguante, ¿no?

No, ganas otras cosas, no, yo soy un escritor muy feliz.

De hecho, ahora soy más feliz como escritor,

porque estoy en el final, ¿no?

Entonces, miro para atrás y veo que he hecho lo que quería hacer,

he escrito lo que quería escribir,

aunque hay algunas que todavía les tengo en la cabeza

y me gusten escribirles ante determinadas.

Bueno, espero que quede mucho, que no se sabe,

pero puede pasar con todo el mundo.

A la vuelta, el coche salta a la mediana o a un semáforo,

lo que le da...

Saliendo de One Project, ¿eh?

Nunca se sabe.

Nunca se sabe, nunca se sabe.

Pero que decir que, bueno, que ya no sé qué decir.

No, que tú miras atrás y que hay cosas que aún querrías escribir.

Pero que decir, yo he tenido mucha suerte en la vida,

lo tuve como reportero, lo tengo como novelista,

no me puedo quejar en absoluto todo lo contrario,

yo me muy agradecido a los lectores,

sobre todo, que me permiten seguir escribiendo novelas, ¿no?

Pero realmente...

Tengo, digamos, la nostalgia melancólica del escritor

que fui cuando tenía muchas novelas por contar, ¿no?

Claro.

Cuando no sabía todavía qué iba a ser.

Cuando también, en verdad,

cuando no tenía tantos lectores, ¿no?

Pues, claro, cuando no tenía lectores,

no estaba condicionado, llorase, llorase con esta novela,

así que va a leerme un chino, un croata, un ruso,

un colombiano, un polaco, un hebreo.

Entonces, claro, no puedo evitar...

Aunque el lector no te condiciona demasiado,

pero prefiero no puedo evitar que mi novia se lo bastante ahorita

para que todos ellos puedan asumirla, puedan encajarla.

Entonces, claro, eso también me condiciona,

me hace renunciar a ciertas cosas, me hace adoptar otra,

en fin, no soy tan libre como escritor en ese sentido.

Quiero decir cómo lo era hace 35 años.

¿Notas la presión del éxito,

la presión de la masa, de la gente que te sigue

y que va a analizar y re que te analizar?

Sí, hay presión, lo que pasa es que a mi edad y en mi situación,

no digo que me sea indiferente, a nadie le gusta,

a todos me prefieren que lo elogien,

y a nadie le gusta que lo critiquen, evidentemente, ¿no?

Pero quiero decir que ya no es importante, no cambia mi vida.

O sea, una novela mía no va a fracasar o a triunfar,

porque en Twitter tal, un critico diga esto,

o los otros, mil lectores me conocen ya.

La ventaja de estar decidiendo escribir novelas

y que todas, más o menos, hayan mantenido

una cobertura internacional similar,

es que los lectores te conocen.

Entonces, a lo mejor, tú puedes equivocarte una novela,

puede ser mejor o peor, pero le estoy diciendo,

bueno, es reverte, igual a ver la siguiente.

Claro. Te leen, igual que yo leía,

yo le carrero aunque fuera bueno o malo,

en su momento leía a quien fuera, ¿no?

O a Juan Marceo, aquí en fuera.

Entonces, esa seguridad que te da el saber que eres leído

y que los lectores te conocen lo bastante bien,

que no depende de lo que diga mañana, no sé...

Sí, que tu carrera no es tan juego. Exacto.

Eso te da una tranquilidad enorme, claro.

Claro, es la parte mala que será la presión,

pero la parte buena es que tú, al final, tú escribes por pasión,

pero tú no tendrías que escribir si quisieras, ¿no?

No, no escribo pasión, no.

No, ¿sabes por qué escribo?

Porque escribir es... escribir es seguir jugando,

lo he dicho antes. Ese niño, ¿no?

Mantenerte vivo, ¿no?

O sea, yo creo que mientras...

O sea, una novela me obliga a leer cosas que no había leído,

o a reler cosas que ya había leído, me obliga a imaginar,

me obliga a chorar, no puedo ligarme a una chica de 20 años.

No puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo.

No puedo, no puedo, ni quiero, ni quiero.

Ah, eso es todo tema, amigas, ¿estás?

No puedo, no puedo, no, pero escucha, no, pero una novela

me obliga, me obliga a seducir una chica de 20 años en mi novela.

Entonces tengo que hacer el esfuerzo intelectual

de ponerme en el personaje para enfocar eso, o a matar, o no sé.

Ya no puedo pegarme con un tipo de un par de apuñetazos,

pero mi novela, a lo mejor, lo va a hacer el personaje,

con lo cual tengo que poner, es decir,

yo que mantenerme alerta, vivo, atento,

para que todas esas cosas sean creibles en mi novela,

el sexo, la violencia, la melancolía, la soledad,

aunque no sean mías ahora, aunque ya no sean mías,

o no las habido nunca, pero me obliga.

Tuve una novela, es una obligación continua

a mantenerte vivo, es como en bicicletas y dejas de pedalear,

te caes, ¿no? Claro.

Yo, ese novelista me hace pedalear,

es una felicidad enorme, tener la cabeza.

Tengo 72 años, existo en la edad, pero no de una manera negativa,

sino que a esta edad, una cosa se llama...

La vejez no es la próstata, los hachaques, tal, es la pereza.

La vejez es que el mundo te empieza a ser indiferente,

y es normal, te vas alejando sin querer,

la vida te alejando de la vida normal.

Entonces, una novela me obliga a mantenerme atado al mundo,

me obliga a mantenerme vinculado, no me permite ser perezoso,

no me permite alejar, no me permite ser el viejo egoísta

que se encierra en sus libros, su tal, su memoria,

su recuerdo de la ultracebolla, me obliga a estar

todavia en la calle, a mirar,

así tengo que una chica de 20 años, aunque sé que no voy a seducirla,

pero quiero ver cómo se mueve ahora,

cómo se toca de una mano, cómo sonríe,

cómo hace así con la cabeza, un chico,

pues cómo hace tal cosa, un tipo violento, desagradable.

Entonces, esa continua vigilancia,

esa continua vigilia, ese estar todo el rato con un cazador,

echando coser al furrón.

Entonces, la novela tiene una utilidad práctica para mí enorme,

enorme, enorme, el día que deje de sentir eso,

de decir, pues, que sea viejo o al revés,

dejaré de escribir novelas, claro.

Seguís un poco siendo, como lo que decías,

el niño que se disfraza de personajes,

un día eres Falcoo. Hasta en Twitter me disfrato.

Hasta en Twitter tenés ya la disfraza definitiva.

Es el reddit, te taques. Pumba.

Eso también es un disfrazo. Claro.

Es un personaje. Me encanta jugar a los personajes.

Aunque luego te conlleve...

Pero que conlleva, no conlleva nada.

Que un...

Debe haber, te taques, farceta, macha...

A mí que más me da. Claro.

Si mi reto no me conocen, mis amigos me conocen.

Tú me conocen.

¿Qué más me da? No quiero citar a nadie.

No, pero es...

¿Qué más me da?

O que, si, a lo mejor, si una novela, esta novela,

la crítica ha sido toda metata muy bien, hace mucho tiempo, ¿no?

Pero que una crítica, uno dice... Siempre habrá esa novela.

¿Qué pasa? No pasa nada.

Es normal, es normal.

Es más, es más, te mantiene despierto.

Es como navegar, sabes que yo soy mal, hace mucho tiempo.

Te preguntaré luego. De ahí vengo de mar.

Bueno, entonces, navegar te mantiene despierto.

Navegar te obliga en el mar...

Yo navego todo el año, en verano.

Entonces, bueno, esa luz, esa racha, esa nube,

el barro metro que baja, te obliga a estar despierto.

¿Sabes que hay un enemigo que se llama Mar, que se llama Vida,

se llama Cosmo, se llama lo que sea,

que te está esperando a que te cometes un error?

Entonces, también, el vivir sabiendo que hay hostilidad,

a veces, gente que no le gusta, es que no le gusta,

por mis razones, ¿no? Con justicia es injusticia, ¿no?

A veces, con justicia, no le gusta, porque no le gusta,

porque no, no, no, por ahí, ¿no?

Pero saberlo, te hace competir menos errores,

te hace estar más lúcido, más atento.

No te agachas con el agua en la ducha, ¿comprendes?

No te agachas, te mantienes...

Erguido y vigilante. Y eso es muy importante.

Es como el sombrero, yo uso sombrero, uso sombrero.

En verano para amar y en invierno fiel, ¿por qué?

Porque lo que tenemos poco pelo o ninguno...

Es una formita, ¿no? El sol ya es muy malo para...

Pero aparte de eso, porque, o sea, mi padre y mi abuelo,

y hay un especie de homenaje personal a ellos.

Por otra cosa fundamental, y es lo importante,

el sombrero te obliga, el sombrero es una obligación.

Quitarte el sombrero ante una señora o a un señor mayor

o a alguien de respeto de un amigo, ¿no?

Cuando lo quitas, ¿sabes qué hacer con él? ¿Dónde lo pones?

Bajo la silla, como tenerlo en la mano.

Y después, yo, el sombrero lo llevo siempre un poco inclinado,

con un poquito de chulería, acceso a la feja.

No, pero es importante que me etapa un poco la vista,

que es como esas gorras de los militares.

Me obliga a mantener la cabeza de la guida.

Entonces, a mi edad, tendes a ir andando así,

entonces, un sombrero me obliga a elevar la cabeza y eso.

Fíjate qué tontería, pero no es una tontería,

una serie de cosas que hacen que sea una herramienta útil, ¿no?

Pues digo lo mismo, los enemigos, la hostilidad,

es saber que el mundo es un lugar hostil,

es un lugar peligroso donde hay amigos y enemigos,

y a veces los amigos no siempre son igualmente fiables, ¿no?

Entonces, te mantiene hervido, lucido, atento.

Y eso te hace permitir que te envejecer mejor

hasta que ya la vida diga, se acabó, hasta que llegaste,

para que se debe tanto.

La cuenta, ¿no?

Es así, es así, es asumirlo.

Fíjate que es algo muy interesante,

porque para muchas personas entrar en la época de la vejez

es entrar como en la muerte, esto no tiene por qué ser así.

Hoy en día con salud, que también es algo muy importante,

evidentemente, una persona de cierta edad

tiene una experiencia, tiene un conocimiento,

que a mí me da pena, a veces, cuando hay como una edad mínima

donde las personas valen y a partir de ahí ya son como despojos,

que bueno, que no molesten.

Yo lo veo con mis padres y que me cuentan historias

y con gente como tú que sigue activa, que quiere seguir activa.

Yo creo que es lo básico, ¿no?

Que tú mismo quieres seguir activo, por eso todas estas cosas,

el querer escribir, lo del sombrero, el querer mantenerte.

Pero parece que la vejez está como marcada en esta sociedad

nuestra tan dura y comparativa.

De eso vamos un poco a la otra vez,

me acuerdo que en este tema lo tocamos lateralmente.

Es verdad, al viejo, al abuelo, se le marginan.

Cuando realmente es de quien se aprende,

o sea, antiguamente los abuelos estaban en torno a la obera y estás ahí

y te contaba, tal, tal, tal, tal.

Lo hablamos aquí en este problema.

Y eso, entonces, es muy triste,

justamente cuando la gente tiene más sus palabras,

sus errores, sus domas también,

sus maldades que los abuelos no son bondados,

hay algunos, pero los hijos de puta,

como de joven, eso es lo que sea.

Pero todo eso, alguien con la experiencia que ha vivido,

que ha amado, que ha sufrido, que ha odiado,

que lo han odiado, que ha matado, que ha peleado,

que ha tenido enfermedades, que ha visto morir a la gente,

esa persona tiene un caudal de información

de la que un joven con humildad profesional,

que se acerca respetuosamente a él y le dice,

a ver, abuelo, cuéntame, cuéntame, cuéntame.

Y le es utilísimo, porque te ahorra, te hace dar saltos

que tú tardarías los mejores cinco años en darlos

y lo das en una media hora de conversación.

Por eso es tan triste que hoy los abuelos están...

Yo digo, los abuelos dicen, la gente mayor, yo soy un abuelo.

Bueno, no tengo ni otros.

Pero bueno, sí, digamos, ya es una cierta edad.

En el grupo, ¿no?

Entonces, que los estén apartando de los lugares

donde se escucha la voz,

porque la voz de un abuelo es muy interesante.

Y es más, hay otra cosa muy importantísima también.

Cuando muere una persona mayor, no muere solo él,

muere el mundo que él vio.

O sea, cuando murió mi madre,

murió la imagen mía, mamando de pequeño,

con ella el viverón o de mis hermanos.

Cuando murió mi padre, o sea, cuando muere mi padre,

murió la España de Franco y la España de la República

y la España de la monarquía que vivió.

Cuando murió mi abuelo, murió el siglo XIX,

en el cual él nació.

Al morir un abuelo, se lleva detrás la mirada

que solo él tiene que los jóvenes no van a tener.

Por eso es tan importante, antes de que se vayan,

decirle, cuéntame, hay que ir ávidamente a ellos,

decir, cuéntame, cuéntame, porque eso me va a ser útil.

Y pero ese desprecio a lo que el abuelo tiene en la cabeza de la memoria,

insisto, el abuelo puede ser bueno o malo.

Sí, sí, son tan...

Es casi suicida culturalmente.

Al menos así lo veo yo.

No, yo creo que mucha gente tendría que verlo,

porque hay conversaciones que te pueden cambiar

parte de la vida con una persona.

Sin duda, sin duda.

Con una persona a cierta edad.

Antes decías que observabas a la gente

y que es importante sobre la gente moderna.

Somos más diferentes de lo que pensamos generación a generación,

en el fondo somos lo mismo.

Bueno, no, cambia.

O sea, hay una parte de que el ser humano que es la misma siempre.

O sea, las cosas básicas, confort, lujuria, amistad, lealtad,

violencia, sexo, bueno, lo he dicho, lujuria, lo mismo.

Hay lujuria sin sexo.

Supervivencia, calor, así es cierto.

Todo eso se mantiene.

El ser humano es la pureza.

A veces es un perfecto desalmado.

Cómo más claro, el entorno de lo que cambia, ¿no?

Entonces, claro, en la sociedad,

si tú te vas a un pueblo africano,

el cambio es menor que el que hay, por ejemplo, en Barcelona

o el que hay en Manresa.

Es evidente que la sociedad actual,

sobre todo en el mundo de confort que llamamos occidente de Europa,

ha cambiado mucho más, ¿no?

Pero entonces, claro, no sabía decirte, ¿no?

No sé decirte. Yo creo que, de mi punto de vista,

el joven, digamos, las generaciones jóvenes,

europeas, que son donde estamos nosotros,

han perdido un montón de referencias útiles, útiles.

Se han alejado un poco de la realidad de la vida.

Creemos que el mundo, eso también lo vamos a ver otra vez,

que el mundo de solución enchufando un teléfono móvil,

que el mundo te lo ha hecho,

creemos que todo es blanco o negro,

creemos que lo tenemos todo claro porque lo hice en Twitter.

Entonces, claro, el mundo es un lugar muy complejo.

Muy complejo. Entonces, hace falta...

Bueno, es que me estoy metiendo en un jardín que no me hace nada.

Mañana, revertelo, joven en tanto.

Sí, ya está en el acabado.

No, pero es verdad, es verdad que un joven de Tailandia,

un joven de Sierra Leona, un joven de Salvador,

está más cerca de la vida real que un joven de Manresa,

un joven de París, sin duda.

Me refiero a un joven, hablamos de la clase media,

no en base, hablamos de la gente que no tiene la vida resuelta

y la gente que tiene que luchar todos los días, por su vida.

Bueno, pues, en ese sentido sí hemos cambiado.

Digamos que ahora, en el ámbito europeo,

en Europa o Occidente, hemos cambiado y no para bien.

Hemos perdido un montón de visiones de la realidad.

Hemos perdido realismo. Hemos perdido lucidez,

quizás sea la palabra, y eso nos hace bien de más vulnerables.

Hablo en términos generales.

El chico se levantó todos los días a pelear por la vida

y que podían dar elecciones a ti y a mí de pelear, sin duda.

Pero en general, digamos, como términos generales,

hemos perdido lucidez.

Y eso es peligroso, claro, porque te ponen mano de los lucidos

y los valientes y los desesperados y los...

Te voy a preguntar un poquito por este mundo anglo

que algunos dicen que están dando en decadencia,

tanto Europa como Estados Unidos, en cuanto a los valores,

incluso, y a eso.

Pero antes, para terminar con el tema de la literatura,

dices que has releído y has leído muchísima novela clásica

para prepararte para este libro.

Sé que es muy difícil esto.

Es la típica pregunta que jode,

pero si tuvieras que salvar tres libros

de novela clásica de misterios del asesinato imposible,

¿cuáles serían?

No, no es difícil responder eso.

¿Hablas de un libro o de un autor?

No, libro.

Libro.

Vamos a ir a especificar.

Diría el perro de Baskerville con Andoel, con Celo Hones,

el asinato Rogelio Acro y Diálgate a Cristi.

¿Y dices de este tipo de novela?

Sí, de este tipo, sí.

Pues los quimnés de la calle morgue de Gararampuel.

Son las tres novelas,

son tres novelas que son muy representativas

del tipo de literatura que estamos hablando.

A mí es la que más me gusta de Agata Cristi.

A lo mejor no es la más famosa,

porque los doce negritos y los oriles expres...

Es que es maravilloso.

Es perfecto.

Y el giro es perfecto.

Es perfecto.

Tengo de Agata Cristi todas las situaciones.

No he dado cuenta otra vez a Llor, a todo lo que está leyendo.

Todas las situaciones posibles los desarrollo ya.

O sea, es que los quitores policiales, perdón,

se van copiando unos a otros.

No es plagio, es evolución.

Claro, van tomando trucos de otros.

Entonces, Agata Cristi ha desarrollado

todas las situaciones posibles y la ha desarrollado ya.

Con lo cual,

él tiene...

Los más brillantes hallazgos los tiene.

Y el sentor Agata es la novela...

Para mí, la novela policial, digamos, de salón,

de crimen resuelto tomando el té.

De cluedo.

De cluedo.

La novela de Diálgate es la novela perfecta.

Sí, es impresionante, un giro que es muy inesperado.

Pensando en la época en la que escribió, es brutal.

Es una cosa importante que es la ir contextualizando.

O sea, es el placer,

evidentemente, que una novela de Agata Cristi

no tiene que ver con el mundo.

Ni siquiera en Inglaterra.

Pero, claro, pero poder ir ahí,

poder te imaginar estar allí,

con Mismar, pelo con Poirot, tomando el té,

mientras discutes sobre la sesión.

Esa sensación, ¿no?

O sea, poder recuperar esa manera de ver el mutuo

que tiene entonces, es también muy interesante.

Es que el mundo actual es fascinante, evidentemente,

y tiene muchísimas cosas.

Pero si conoces, además, el mundo que hubo antes,

todavía lo entiendes mejor, lo compreten mejor.

Entonces, es muy triste como hay gente, como lectores,

como gente que ve películas o lo que sea,

que renuncian a esa memoria lectora o cinematográfica

y se ciñen al presidencial.

Pues, bueno, aquello es viejo, viejo.

Muy blanco negro, ¿no?

Y están perdiendo la capacidad de interpretar

el presente mucho mejor.

Es que todo el pasado te da luz sobre el presente.

Un presente sin el pasado que lo ilumine

es un presente que no tiene sentido.

Claro. Y nos invita un poquito a volver a repetir errores

y a...

Un poquito, no, un muchito.

Un muchito, un muchito.

Bueno, aparte de los errores que se coben en el mundo actual,

es porque creen que es nuevo lo que solamente es olvidado.

No saben que ya ocurrió.

Entonces, claro, cuando has leído,

no es solo decir que el haberlo leído antes

te permite evitarlo, pero al menos te prepara para asumirlo.

O sea, la guerra de Palestina o tal,

el haberlo leído no lo va a evitar,

pero al menos te prepara para entenderla mejor

o para situarte mejor frente al horror de ese conflicto.

Pues, tenemos ocho recomendaciones de tres novelas clásicas.

Impresionantes.

Bueno, casi todo lo de Agatha Christie con Andoíles.

Además, son lecturas fáciles, muy divertidas.

¿Qué te parecen las películas?

Has visto las películas de Kenneth Braga de Agatha Christie,

que está haciendo como una saga, hecho de Lorena Express...

Yo no soy muy...

No te han matado, ¿no?

Vamos a ver, yo entiendo que, para el público actual,

el Kenneth Braga lo ha hecho en la última novela de Venecia...

Sí, que contó que es el terror.

El terror tal ha metido los elementos que ahora funcionan.

Yo entiendo que ha ido buscando el éxito...

Y le funciona bien.

Le funciona bien, sí.

Lo más claro, yo tengo transformación.

Yo me formé en otro mundo.

Entonces, claro, la novela de Agatha Christie,

Impuarón, no es él.

Mi poro es...

Mi poro es el... ¿Cómo se llama él?

Hay una serie de televisión.

Sí, que el actor colcará muy redondita.

¿Cómo se llama diablos?

¿No se llama el poro?

Sí, pero digo el actor, el actor, el actor.

A ver si es un diablo, no sé si es igual.

Bueno, ese es el poro para mí, ¿no?

Entonces, claro, pero ha hecho una relectura moderna,

interesante, divertida de ver,

pero, claro, no es mi poro.

Claro. David Sushant.

David Sushant, exacto.

Sí, yo también sé que asocio,

porque es lo que habíamos visto de Pequeñito.

Entonces, ahí me cuesta, ya, es muy mayor, ya digo, me cuesta.

Mientras que, por ejemplo, el Sherlock at Benedict Cumberbatch,

me encantó, lo entendí muy bien, lo entendí muy bien,

y lo asumí con mucha facilidad y con mucho placer.

Lo paso muy bien con esa serie.

Y, además, no termino de verlo como poro.

No acabas de...

Pero es Pequeñito, rechoncho, tal, es otro tipo de...

Mi poro está aquí, es otro.

Él es como más elegante, ¿no?

Digamos.

¿Y has visto las películas de Knives Out?

No. Puñales por la espalda, creo que se llama.

Ah, sí, sí. ¿Qué es eso? Recuperar.

He visto Lardo. ¿Verdad?

Sí, ese tipo, ese estilo de...

Me gustó más la primera que la segunda de todas formas, ¿no?

Es un intento de recuperar ese tipo de historia.

Que a veces es lo que pasa.

Cuando se abusa de un género, se satura,

entonces, claro, se buscan nuevas fórmulas.

Y a veces, como te he dicho antes, los nuevos lo he olvidado.

Uno vuelve, a lo mejor, a fórmulas antiguas.

Claro. ¿Qué?

Entonces, una lectura, un barniz moderno,

una estructura moderna,

aunque básicamente sea lo mismo, funciona.

Pues, en realidad, la cultura es eso.

Desde Homero hasta ahora.

La cultura es... Los temas están todos...

Si tú te les...

A Homero, a Virgilio, te les el Teatro Clásico Urigo...

Todos los temas están ahí.

La traición, el adulterio, el incesto,

la lealta, el tesoro...

Todo está ahí, todo es el enigma,

todo está ahí, hasta el género policial.

Todo está ahí.

¿Qué pasa?

Que durante los siglos pasan, los autores con talento,

lo que hacen es que recuperan los temas de siempre.

Y le dan, ¿qué hace Shakespeare?

Reescribe a Plutar en forma de tragedias y comedias, ¿no?

De tragedias, sobre todo.

Entonces, en cada momento de la historia,

hay un autor con talento, o cero, antes o quien sea,

que recupera los viejos temas y los pone todo a funcionar.

Lo que hace Dupas con el Condomonte Cristo,

que en realidad es una novela de la Grecia clásica.

Entonces, esa es la cuestión.

Entonces, hay que asumir que es así.

Entonces, claro, pero cuando conocen los antecedentes,

disfrutan más todavía.

Estás viendo lo que hace Braga, lo que hace cada uno de ellos.

Por eso es tan importante recordar que todo se ha hecho ya,

que nada se descubra,

lo que se hace se transforma y se adapta a un tiempo nuevo,

que es el nuestro.

Y eso permite que los grandes mitos siguen vivos,

si no desaparecerían.

Afortunadamente, recuperarlos y hacerlos en historias

para un público actual,

permite que el público actual, aunque ignore el origen,

llegue disfrutándolo.

Y se mantiene de la cultura dentro de 50 años,

que no sé cómo será, no tiene nada que ver con la de ahora.

Pero los grandes mitos pervivirán.

A lo mejor, el forme de videojuego,

o de lo que sea, o de novela rara, o de ello, o lo que inventen entonces.

Pero van a estar ahí porque el ser humano necesita esos mitos,

porque es lo que induce su imaginación,

su cabeza y su vida.

Claro, es nuestro imaginario popular.

Al final, es casi la base de nuestra sociedad.

Por lo menos de la occidental.

Yo no un colbido, me diréis que es una multiculturalidad,

y yo he vivido en muchas partes del mundo.

Es decir, no soy en absoluto un tío que ya estaba en el jardín de su casa.

Y no la participo de ella, la he vivido y la ejerzo en muchas cosas.

Pero no un colbido que soy europeo.

Un colbido que soy occidental,

que mis raíces no es confusión y Buda, ni es tal.

Mira, a veces son Homero, el Talmud, la Biblia, Europa, Voltaire,

Montesquie, Montaña.

No olvido que mi ámbito cultural es ese,

y me muevo en ese terreno.

No me niego a los otros, pero me muevo en el truco.

Si ves al amor de cultura Europa con mal, con mal detenimiento.

Hay una parte que quiero hablar de un poco del momento actual europeo.

Iremos después, porque lo que voy a hacer ahora,

es que tú me pasaste una serie de fotos muy chulas.

Más dicho que he pasado las visibles, que hay algunas que no se pueden.

Algunas que no se pueden.

Aventuras que se pueden.

Y no son pornográficas.

No, pero será otro tipo de no enseñar.

Y vamos a hacer un poco de...

Utilizando esas fotos, esas imágenes, un poco de...

Como hilo conductor, vamos a ir viajando a diferentes partes del mundo,

porque algunas, lo que fías antes, todo se repite.

Tienes fotos en conflictos que hoy están en boca de todos.

Valtrían para hoy.

No hice dónde si podrían hacer eso y se lo cree la gente que es de ahora.

Total.

Imagínate, de hace décadas.

Y creo que va a ser muy interesante.

Vamos a empezar por algo que ya hablamos bastante en el anterior,

que son los balcones.

No?

Yo creo que los balcones para ti han sido muy importantes.

Fue mi última campaña.

Y voy a poner aquí unas imágenes.

Sí, vais a foto.

Esta foto, cuéntanos un poquito.

Una foto feliz esa foto.

Exacto. Dices que es uno de los días más felices de tu vida.

Sí. ¿Por qué es tan feliz ese día?

En ese día salimos de Sarajevo,

ese es Miguel de la Fuente, el Cámara, y yo.

Salimos de Sarajevo y era difícil de salir de Sarajevo.

Y fue un amanecer muy sombrío.

Nos pusimos tal.

A ver, nos le damos un abrazo a ver si salimos de aquí,

porque era un día muy malo.

Y tiramos por el camino y nos tiraron de todo, ¿no?

Y llegamos a Split, en la costa ahí, es cuando vamos a llegar.

Y habíamos dejado atrás Sarajevo

después de una campaña larga en Sarajevo.

Y estamos los dos felices de estar vivos,

sanos, enteros, todavía jóvenes.

Y es una foto, es un día feliz, un día muy feliz de mi vida.

Cuando dices que era un día malo,

es que había mucho bombardeo,

que la posibilidad de un accidente o de algo era muy grande.

Los tiraron mucho por el camino. Sí.

¿Y veis solo los dos?

En ese viaje, no, vení otro periodista más,

que es el que nos hizo la foto.

Que era el señor Jorge Mergarejo, que ya está muerto.

Ya está muerto.

Y sí, es un día feliz.

Fue una odisea a ese viaje, ¿vamos?

No, no, no.

Hicimos viajes parecidos, pero ese, en concreto,

esos días que no sabes bien si vas a llegar al final o no,

vas a llegar al final, ¿no?

Y llegamos al final, ¿no?

Pero, bueno, llegamos todavía, pues,

sucio yo estoy todavía sin afeitar de dos días.

Y, bueno, nos costó salir de allí, ¿no?

Y, bueno, y es una foto, es un momento feliz de mi vida.

Sí, sí, sí.

¿Qué significaba para ti salir y ya de Sarajevo?

Pues descansar.

Habíamos esto, habíamos esto dos meses en Sarajevo seguido, ¿no?

Y, bueno, y era muy duro, ¿no?

Era duro, Sarajevo fue duro en muchos sentidos, ¿no?

Por fin, el tiempo de poder salir a la calle,

caminar sin que te pegue un tiro y sentarte en un bar

y tomarte una cerveza y dormir por la noche,

si no hubiera ruido de bombas y no sé ducharte

con agua caliente, yo qué sé, o con agua, lo que fuera, ¿no?

Volver a la vida normal, ¿no?

Volver a una vida de la que no se ha expriado durante dos meses.

¿Te notabas al límite un poquito?

No.

Podrías haber aguantado más.

Perdón, no, podemos haber aguantado más.

Que tocaba ya, tocaba ya salir por razones,

un técnico de Natel, yo te quedo a salir,

y volvió, después volví otro equipo relevando y volví a nosotros.

Pero bueno, pero sí se fue...

Fue de Miguel un cámara magnífico, ahora justo anterior está en...

Está ahora de Miguel, está en...

En Palestina, en Israel, no sé, está en Israel o en Gafa.

O sea, ha seguido con esto, ¿no?

De los veteranos de la tribu.

Ya debe ser de los veteranos, claro.

Si estaba aquí ya, pues imagínate,

ya se debe conocer, en todo.

Hay una cosa que a veces he escuchado,

que la gente que estáis en situaciones tan adrenalíticas,

¿no?

Cuando regresáis a la vida cotidiana,

incluso hay gente que ha entrado en depresión

y que ha tenido un bajón animico muy fuerte,

y es curioso porque, ya se ha que ser al revés,

sales del caos para entrar en la vida normal y no.

Es tres puestos romáticos.

¿A ti te ha pasado alguna vez?

Ha estado cerca de... No.

A mí no, ni a Miguel tampoco, pero hay gente a la que sí le ha pasado.

Cada uno es como es, cada uno tiene.

O sea, hay gente que le ha afectado a otros,

hay gente que le ha afectado a otras cosas, ¿no?

Eso de, bueno...

Éramos profesionales y, bueno, era nuestro trabajo.

Al final, al cabo, te cansas, ¿no?

Todos los días viendo sangre contando muertos

y todos los días tal, y la suciedad,

y el no comer bien, y el no dormir bien nunca,

y al final te va cargando, ¿no?

Y, bueno, y al final terminas,

pero bueno, nosotros salimos en buen estrofe.

Sí, no, no. Indemnes, que ya es mucho...

Esas sonrisas de los dos, sonrisas felices.

Son dos hombres felices porque están vivos.

Están vivos, y bien, si podrías quedar vivo,

pero imagínate cómo, ¿no?

Salir de ahí.

Otra imagen del conflicto es esta.

Así, eso es en Bucobar.

Esas son marcas del cámara de Teregrino Comanche,

es el...

Tiene una entradilla ahí en Bucobar.

¿Bucobar qué viviste?

Estuvo Jero. Estuvo Jero.

Sí, sí, sí.

Ya le estaba ahí también, ¿no?

Ahí fue, fue ahí donde la escena de lo dormir.

De los telduras.

Esa.

Nunca has tenido miedo en estos casos, ¿no?

Me he tenido... Si me te lo dije, lo traigo.

Bueno, sí, pero miedo, no, pero...

Lo que he tenido nunca ha sido pánico.

Exacto.

Miedo he tenido continuamente.

El pánico te descompone,

y si descompones, no haces nada ahí.

El miedo, lo tienes, te lo traigo,

pero también cuando navego, tengo miedo.

Vende donde, por ahora, hace una semana pasé con miedo.

Tuve mal tiempo y pasé miedo, realmente, ¿no?

Pero, bueno, miedo es un factor con el que vive.

Trabajas con él, y vives con él, y te lo comes,

y ya está, nadie te obliga a estar ahí, ¿no?

No, pánico nunca tuve eso, ¿eh?

Y, bueno, Márquez es el que nunca ha tenido miedo.

Nunca.

Márquez, ni miedo, Márquez era una máquina.

Era una máquina.

Vamos para allá, vamos.

Un día estábamos rodando, estaba él en Bucobar, también,

en Bucobar, y no en Petreña,

y hubo, estaban tirando, y una de las balas peyó en el suelo,

fue rebotando y le dio en la bota, rebotando,

y le hizo así, salió el pis y sigue filmando tanto.

Ni sin muto.

Márquez era un tripodera.

Fíjate, yo, a veces, cuando había bombas,

tenía, le empujaba, le decía,

si no mueves la cámara, va a pensar que estamos escondidos.

Y entonces, cuando una bomba, yo le empujaba para que se moviera la cámara,

y decía, no me empujen la pega, o no, hostia.

Pero, pues, no es que no se lo van,

va a ser que estamos escondidos.

Porque el tío no se movía, era un tripodera, estaba ahí,

una bomba, era el tío más frío con el que me he trabajado.

Miguel era un buen cámara, pero Márquez era la frialdad absoluta.

Era frío como un tópano.

Yo creo que nunca tuvo miedo, le daba igual.

Era un especie de máquina, de máquina...

Y cuando volvíamos a la televisión, a emitir las televisiones extranjeras,

la CNN, venían a ver lo que había hecho Márquez.

Ha venido Márquez, venían a ver lo que había hecho,

para ver si lo comparaban.

Porque las imágenes, tipo, era extraordinario.

Es el mejor cámara con el que he trabajado nunca.

Yo me pusimos cámaras muy buenos, siempre, siempre.

Pero como Márquez, ninguno.

Tuviera seguido donde fuera, no había un reparo en nada.

Nunca he preguntado, oye, vamos al sitio, vale, vale.

Oye, ¿qué tal? Oye, mira, al muerto.

Bueno, está. Oye, ¿qué tal?

Oye, ¿qué tal?

Era increíble, increíble.

El tío se quedaba en el hotel, se podía contar a la parez.

Arrodilla, de Cuclí, le dio un cigarrillo,

se quedaba el tío, media hora, inmóvil, en la pare,

mirando el vacío, fue donde el cigarrillo subó,

que esto es cuando empezaba a rebobinar lo que había estado viendo.

Pero era increíble.

Pues suele dedicar territorio con Márquez.

Claro.

Claro, y entiendo que en esas situaciones,

tener alguien tan frío al lado es un tesoro.

No, mira, sabes que te puedes fiar.

Es que no puedes ir a ese sitio y saber que el cámara te va a fallar.

O sea, necesitas saber que te estás jugando lo que te juegues

para algo, ¿no?

Y que tiene sentido tu trabajo.

Yo no voy allí a vivir aventuras, ni a vivir adrenalina.

Yo iba allí a contar lo que pasaba.

Ese día, hoy en Bucó, habrá habido la bomba,

tal, tal, tal, tal muertos, tal.

Necesita que el cámara esté a la altura y lo filme,

y si el cámara no lo hace, quería hablos hago allí.

Yo no voy allí por sentir emociones.

Es un viaje de una excursión.

Un cámara profesionario, un cámara muy profesional.

Yo la vida admiraba mucha gente, mucha.

Y sigo admirando mucha gente.

La gente que más admiró la vida ha sido a José Luis Márquez de León.

Qué bueno.

Dices que ibas a enseñar la verdad antes, ¿me has enseñado?

No, la verdad no.

Le voy a enseñar lo que yo veía.

Lo que, exacto.

Pero a veces no era la verdad lo que yo veía.

¿Y qué veías, una ficción que te quería enseñar?

No, no, no, veía el muerto, pero claro,

¿quién ha matado a éste?

Pues no sé, estos aquellos, la bomba.

¿Quién ha tirado a éste?

La bueno, el malo.

¿Quién ha tirado a la hospital?

¿Quién la ha tirado?

Sí.

Yo qué sé.

Yo llevo y cuento lo que veo, lo que puedo averiguar,

intento averiguar,

pero nunca jamás di en la guerra,

es muy peligroso dar las cosas por...

Las certeza son muy peligrosas,

porque la guerra es muy engañosa.

La guerra depende de un montón de cosas.

El doctor siempre tiene simpatía hablando con el que estás.

Eso es inevitable.

Aunque estés con el mayor hijo de puta del mundo,

si estás con él, varios días al final,

un cigarrillo, lo ves tal, lo ves pelear,

sufrirte, hablar de su familia,

la foto de su niño, tal, tal,

y terminas sintiendo instintivamente una simpatía

ineludible, inevitable, por él, ¿no?

Sabiendo que a lo mejor está en el bando malo,

o el bueno, yo qué sé, no, no.

Entonces, por eso yo que en la guerra lo de la certeza,

lo de los bandos, el bueno sin malo.

Y luego hablábamos de Palestina, hablábamos de eso.

Son matices, ¿no? Que nos tienen en cuenta a veces,

y todos como tan polarizado de...

O sea, la verdad...

Existe la verdad.

Existe la verdad, puede ser que exista,

pero el reportero no la ve nadie.

La verdad es muy compleja.

La verdad tiene un montón de ángulos distintos.

Eso me asombra tanto cuando en las redes sociales

un niñato de tal...

Esto ha sido, estuve 72 años, he estado allí,

he estado tan, y no lo tengo nada claro.

Luego hablábamos de eso.

Claro.

Te confía eso porque de enseñar lo que está pasando, ¿no?

Me has enseñado un vídeo antes

que no sé si...

Luego, a lo mejor, el Prodición lo pondremos

porque ahí se ven cadáveres, se ve un poco la realidad

y precisamente, tú me has contado...

Lo voy a contar esto, ¿no? Sí, claro.

Que te avisan de televisión española

y te dicen que os calmeis un poco con las imágenes que mostráis,

porque mostráis demasiada sangre y muertos, etcétera.

Correctos.

Antes de entrar en el tema, ¿por qué crees que te dicen eso?

Bueno, porque el sarajevo, esto fue un sarajevo.

El sarajevo fue muy duro.

El sarajevo era realmente muertos, pero 20 muertos de golpe,

30 muertos, la morgue llena hasta arriba.

Y nosotros estamos de verdad, no estamos en el hotel haciendo así.

Llevamos a los sitios y enseñamos las imágenes

que están en las imágenes, los heridos, las llamas, los muertos,

los tiros, gente rastándolas, saludos, todo eso, ¿no?

Entonces, claro, y la directora de informativos,

que ya está, se murió ya, así que no la mencionaré,

dijo, no, estáis dando mucha sangre, mucha tal, mucha violencia.

Bueno, es que esta cosa aquí va a contar lo que hay

y que esto es sarajevo.

No, pero tenéis que suavizar un poco, tenéis que tal...

A ver si mandéis una cosa más aceptable.

Entonces, sí, pues entonces le montamos un vídeo.

El vídeo que más se llama.

Un videoclip con una canción para darle informalidad

con unas imágenes terribles. Muy buenas.

Y se lo mandamos, pues esto no le emitieron, claro, ¿no?

Pero fue nuestra pequeña venganza, nuestra pequeña venganza.

¿Por qué crees que te pedían eso?

Pues porque, pues mira, en todo esto ya no piselaban como ahora.

Ahora ya los tapan a los muertos.

Bueno, depende, depende de...

No, en las redes sociales no, pero entre las televisiones,

raros que tenéis en la televisión,

raros que te enseñen a un muerto o a un herido.

Y eso...

Imágenes muy duras, dicen.

Y después sale un charquito de sangue en el suelo.

Esa imagen es muy dura.

La imagen es muy dura, las de ese vídeo que te acabo de pasar.

¿Qué pasa?

Que...

Ahora hay una...

Es que esto es meterse en un jardín, pero...

Hombre, estamos aquí ya entre jardines.

Ya por lo más.

A ver, a ver, a ver.

Yo creo que el horror es higiénico.

Yo creo que ocultar las imágenes del horror no es bueno.

Creo que a la gente hay que extremecerla.

No por un aspecto moroboso ni tan o no,

sino porque la gente debe saber de verdad

lo que es el horror de la guerra y la muerte

y la desgracia y la matanza, debe saberlo.

Debe ver en las carreras de los que sufren a su hijo,

a su hermano, a su padre, a su abuelo,

a su mujer, a su familia, ¿no?

Debe identificarse.

Entonces, si le ponemos ese flu idiota o le piseramos tal igual,

ve ahí una cosa de fondo.

Me dije, ¿qué duras?

¿Qué me estás diciendo más que duras?

Entonces, los alejamos de la realidad.

Yo creo que mi misión como reportero, cuando lo era,

era sacudir conciencias.

Yo no decía, esto es horrible, no.

Yo enseñaba, yo no juzgaba si era horrible, no era horrible.

Yo digo, mira usted, esto es hoy sarajevo.

Y el espectador se que decía,

re, Dios, esto es sarajevo.

Entonces, claro, al tapar, al eludir, al borrar esas imágenes

bajo un buenismo tal, ¿no?

Es que el respeto a los muertos es que la familia.

Déjenme ir, doctorías.

O sea, cuando enseñas un muerto,

cuando enseñas una canallada, el ser humano se la cuenta que es una canallada.

Si la edulcoras, si la camuflas,

si la disimulas con esos buenismos estupidos,

el espectador hace así, bueno, tal, sí, tal, horror.

No, no, dale en la cara.

Ahora están metiendo a las imágenes de las chicas secuestradas por jamás.

Le estapan la cara, la estapan ella, no se vea.

No, no, que se vea, la chica o en el pantalón manchado de sangre,

por detrás y por delante ensangrentado.

La otra que yo era, que se vea,

que el niño que está siendo maltratado por el otro,

el niño judío, y el niño dice mamá, mamá,

y le están pegando a los otros chicos palestinos,

que lo han llevado de rena allí.

O sea, eso es importante que se vea,

porque eso hace que el espectador tome conciencia del horror

y sepa que ese niño tiene la cara de su hijo, ¿comprénder?

Entonces creo que taparlo es un fraude.

Por eso nunca con sentí que me lo tapara,

y por eso tuve a veces conflictos con mis jefes,

y yo, no solo yo, otros compañeros de mi generación,

mi generación, porque ya empezaba el buenismo,

esto empezaba allá, pero nosotros queríamos...

Yo he venido aquí a contar lo que hay,

lo que me tapáis las imágenes,

he venido aquí a que la gente se le indigeste la comida,

que estén en el terriero y se quedan así,

y me cago en la leche, y le siente mal el cocido.

Claro, es que es mi obligación como reportero,

me estoy jugando la vida para eso,

no para que usted me mente en un fruto tapándome al muerto,

que el de a cuya bomba me ha podido matar a mí también.

Entonces mi obligación era sacudir conciencias,

y eso, por desgracia, se está perdiendo.

Menos mal que todo ahora está Twitter,

y tal, que permite ver cosas que no están bajo la censura,

y aún así, no siempre, bajo la censura general,

pero las televisiones deberían mostrar eso,

de bueno, a mí eso no me gusta.

Quizá también verá lo mejor si he oído otro mundo,

de otra generación, que no entiende el mundo actual,

quizás sea eso, y quizá mis hábitos son otros.

Estoy educado para otra forma de contar el horror,

pero bueno, hay acá de acuerdo.

Pero creo que, como lo de la imagen de la Palestina,

de los bombardeos,

¿cómo no va a enseñar a los niños muertos?

¿Pueden enseñar que están sacando criaturas de los escombros

bajo las bombas y relíes?

¿Cómo no lo vas a enseñar?

Tienen que enseñarlo.

Si los tapas, la gente no se da cuenta de lo terrible,

porque están matando a tu hijo,

a tu hermano, a tu niño, a tu madre.

Esa es la cuestión.

Entonces esa estupidez en la que nos hemos sumido

en los últimos tiempos en este mundo idiota,

en el que vivimos, me parece despreciable.

No reprogramen, me parece despreciable,

porque nos limita, nos ofende la inteligencia,

nos corta la capacidad de razonar,

nos impide tocar, tocar en lo posible,

el dolor y el horror que siempre están ahí acechando en la vida.

Te parece que se respeta más al muerto,

en estos casos, enseñándolo, que no escondiéndolo.

Naturalmente, naturalmente.

Si a tu hija la han degollado y la han violado,

es más importante que vean a tu hija degollada y violada,

para que la gente sepa lo que hacen,

que la degolle y la mata,

que la familia sí ya, pero ahí está justamente,

tampoco se trata de estampullirte en la víspera,

pero que no, dar en algún momento

que se aprecie la magnitud del horror,

naturalmente, naturalmente.

Y eso me parece mal, eso sí me parece mal,

y cuando estoy viendo la tele y veo tal mal,

de la imagen es muy dura, y de la imagen es muy dura,

y en efecto, le doy un charquito de sangre,

un fluta de, bueno, me quedo dura.

Duras, vete un telediario de los de Sarajevo o de Beirut,

de los que hacíamos Guadalá Salcedo o González Grillo,

eso es que la imagen es dura, es de verdad.

Sí, el vídeo que he visto es duro,

o sea, duro porque se ven niños, se ven personas en cales...

Pero es lo más duro, es lo más raro.

No, pero tendrá las cosas que son más duro.

Fíjate, una de las imágenes que más me ha impactado

es una que realmente no era tan directa,

pero eran los pies con tacones de...

De una chica en un coche.

De una chica en un coche, quizás lo que más,

y no se ve sangre ni se ve nada, pero...

Era chica en vía nuestra,

y me decía, ¡ah, ya es mina!

Era la chica que me contaste, la historia,

era esa chica, ¿verdad?

Sí, era ya es mina.

Yo ahora no he dado, pero fíjate que ya mi cabeza,

ya se la imaginaba como podía ser una chica joven.

No he visto nada, ¿no?

A veces es también muy poderoso, pero se tiene que ver.

Pero fíjate la imagen, veis el cámara,

eso fue Miguel de la Fuente de Luz de la Cámara,

el cámara no se fue a la cara de ella.

No se fue...

Dijo con las piernas, el plano es la tercera del de un volvall en golf,

y las piernas de la chica que asoman de la tercera.

Eso es todo, no hace falta.

O sea, no siempre hay que enseñar la sangre.

La carnaza.

Hay que enseñar, pero esa imagen de las piernas

las habrían, también la habrían censurado

en este momento en las televisiones.

Entonces, digo que es...

Bueno, ya está, ya hemos hablado de eso.

Y tú también lo haces.

O sea, las compañías modernas tienen muchas manías con...

Lo hacen todos, ya lo hacen todos.

Con esto.

El pudor, es que no, es que ofende, ofende.

Pues que se ofendan, coño.

Que se ofendan, joder.

Que se ofendan, naturalmente.

Que se ofendan.

Que sientan lo que es la vida de verdad.

Que la vida no es un videojuego.

Coño, que están muriendo críos de un loy de otro.

Que igual que los jamás degollaron y mataron

y violaron un montón de mujeres en los quibuts.

David Rayl ahora está pasacrando,

niño está en los hospitales y en los...

Que se ofenda a la gente, que los vea.

Que vea el niño con la beza aplastada.

Que vea llorar a una madre que,

hoy yo o hijo, lo acaban de sacar echotrizas.

Que lo vean, naturalmente.

Pero que eso es la vida.

Pero en qué mundo se creen ustedes que estamos viviendo?

Y digo, claro, cuando te viene aquí,

cuando llega aquí, cuando llega a Manresa o a Madrid o a París,

y si no llega, llegará porque todo llega en la vida

de una forma o de otra.

Mira los trenes de Madrid, tal vez.

Mira el 11S, mira lo de París, tal o de Bataclan.

Cuando llega...

Ah, hay que estar preparado.

Preparado psicológicamente para asumir que también eso es la vida.

Que también la muerte, el dolor o el horror,

fueron parte de la vida.

Y que todos vamos al final a morir

y todos tenemos enfermedades y ahora nos vemos viejos.

Y la chica guapa no será tan guapa,

y los chicos, tú no serás tan guapo entre los años.

Claro. Vamos a aguantar.

No, no, te lo comunico, vas a ser feo.

Vas a ser viejo y feo como yo y como todo.

Claro, claro, claro.

Así que aprovecha la agua pura,

porque eso si no te agarras ni un día te arregla el cuerpo.

Eso también.

Eso es claro, ¿qué pasa?

Que aquí asumir que eso es así.

De la vida. No pasa nada, no pasa nada.

Si lees, si miras, si ves, si tal, sabes que eso es así.

Y vives con eso, vives mejor,

porque sabiendo que eso está ahí, sabiendo que el dolor, el horror,

están ahí, vives de otra manera.

Mucho más sonradamente, mucho más humanamente,

mucho más solidariamente, porque sabes

que no le pasa al niño palestino,

ni al niño israelí, ni al niño africano.

Te puede pasar a tu hijo a ti, como lo sabes,

entonces tú te comportas de una manera adecuada,

con una dignidad de la que careces,

si piensas que eso le pasa a otro, a los negros,

a los moros, a los talos, ¿entiendes?

Y eso es la cuestión.

Por eso me enfada, fíjate que ahora ya me enfadan pocas cosas.

Me río desprecio, pero eso sí me enfada.

La estupidez, la negación del horror,

como parte de la vida, me enfada muchísimo,

porque no se dan cuenta, yo es que he estado allí,

no se dan cuenta.

No ocurre en Mar... No son marcianos ni en Marte,

es ahí, es a dos horas de avión.

Claro.

Estáis que nos sobreprotegen demasiado de ahí,

y quizás nos dan como infantilizado un poco,

la sociedad occidental, lo que decíamos era sociedad occidental,

estamos como infantilizados, como sobreprotegidos.

Sí, y cuando viene el horror,

pagamos el precio de esa sobreprotección.

Claro. ¿Qué es lo que está pasando y va a pasar?

Porque parece que la tendencia es esa,

a sobreprotegernos.

No pasa nada.

Tienes que te diga, yo ya me dejo en la próxima.

Claro, yo hice mi trabajo, yo hice mi trabajo,

yo no sé, mira usted, ahí está.

Tú ya has fichado.

Ahí está YouTube, quiero reverte, videoguerra,

ahí salen, ahí está.

Pues ya está, yo ya cumplí mi trabajo,

ahora es que digo novelas, cuento mi mirada del mundo,

y me voy, ustedes verán, ¿no?

La información está,

si es que lo triste, Jordi,

es que todo eso está disponible,

en el teléfono móvil, en internet, en YouTube, tal, tal,

y eso se trata de buscar morbo, no?

Se trata de buscar información, de buscar conocimiento.

Conocimiento.

Saber la guerra, por ejemplo, ahora noto,

ahí se asimale que están en la guerra de...

¿Como nadie habla ella? La guerra de Ucrania, ¿no?

Hay una trinchera ahí, cuatro chiquillos sacando una trinchera,

y de arriba un dron le deja que una bomba,

que los mati lo ves como estallan en pedazos los críos, tal.

Eso hay que verlo,

porque si yo puede ser tu mañana, o puede ser tu hijo,

o tu primo, ¿no? Ucrania está allá del lado.

Saber que todo eso ocurre,

no, vamos a taparlo para que no se ve el horrorito.

Es fundamental,

es la certeza de que íbamos en un lugar,

el mundo es un lugar peligroso, lleno de hijos de puta,

y de gente buena también,

donde hay reglas hostiles,

donde el ser humano está sometido

un montón de fuerzas hostiles letales, ¿no?

Y así controlables.

De hecho, puedes morir, con tres años,

puedes morir con ochenta,

y donde el bien y el mal no tienen un premio

ni un castigo correspondiente,

donde son aleatorios,

los premios son castigos son aleatorios,

y entonces sabiendo que estás en ese lugar tan peligroso,

y tan fascinante, y tan hermoso también,

porque también, al mismo tiempo,

vivir con la certeza, con la conciencia de donde estás viviendo,

pero vivir en la nube, tal y eso,

tal y que tal y que tal,

me parece, es que es estúpido,

y sobre todo, es poco paráctico, es poco paráctico.

Porque cuando te dan la hostia,

te la dan, no sabes cómo reaccionar.

Claro, claro.

¿Y la hostia te la van a dar?

La violencia, vamos a ver.

La violencia es malo, es malo, es malo, es malo, es mala,

pero bueno, para veces hay que ser violento.

Te voy a contar un caso personal.

Venga, no sé qué te gusta. Sí, me encantan.

De violencia.

Te hablo solo cuando Franco era cabo, o sea, de héroes de puro.

El año no sé, el año ochenta y pocos, ¿no?

Yo estaba en la tele y entonces hizo un informe semanal

sobre un grupo de ultraderecha neonazi

muy agresivo en aquel momento, que después desapareció.

Y el jefe, no lo me hacía loco,

porque bueno, ya no es eso, ya no se ha pasado.

Estaba el jefe, era un tipo que, bueno...

Entonces, yo lo saqué en un informativo,

en un informe semanal,

y no le gustó la imagen que daba de ellos,

porque estaba lo que estaban haciendo.

Y entonces, en mi caso, empezó a sonar el teléfono por las noches.

Y un día mi mujer cogió el teléfono.

Puta, tú ibas con ese tío, eres una puta,

a ver con ese hijo de puta lo vamos a matar y tal, tal.

Entonces, ya ese día, ya me llegaron hasta aquí, ¿no?

Entonces, bueno, yo tenía mis contactos,

era un reportero con medios, y me enteré bien de todas las cosas.

Y un día, hasta de la mañana, hasta de la mañana,

esperé despierto, el teléfono me llamó.

Hola, fulano de tal, sí, este es el jefe de esto.

Mira, soy Arturo Berreberte, un silencio.

Te llamo, estás en tu casa en la calle,

me castelló un número tal, piso tal, tal.

En tu habitación, a tu lado, tu eres de tu hermana,

te quedo hace dos años que ahora os sacaré los corazones,

y tu madre viuda en la otra habitación.

Mira, como tal eso en el teléfono, en mi casa a cualquier hora,

me folló a tu madre, me folló a tu hija y te mató a ti.

Puh, y le colgó el teléfono.

No hubo nunca más una llamada, nunca más, se acabó, se acabó.

Pero es más, me lo conté este tío 10 años después o 20 años después,

y se ha de cobertura o tal, me dio la mano.

¡Joder! Eres tu novela, Tatec.

El tío ya no era, ya no ha pasado. Claro.

Pero en ese momento, o sea, no ejercié la violencia,

pero bueno, voy a ver la ejercia.

Lo de matar o morir, ¿no?

Perdón, pero mira, cortó, o sea, a veces, ser violento o plantarte,

puesto en un caso extremo. Claro.

No lo había contado nunca.

O sea, hombre, no es un caso políticamente correcto para contar.

Van a cortar eso. Bueno, me digo, me digo.

Pero, por ejemplo, de que a veces, igual que en otros casos,

a veces la violencia es necesaria para defenderte para lo que sea.

Claro que sí, lo que gata, y que saber la violencia,

obviamente nunca hubiera ido a por la madre y por la hija de este tío.

Pero la amenaza ya es violencia, ¿no?

De hecho, saber dónde está. Y la advertencia.

Claro, y sobre todo, que un tío, en su casa, al ir y a tal,

y a cojonas, ¿no? Claro.

Y de eso, entonces, el saber administrar

la defensa frente a la violencia,

a veces, con violencia, se hace falta.

Oye, no sé si tiene novia, pero imagínate que se altera tu novia.

¿Qué vas a hacer? ¿Tienes que ascender?

Paz, paz, paz, chico, no, esto es mal rollo, no hay que...

Violar está mal, ¿no? Es que tal, esto no deberís hacer esto.

¿Te vas a quedar haciéndose? No, te vas a dejar,

te vas a hacer matar por defenderla, evidentemente, ¿no?

Eso es violencia, está bueno.

Entonces, es un terror muy peligroso también.

¿De dónde está, no, la línea?

Claro, por eso hay que educar a los niños, a los chicos,

para que sepan una cosa y otra, donde puede llegar o no llegar.

¿Dónde está la defensa propia?

Educación, que se hace en casa, en el colegio,

pero se hace con realismo.

Ahora sí dice, no, a todo el mundo es bueno,

es toda la violencia es mala, venga, donde venga,

y todo el mundo tal y todo el mundo te apresa una sola boca,

y todo es caro, no, no, cuando aparece el grupo neonacio,

aparece el que va a violar a tu novia,

pues te quedas, ¿cómo te quedas, chico?

Claro, es la realidad del mundo, ¿no?

Hablando de realidad, vamos al momento,

el tema del momento que también estás otra,

que estamos incluso insensibilizados a los conflictos,

porque van a modas, ahora Ocrania ya no habla a nadie,

de los talibanes, que fue también el boom,

ya no habla a nadie, a nadie le importa.

En hecho, quiero traer a Mónica Bernabé,

que es súper interesante que ya ha estado ahí,

siendo mujer con los talibanes,

puede contar, muy historias, pero ya vamos como a modas.

Ahora está el tema de Israel,

que es un tema que mucha gente lo ha descubierto ahora,

lleva décadas.

Y yo eso es de 56 años.

Claro, desde la creación de los talibanes.

Aquí tenemos unas imágenes,

todas esas imágenes son tuyas, ¿eh?

Sí, eso es una foto mía, sí, un niño palestino.

¿Esto es un niño palestino?

¿Qué año más o menos es?

Ese año 77 o 78, más o menos.

¿Qué contexto había ahí?

Bueno, el contexto de Oriente Medio era continuo,

era yo ahí y estuve con todos los bandos,

Sirios, palestinos...

Hay una foto que está en Los Altos de Colán, en Israel.

Sí, sí.

Y bueno, pues eso, esto es un campo de refugiados palestinos,

que a estos años, 74, ¿eh?

Eso es como se llamaba en Gelüe, donde por ciento,

estuve sacando niños debajo de las piedras también,

en ese campo, un buen ataque de realidad,

un buen ataque de realidad atacaron,

y una escuela se fue abajo,

y había como 15 niños de los cuales hubo muertos,

6 o 7 los sacamos de las piedras.

Se repite la historia.

La historia es la misma siempre,

cambiar los medios, cambiar los métodos,

cambiar el momento, cambiar la tal,

cambiar las cosas, pero el aumento siempre es el mismo.

¿Qué opinas de eso?

Ahora, fíjate, claro, es que mira la mirada del crío.

Se crío, pues ahora no es lo que tendrán,

pero es el crío después, claro...

¿Es un crío con un arma de asalto?

¿De a par a empezar choca?

No, no choca, porque esa edad,

su sueño, el sueño de los sueños,

los que yo sé era poder ser mayores y combatir.

Era su sueño, claro.

Y bueno, ese crío después, supongo,

que después atacaría a los irrelevantes

y, a lo mejor, lo mataron, o no lo mataron, yo qué sé, no,

yo qué sé.

Lo que tiene es la vida esta, que haces fotos y te vas,

y después nunca sabes qué ha pasado

con la gente que fotografías,

sobre todo una novela que se llama El Pintor de Batallas,

precisamente, ¿no?

Sí, las más duras, las más...

Sí, esto es una buena foto, sí, es una buena foto.

¿Qué opinas de lo que ha pasado?

Yo no la voy a fotografar,

lo que parece que había situaciones...

¿Pero ahora has hecho tú, no?

Sí, sí, lo que parece que, bueno, hay momentos

que por malo que se haces, claro, y la escena era buena,

la mirada, la mirada, la mirada, la mirada.

Sí, porque es una mirada...

Tú no puedes pedirle ese crío que piensa

como un crío de un colegio de aquí,

no puedes pedirle, ¿verdad?

Supongo no haber el mundo de verte a ti

como europeo, como intruso en su mundo,

es distinta, ¿no?

Esos ojos, claro, ¿no?

Entonces, pretendemos que ese crío se comporta,

según los cánones de nuestra dirección occidental o europeo,

que pretendemos que sea demócrata,

que sea no sea machista, que sea no sea violento,

pero pretendemos convencerlo

de la bondad de nuestro sistema social, cultural, político.

Pero, mira, la mirada, ese crío no lo convence a nadie

y la prueba es lo que tiene en la mano.

Es una mirada desafiante,

y luego fíjate que tienes al otro,

son como los dos palos, ¿no?, más inocente...

Sí, pero también crecerais...

Claro, ¿qué opinas de lo que ha pasado

con el ataque de jamás?

¿Tú has estado ahí? ¿Sabes cómo son la gente de ahí,

tanto los judíos como los parestinos?

Es complejo. Es muy complejo.

Después van a decir,

reberte, van a trocear lo que diga y queda uno trocear todo.

Lo van a trocear el trocito que le convenga

y usar el que le convenga el que...

Eso no duda. Eso lo van a hacer igualmente.

Pero ya que sí que ya está a mi edad y en este momento.

Pero es una cosa, simplemente que todo el mundo

tiene esto para verlo siempre.

Es decir, siempre habrá la prueba

de que la conversación no es un 10 segundos.

A ver, a ver si consigo.

No entrar en jardín.

Yo he estado allí.

Y esto sacando niños debajo de las piedras.

O sea, que decir que no es... A mí no me lo han contado.

Es verdad que a mi edad que hace 30 años que no voy,

eso es cierto, pero digamos, conozco la base.

Yo he pasado 21 años en el mundo árabe,

casi siempre todos los años he viajado allí todos los años,

y conozco muy bien lo que hay en las cabezas.

A ver, quien te diga que tiene claro

quién es el bueno y el malo en el conflicto de Israel

y los palestinos, se lo han explicó mal.

Porque yo, con la edad que tengo, mis lecturas y tal,

estoy lleno de contradicciones.

Y perplejo ante muchas cosas.

Voy a intentar explicarlo a mi manera, ¿no?

Sí, claro.

Es evidente que Israel lleva hace 26 años

espoleando brutalmente, machacando,

vejando a los palestinos.

Los han hecho de sus casas, los han perseguido,

los han maltratado.

Y es normal que los palestinos generen un rencor

y una desesperación ante esa edad.

O sea, Israel ha tenido una política de una agresión

y de una dureza implacable,

por razones que lo hablamos si quieres,

y eso ha generado un conflicto enorme

y un desespero, insisto, desesperación en los palestinos.

En cuanto a Israel,

hay un factor fundamental.

Israel es una democracia.

Israel es una democracia,

a la europea.

Sus valores son los valores democráticos europeos.

Que haya un gobierno de derechas o de izquierdas,

que vayan más allá, que haya tal radio...

Eso ya de acuerdo, pero la base de ese país es así.

Allí, una chica puede ir a las manifestaciones

que le llaman puta.

Allí, una mujer no lleva velo, sino quiere llevarlo.

Allí,

los...

Hay elecciones libres, ahí puedes debatir,

hay movimientos anti-belicistas y relievers.

O sea, aunque a veces sean unos hijos de puta,

son nuestros hijos de puta,

son de los nuestros.

Funcionan según nuestros parámetros,

a lo mejor no se pasan en violencia,

pero que están en un esquema,

digamos, un esquema de democracia,

a la occidental, a la europea.

Eso es indiscutible.

Mientras que esta mañana, he visto en Internet,

o un médico,

no imán, médico de jamás,

hablando en la televisión,

diciendo, puede que pegarle a las mujeres

para que no les hagan rompan huesos

ni les hagan lesiones de la vez.

Está en Internet, puede verlo cualquiera,

esta mañana ha salido, no sé dónde.

Hay que pegarles tal, pero hay de volgar,

no romperle huesos,

porque lesiones graves, no,

pero pegarles porque conviene que la mujer sepa que el hombre...

Eso un médico, no un imán, no un cura,

sino un doctor,

diciendo consejos médicos para que las mujeres

maltratadas no tengan lesiones graves.

Eso en jamás, hoy, en Palestina.

De decirlo.

Los palestinos, con toda la razón del mundo,

el pueblo palestino en general,

han estado luchando para defenderse,

para recuperar sus tierras.

Yo estoy con ellos.

La OLP, Arafato, a que yo viví,

lo estuve con ellos.

Pero esa causa, que es absolutamente legítima,

ha caído en manos en los últimos tiempos,

vía dinero de Irán,

de los curas, del turbante y de Dios,

a la Oguabar,

que los financian en los grupos de Jamás y Gébola,

que son grupos religiosos fanáticos,

que a veces se enfrentan a tiros

con los palestinos,

que no son de Jamás ni de Gébola.

Cuando conoce a Volter,

cuando crees, cuando tienes a Dios de tu parte,

te atreves a cualquier cosa.

Y esto tiene a Dios de su parte.

Entonces, la crueldad, la barbaria,

la manera tan dura

con la que actuaron en los kibbutz israelíes,

es muy propia de Jamás.

Jamás se escuda en la población palestina,

a la que tiene como reen.

Jamás es el religioso, el fanático,

que...

Bueno, no voy a insistir, no lo acabo de definir.

Y entonces se refugia entre la población palestina.

Sabía jamás lo que iba a ocurrir.

Y una cosa muy interesante.

Las imágenes de los kibbutz, de los muertos,

que antes de que las censuras las podíamos ver todos,

como se ensañan dándole golpes,

como ellos van a la mujer en el coche,

al Oguabar, al Oguabar,

y escupiéndole al muerto, al tal, todo eso,

generaron un montón de manifestaciones de apoyo en Europa,

de alegría,

antes de los bombardeos y relíes de Palestina.

Es decir, una población musulmana, europea,

aplaudió...

con pancartas y banderas y cufillas,

aplaudió en las calles la matanza de los kibbutz.

Le parecían que era de justicia,

que jamás devolviese a Israel los golpes recibidos.

Después ha habido manifestaciones de apoyo a los palestinos

por la matanza de Gaza, indiscutibles.

Pero, insisto, ya el mundo musulmán se sintió,

buena parte del, se sintió alegremente conmovido

por los héroes de jamás que mataron

a esos perros asquerosos judíos.

Entonces, claro, el asunto es muy complejo.

Como ves, a mí también me parece complejo.

Es decir, por una parte tienes a Israelías

que ejerce una violencia indiscutible,

porque también tienes fanáticos,

cuando decía el imán iraní, que son los que pagan.

Beso las manos de los héroes que han matado tal y tal.

Hay un vídeo, hay una imagen que no está en vídeo,

que es un palestino, uno de jamás, diciéndole a sus padres,

papá, mirá, he matado a 10 judíos,

aquí los tenéis puesto, estaréis orgullosos de vuestro hijo.

Eso, porque está Dios, comprendes, al agua gubar.

Entonces, claro, todo eso complica mucho.

Entonces, bueno o malos, claro, todos buenos, todos malos,

es evidente, la causa está clara,

pero los detalles son diferentes.

Entonces, claro,

yo, que la edad que tengo y lecturas y una cultura razonable

y he viajado la Zoni conozco tal,

me siento, tengo contradicciones emocionales,

intelectuales con el conflicto ese.

A veces me que mejor el irreli,

a veces me que mejor el palestino.

Según quien esté masacrando al otro,

pero que todos son unos hijos de puta,

no digo los palestinos, digo jamás, y el volá,

y los irrealíes agresivos, y los colonos,

o los ortodoxos que echan a la gente de las casas,

y los agreden, y los...

Eso, todo, sin duda, pero claro,

vamos al boibolo de antes,

unos, sin unos hijos de puta,

son nuestros hijos de puta,

porque ahí no te orcan por ser homosexual en Israel,

en el mundo musulmán si te orcan por ser musulmán,

por ser homosexual, esa es la grande diferencia.

Entonces, yo no puedo evitar,

compartiendo como comparto el horror y el dolor

por los palestinos masacrados,

no voy a evitar sentirme culturalmente...

Más cercano. Más cerca, evidentemente, de un estado

donde eres libre, donde puedes criticar al estado

sin que te orcan y te fusilen,

y te dan en la cárcel,

o te maten a palos por no llevar velo

como ha pasado con la chica esta, en el metro de Iran.

Intento ser claro lo que puedo ser claro,

pero el resto es un sitio confuso que decir,

o sea, no tengo...

Pero lo que tengo claro es que eso de buenos y malos,

quien dice eso no tiene idea,

no sabe de qué está hablando.

Yo os dito lo aseguro, no sabe de qué está hablando.

Todos son buenos, todos son malos,

y según los momentos de la historia...

Claro.

Ahora, lo que está claro es que, globalmente,

son 5 o 6 años de injusticia con los palestinos,

y es normal que la desesperación los lleve a caer

en manos de la gente que los maneja.

Dices que jamás ya se esperaba esto, esta reacción.

Claro, realmente crees, jamás sabía...

que Israel iba a masacrar la franja.

Naturalmente, o sea, hay que ser muy idiota para no comprender

que jamás lo que esperaba era la reacción.

Quería calentar Oriente Medio,

porque quiere calentar esa zona.

Jamás sabía perfectamente que iban a arrasar Gaza.

Su ataque a Camikaze, casi.

Después de la barbaridad, porque fue una barbaridad.

Además, documentada.

Una verdadera barbaridad, una atorcidad.

Cruel, cruel, cruel, cruel.

Crudelísima, además, ¿no?

De un salvagismo, de un fanatismo relígico,

que ya me decían, al ajo a bar, al ajo a bar, con el dedo,

al ajo a bar, al ajo a bar, ¿no?

Sabían que eso podía quedar sin respuesta.

Entonces, ¿por qué no querían que evacuaran el norte de Gaza?

Porque entre la gente descubrió uno para que hubiera que enseñar.

Claro, yo era tan encantado, todo lo iba enseñándote,

niño muerto, niño muerto, para que se horrorice el mundo.

Claro, claro.

Esto es una cosa que empieza en un núcleo,

pero la idea es que sea global.

Es que haya un despertar, ¿no?

Soluciones, pues, yo no sé si es un tomiado de solución.

Yo digo lo que veo, lo que sé, lo que siento

y lo que mi cabeza me dice, ¿no?

Resolución, es reverta de soluciones, pues, no.

Yo no es mi trabajo, ni mi inteligencia,

ni yo soy capaz de las soluciones.

Sé lo que hay, sé lo que hay, porque lo conozco, lo he visto,

lo he vivido, ¿no? Lo he vivido.

Pero... Pregúnteme, ya ves,

te he dicho honradamente lo que creo.

¿Tú has estado ahí? ¿Qué carácter tiene el palestino

y el judío de Israel? ¿Tú qué has convivido con ellos?

El año pasado hablamos de los ucranianianos, ¿no?

Que me decías que incluso te recordaban un poco

ese carácter. Duro. Duro.

¿Qué carácter tiene el palestino

que tú has convivido y el judío de Israel?

Los judíos tienen una ventaja, que es que han crecido amenazados, ¿no?

Los judíos del principio han crecido allí

rodeados de países graves, han tenido varias guerras con ellos

y saben que cualquier debilidad significa desaparición.

Porque a lo mejor jamás no quiere una paz,

quiere la desaparición. No quiere dos estados.

Irán no quiere, yo, aunque es que el que financia,

no quiere una paz, quiere que desaparezque real.

Entonces, claro, Israel, claro,

lo cual ya justifica su... Vamos a su lado, ¿no?

Claro, saben que una agresividad,

yo conozco a los chicos y los reglíes,

incluso los antibelicistas, tienen que hacer la mili,

están obligados a ser reservistas y tienen...

Y el reglín es un esto que vive sobre las armas, ¿no?

Un estado a la defensiva continua,

porque saben que si baja la guardia, lo van a machacar.

Eso está claro. Entonces, el reglín es duro.

Es duro que ha crecido en la dureza,

en el recuerdo de la guerra de Osiría, de lo que hubo,

de tal, de la otra, de lo causto, de lo nazi...

Como el prosaquido.

Entonces, claro, hay gente...

Los sabras, los chicos nacidos allí,

los chicos y chicas, chicas también son duros de narices,

gente muy dura, muy dura.

Y realmente, y por eso sobreviven.

Y los palestinos igual.

Son gente despojada de su tierra,

habéis hecho vivir con muy poco,

habiendo visto injusticias y barba,

y crea los quesos criucian de vidas a los tankers.

Claro. Entonces, claro, los dos son muy duros.

Pero hay una diferencia importante.

Que es que a la dureza de los palestinos

le añádela en la franja religiosa

el fanatismo de que Dios lo quiere

y vaya al paraíso porque ahí tengo

sitúries que me están esperando cuando muera.

Por ala. Entonces, claro, la cosa cambia.

Ahí ya no llega el irreli.

Entonces, claro, el proceso,

hay donde el alcance del fanatismo

del palestino jamasizado o hispolarizado,

iranizado, digamos, es mucho mayor,

mucho más con mucho maduro,

aunque en Israel también hay todos,

que son una banda de cabrones,

que van empujando, quitándole las tierras a los palestinos

y una agresividad inaudita,

y que también se meten con las mujeres irrelias

que no llevan el pelo cubierto o que llevan minifalta,

también se meten con ellos.

Sultro o toxos.

Pero eso es una minoría en un estado democrático.

Mientras que en los palestinos,

los palestinos pueden llegar mucho más lejos.

Mucho más lejos, los palestinos fanatizados.

Pero hay otro problema

que para mí es mayor para nosotros, que ellos en Europa,

que es que Europa está llena de musulmanes.

Musulmanes, que hay gente estupenda, ¿no?

Pero incluso en cuenta, hay gente estupenda y otros que no lo son.

Y hay una cosa que está clara,

se sienten solidarios con los palestinos.

Y para ellos, todo lo que haga palestina

les parecerá bien siempre,

o casi siempre,

y lo que haga los isles les parecerá mal siempre.

Y es así.

Pero bueno, tenemos también aquí...

El conflicto, no solamente lo tenemos aquí,

y lo hemos visto otras veces, y bueno...

Y es que, vamos a ver, Jordi,

hay dos temas que son el veneno del mundo,

que son los nacionalismos y la religión.

¿De dónde sea?

¿De dónde sea?

Son venenos, venenos.

Lo que imputece,

lo que...

Perdierte, lo que enfrenta a la gente,

lo que agría, lo que hace matar y lo que hace tal,

es el fanatismo nacionalista.

Tú vies en Cataluña y sabrás lo que estoy hablando,

y esto no es lo peor,

nacimos mucho peor que este, pero bueno...

Todo el mundo.

Todo el mundo, los nacionalismos,

y la prueba es que en cuanto en Twitter,

yo o cualquiera, tocas religión,

o tocas nacionalismo,

te saltan como panteras de todos lados,

pues todos se sienten ofendidos.

Y ese es el cáncer de la humanidad.

La religión que deberá ser un consuelo,

y que es, que deberá ser un consuelo,

se convierte en arma de guerra.

Y es el caso este, el caso...

Bueno, y te digo una cosa, el islam...

No, sabrás, la diferencia es que el islam no es un sistema social,

el islam no es una religión, solo.

Es una estructura social.

Es una estructura social y tú vives,

comes, caminas, duermes, amas, tecasas,

conversas, blasfemas,

según el corán o contra el corán, según la xaria.

Como una guía de día a día.

Claro, la invasión del islam en la vida personal de la gente

es mucho mayor que la que dice la rey geometría,

que gracias a Dios la tuvimos también,

pero nos ha costado mucho seguirlo sacudiendo,

quitándola de encima.

Es como un complemento para nosotros.

Está ahí, todavía hay gente que le encantaría volver otra vez...

A la exición.

Nos ha costado, pero ahí los tenemos acorralados.

Están ahí, están ahí.

Sí, con todos de descuidas...

Aparecen, ¿eh?

Pero están ahí.

Pero el islam está permanente.

Entonces, claro, la solidaridad musulmana,

yo la conozco, es muy buena en la familia, en lo social,

en la solidaridad, es admirable, tienen virtudes extraordinarias.

O sea, a mí, o sea...

Yo tengo recuerdos maravillosos de la gente,

de lo bien que la gente se comporta.

¿Cómo te ha tratado?

No he visto nunca un borracho en un país musulman.

Nunca, nunca, el alcohol está mal visto.

Entonces, no se emborracha, porque socialmente lo rechazan.

O sea, hay virtudes, pero hay un punto en el cual...

¿Qué es la re?

Cuando Dios... La mujer, la mujer, la mujer, ¿no?

Si llevan minifalderes, puta.

A la mujer se pega.

A la adulta le hay que la pidarra.

Es en ese punto, entonces, que yo no puedo, como occidental,

como europeo, como hijo de la ilustración,

que me ha costado mucho siglo en librarme de los curas.

Yo os digo, mucho siglo y mucho sufrimiento

y mucha sangre y mucho dolor, para que ahora vengan

los otros curas de allí a meterme...

Pero no allí, sino aquí, porque lo grave es que, bueno,

está usted en Irán, ya es jodido, pero bueno,

esto está en París, pero es que usted está en Madrid,

en Barcelón, y usted está obligando a su hija a llevar el velo.

No está obligando a su hija a que le hagan la ablación,

y a su hija a casarse con que usted determina.

Usted le está pegando a su mujer en Madrid, en París, en Bruselas.

Y eso me ha dicho, es claro.

El problema grave es que el buenismo occidental

no pone coto a los excesos que el islam...

Hace que lo hablemos. ...en su parte negativa, ¿no?

No, es que su cotumbrero depende.

Hay un ejemplo estupendo de eso.

Cuando un gobernador inglés en la India,

y termino con esto, un gobernador inglés en la India,

en el siglo, en la época victoriana,

allí tenían la cusum, cuando moría una persona importante,

quemar en la pira a las viudas.

Es que la India es otro país que tela.

Queimar en la pira a las viudas.

Pero ese él dijo, bueno, ahora se ha terminado esa cusum,

y las viudas no se van a quemar en la pira.

Entonces fueron los notables religios a decirle al gobernador

que eran sus costumbres.

Y dijo muy bien, de acuerdo, vale, entonces ningún problema.

Que ven a sus viudas, yo después ahorcaré a quien haga eso.

Así ustedes respetan sus costumbres y yo respetaré las mías.

Pues eso, eso es lo que nos falta, digamos, en Occidente.

Repetamos sus costumbres, claro, pero...

Hay unas consecuencias de verlas.

Respetar las mías, claro, no puede ser que un cura,

que se llama Iman, o sea, lo que sea, tenga atemorizado al barrio

y la mujer no puede llevarme y fatalmente le daman puta.

Oye, pero lo grave es que dirán, no, Manolo, no, Mohamed,

que tu hija, eso es lo peor.

Vamos a irnos de este tema, pero bueno, es lo peor, claro.

La presión social, pues al final,

como pasaba en la España de Franco, en la España de la República,

en la España del Roja, en la España de lo que tú quieras,

en la España religiosa o en la España de la Inquisición.

No ya que creas, sino que para que no piensen que no crees,

te comportas incluso más radicalmente que el que crees.

De lo que tú seguramente os enterías.

Es una especie de hipocresía, de fe del converso, ¿no?

Dicen, no, no, yo para mi hija más que nadie,

mi familia tan yo más que nadie, yo tal...

Entonces, claro, eso hace que las sociedades asustadas, asustadas,

se plieguen a las normas impuestas por los curas de turno

y digo curas, entre comillas, lo que corresponden en cada sitio...

Claro, ¿easy?

...para no tener problemas sociales

y que la sociedad no lo rechace.

Entonces, te encuentras, todo un mundo de hipocresía,

adoptando actitudes que nadie tiene que ver con la vida real,

pero todo el mundo se comporta según ella, ¿no?

Y eso pasa igual con los nacionalismos.

Eso es otro...

Jo, no, no, tú no, tú más Vasco, más Catalán, más Gallego,

más Bretón, más lo que sea que nadie, tú más que nadie, tal.

Porque para que en el colegio no te digan nada,

entonces, claro, que no te pase lo que a mí, hijo mío,

tú más que nadie, entonces el primero que va allí con la tal

se llama Manolo Pérez Sánchez y su padre es de Úbeda.

Y es que es así, ¿no? Es así.

Entonces, claro, eso genera unas trastornos,

unas falsedades, unas hipocresías sociales,

unas injusticias, unas miserias tan terribles,

mira, Irán, mira, Irán.

Irán es un...

¿Sabes lo que pasa con Irán? Es todo lemon.

A ver, podemos estar toda la tarde, ¿no?

¿Qué pasa? Para Irán pasa muchas cosas.

Cuando llega a Jomény, estaba el shag, era proamericano.

Yo estoy ahora periodista.

Ya era un momento, entonces, cuando cae,

cuando hay a Jomény, que dan los curas religiosos...

Teo, que hacía que ahora está...

A tí, pero entonces era...

Toda la izquierda de la época saluda con aplausos a Jomény.

Porque, claro, porque el shag era proamericano

y América era el obro.

Entonces, claro, y lo que estamos ahí,

decíamos, no, que no, que estos son peores,

que estos vienen con el tal, que aquí vienen...

No, no, no, soy un fascista, el Jomény es el libertador.

Mira, Irán ahí está.

Es lo que se ha convertido.

Entonces, claro, ya nos llevo a tener lo que ya no quiero entretener.

Yo no me pusí enseguida, que es hasta igual.

Cuando la izquierda está apoyando estas cosas,

se está equivocando.

Porque un régimen que ahorca homosexuales

no puedes salir a manifestarte a su favor.

O que dice el médico que a la mujer hay que golpearla,

pero no romperle un hueso,

porque entonces le puedes hablar de lesiones graves.

No puedes estar diciendo, ¿no?

Tienes que tener la pudidencia de decir, bueno...

Entiendo una parte, pero... Vamos a ver, vamos a ver.

Ahí está, y vamos a ver.

No en concreto de esto, pero que estos fanatismos nacionalistas,

religiosos, la mayor forma de combatirlo

es con el conocimiento, con la cultura.

O sea, se alimentan de la ignorancia, todos estos temas.

Es el fuelle que tienen ellos para...

Claro, pero es más complejo todavía,

de la ignorancia aquí, los que lo miramos.

Pero allí es que no es ignorancia,

es que el islam es un régimen teocrático,

es una sociedad teocrática.

No hay comunistas, no hay ni un solo...

Yo creo que no es de un musulmán comunista, ni anarquista.

¿Por qué? Porque no cabe, porque es Dios quien dicta la norma.

Y la norma la interpreta el ulema o el imán, o quien esté de turno tal,

y es quien ejerce de intermediario, como antes aquí los curas.

Si es que es lo mismo, es el mismo mecanismo.

Dios está ahí, tú estás aquí, yo soy intermediario,

y yo te digo, entonces, ¿qué pasa?

¿Lo tienes reprimido a base de todo eso?

Entonces, claro, el islam...

Que parece que todo esto es anti-lamofo.

Sí, soy islamofo en ese sentido.

En ese sentido, sí.

No en el otro, porque el islam tiene cosas muy buenas y muy razonables.

Tú estás sentido muy bien tartado.

La represión que el islam ejerce sobre las mujeres, sobre la sociedad...

Tú dices, me cago en Dios aquí,

y te pueden decir, esto es bonjila y polla, tatábalo,

o lo bizpodirá...

Me ha educado.

Me ha educado, tatábalo, tatábalo...

Pero tú dices, me cago en Dios, y te ahorcan.

Te ahorcan.

Es claro, chico, hemos estado luchando en el occidente

por poder no cagar en Dios cuando hemos querido,

que nos ha costado muchos siglos y mucho dolor.

Y ahora viene a mí y va a decirme que sí, pero en el mío, ¿no?

O sea...

Pero, por eso... ¿Paspo un sale de do?

Claro, por eso digo que hay que tener,

cuando aprobimos causas justas que tienen su justicia,

hay que también saber tener cuidado,

porque a veces estamos aprobiendo en el paquete

cosas no tan justas, ni tan buenas, ni tan razonables.

Es que el mundo es tan complejo, ¿verdad?

Hay tantas aristas y hay tantos mecanismos

que están interconectados,

que a veces es complicado aislar una sola cosa,

quedarte con ello, y esto lo vemos,

con lo que hablamos sobre Israel.

Continuamente, nada, o sea...

Nada, o sea, no hay blanco en negro...

Inventira el blanco negro en el sistema

que en las paletas de los pintores.

Claro.

Y en el cine.

Son ni más de grises.

O sea, no hay...

Al otro lado lo hablamos aquí.

Hasta el mejor hijo de puta del mundo

tiene ángulos que lo hacen absolutamente...

Sí, sí.

Tiene hijos a los que quiere, tiene una madre,

tiene una tal, le gustan las flores, le gusta su perro.

Tiene un momento de confesión de caridad,

o a la persona más buena del mundo,

puede tener un momento de locura, de venganza, de rencor...

Comardía.

Entonces, claro, lo que hacen es,

para mí la educación es enseñar al ser humano,

hombre o mujer, a entender eso,

a comportarse de acuerdo, a cuando llega el bueno,

decir, bueno, es bueno, pero a lo mejor me la...

El bueno es malo, pero a lo mejor resulta que tiene caro.

Y para mí esa es la educación de verdad,

que eso se hace en la casa y en los colegios,

con los libros, pero es lo que nos está haciendo.

Les están vendiendo a los jóvenes

en muchos lugares de este occidente,

tan sentenciado a tantas cosas,

un mundo que no tiene que ver con la realidad.

Bueno, es que es bueno.

Claro, un mundo de todo el mundo es bueno,

todo es fácil, si quieres puedes, y a veces no.

A veces, aunque quieras, no vas a poder.

O te van a joder por un lado o por otro.

Pero bueno, es lo que hay.

Y bueno, yo, pero bueno, me pregunto el contexto.

Claro, hombre, lo que decías, tú te bajas,

pero antes de bajarte...

Me pregunto el contexto, ¿por qué me voy a caer?

Claro. ¿Qué más me da?

Claro.

Es bueno, es que...

A veces dirán, perre, vete a dos, comilla,

fascista y la mofota,

verán el trocito que les cites a cada cuarentena.

Pero ya estás acostumbrado, no viene de una.

Mira, estamos hablando de esa zona, pues el Líbano.

Tengo fotos del Líbano, algunas espectaculares.

Sí, es un tiroteo.

Tengo un par de fotos de combates en el Líbano.

Eso es en Perú, se llamaba Hakim y se llamaba George.

A ver perfectamente los nombres.

Ostras.

Sí, era un grupo, esos son cristianos,

son falangistas libaneses.

Tiene que ver con los falanges aquí, son cristianos libaneses.

Y vamos por esta carretera, había más gente por esto,

y empezaron a tirarnos de otro lado los palestinos,

precisamente, de otro lado.

A unos 100 metros estaban los otros.

Entonces empezaron a defenderse.

Yo hice la foto, me pegué una pared,

por eso estoy de pie, estoy herido,

pero tengo una pared detrás que me protege,

haciendo la foto de ellos y les foto el frío de él.

¿El Líbano qué situación había en ese momento?

Complegísima.

Palestinos, sirios y relíes,

el Líbano es de derecha, de izquierda...

Ahora hay un vacío de poder, ¿no? Vestajes voláe...

No han destruido el Líbano, han destruido entre unos y otros,

los palestinos, los sirios, todos los mismos libaneses.

¿Cómo era Beirut?

Yo lo conocí en 1974, era una maravilla.

Era una ciudad como en mis lecturas, en mis novelas.

Tenía Sauran, ¿no?

Tenía ese mundo, esa herencia turca de gente mayor,

con el feth rojo y con el tespí,

el rosario ese de ámbar, el periódico,

tomando el narguilo, el cafétal, el puerto...

Tenía ese ambiente de película, digamos, de los años 30.

De los otomanos, ¿no?

Todavía lo viví, después de todo eso.

Beirut tenía mucha fama a eso, de que era un sitio impresionante.

La gente era una mujer guapísima,

convivía muy bien cristiano-muso-manoia, ningún problema,

pero todo esto los emputeció y los terminó envenenado.

Terminó envenenado.

Por eso uno quiere los egipcios que los palestinos...

Vayan los refugiados allí.

Los palestinos que fueron al Líbano

no fue lo que empezaron a complicar las cosas.

No por culpa de ellos,

porque la vida tiene dinámica y es muy peligrosa.

Si esta foto arregó, esto fue en el año 76.

Lo que fue muy bien ese día.

¿Sí?

Esto que era un pequeño conflicto de...

No, eso fue la guerra del Líbano, la guerra.

Eso fue una guerra que duró desde el año 76

hasta el año, bueno, duró mucho tiempo.

Esta fue la fase madura, la fase batalla de los hoteles,

la fase de la matanza de la grandes,

y la fase de sabores.

Sabéis que no sabéis que la fue después.

Porque este tipo de combates, claro, aquí no hay trancheras,

aquí no hay coberturas.

No, había trancheras, pero esto fue combate callejero.

Nos pillaron ves en la sopra del edificio y aquí estaban...

Entonces íbamos y, bueno, me pegé a la pared

y hice varias fotos y ésta es una de ellas.

Me acuerdo muy en George,

porque fue esto bueno, estoy usando compas y hablando de tal.

Y Hakim.

¿Y qué te contaba esta gente que vive en plena guerra?

Fíjate aquí, aquí está fácil que los maten sin cobertura.

Eran críos, se tenían, no, pero mira, si te das cuenta...

Esto sería muy joven.

Si te das cuenta, aquí hay un edificio y aquí hay otro.

Están corriendo a refugiarse,

ese se para disparar un momento,

pero el momento que este llega, levantará el fusil

para que este pase y se romperán aquí.

O sea, están corriendo a protegerse.

Vale, van de cobertura a cobertura.

No están combatiendo, están eludiendo el fuego

que les hacen desde este lado de la calle.

Eran críos, hay a tener, no sé, 19 o 20 años.

¿Y esta gente que cuando estabais tomando compas?

Como un crío del otro bando,

como los críos del otro bando igual,

te contaban sus novias, sus amores, sus frustraciones,

sus sueños, los estudios frustrados,

lo que querían hacer cuando fueran mayores,

cuando a la guerra acabara,

lo que soñaban con tal, lo que le da música que le gustaba,

eran críos.

Y el otro bando lo mismo,

pues esto ahí sube con todos los bandos.

Y era lo mismo, no, en ese sentido.

A veces incluso confundo, los recuerdos, no sé,

esto me lo dijo aquel, lo dijo el normal.

Una vez uno de ellos me...

En este mismo grupo, en este aquí,

una carta le había escrito a una amiga de Brasileña,

que él no leía a Brasileño,

y quería saber que quería esto una vez en Beirut,

una carta, si era una carta de amor, y tal, y ahora li...

No una carta de amor, pero se la adorné un poquito

para que le soñaba a tal.

Sí, tío, eso es claro.

Cuando es esto con todos ellos, claro,

esos buenos y malos...

Es tan complicado todo.

Claro, compartes copas con ellos y, al mejor,

cinco días después matan a un niño, ¿no?

Exactamente, los mismos, ¿no?

Los mismos que estabas de risas y...

De hecho, hay una foto que están teniendo un palestino

que le están poniendo fusión en la cabeza y después lo mataron.

Se está seguiendo el agujero y le están poniendo el...

Esa, esa, esa.

Hasta ahí la tenemos, esto también sería comentar.

¿Es uno de ellos?

Este es un...

Este es un...

No me he conocido si era de las franjias libres o de los otros.

Era Cristiano Iván Esegur, y este era palestino.

Lo vieron y después lo mataron.

No me dejaron hacerlo un momento.

Lo mataron, o sea, no me dejaron decirlo.

Yo, pues, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.

Me dijo, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.

Lo, lo, lo, lo...

Sí. Tiro eso al aire, ¿no?

Ahí está, cuando les están...

Aquí lo habían capturado.

Sí, sí.

Lo habían capturado.

Intentaron un golpe de mano.

Lleguieron, y este se quedó retrasado.

No se, está verido, de una pierna o sea, y lo pillaron, y...

¿Y se lo llevaron?

no hacían prisioneros. No hacían prisioneros en esta época, no. O te dejan o te marcan.

Reconoco porque esa camiseta era típica de los cristianos libanes. Era como el uniforme

un poco en esa época. ¿Tienes tuviste con todos los bandos? ¿Os permitían a los periodistas

estar con los diferentes? Bueno, yo iba a Damasco, volvía a Prentarot, a Chipri, a

Prentarot. A veces pasaba la línea, pero a veces ibas a otro país y volvías. Pero

sí, sí, estabas con todos ellos. ¿Se ibas por zonas un poco a veces, por donde te dejaban

pasar o podías pasar? Parece que era mi trabajo. Aquí tenía 24 años. 24 años. Pena forma.

Hombre, aquí pudías correr. Corrí muchas veces. Todas las direcciones. Esto también,

esto es muy bueno. Sí, ahí tengo 23. Esta es muy buena. Esa mismo, están los en Líbano.

Aquí yo hubo uniforme, porque me obligaban a estar con ellos. Porque no se vea que eres

un civil. Si me iban a pillar los otros me hubieran cortado en rodaja. Pero hay uniforme de los

cristianos libanes. ¿Cómo es estar en una trinchera? ¿Notas incluso los impactos?

Depende, sí. A veces sí, a veces que sí, a veces que no. Pero aquí no había peligro.

Si el tío se me hizo la foto, era uno de ellos con mi cámara. Si me puso y empecéme la foto,

no había mucho peligro. Me dijo, no, agachamos ahí porque ya ves que estamos al nivel de los sacos.

Si el tío se me hizo la foto, es que en ese momento no hubiera. Es que nos estaba antirotando. Si no,

no se hubiera levantado. Si no, la foto estaría hecha. Claro. Creo que era joven. Todavía fumaba.

Aquí con el cigarrillo. Como el estrelógico era el Omega, el M4 que todavía lo tengo.

Sí? Te ha acompañado en... Ya no, ahora uso otro, pero ese fue el que hizo toda mi guerra durante

21 años. Y aquí te acuerdas de cómo veías el mundo, de qué pensabas. Ahí todavía el mundo era una

aventura. Era una aventura, ¿verdad? Ahí todavía no había adquirido... Yo todavía era joven y cruel.

Aún no había... El mundo que vivía aún no me había mellado lo suficiente para hacerme

sensible a ciertas cosas. Fribolizabas más. Sí, sí. Era una aventura. Para mí era adrenalina.

Aquí sí que estabas de aventura. Sí, sí. Chicas guapas, viajes, compañeros, emociones,

noches tal, copas, tal, emoción, tensión, tal. Era el momento en el cual uno es... Es

cuando te matan, además, cuando eres irresponsable, pero por suerte no me mataron. Y después

evoluciones, pues ya te haces compasivo, ya vas descubriendo, ves en la gente que sufre la

cara de tu hermana, pequeña de tu tal, de tu madre, ya te vas humanizando, pero en esta época era

despiadado como los jóvenes suelen ser en situaciones así. Era un joven que buscaba aventura.

Claro. Beirut en contraste, ¿no? Sí, en Beirut en estos años. Fíjate que época aquella,

una época magnífica, en los años 70. ¿Tienes alguna aventura que voy a compartir de esas noches

otomanas? No, aventura. No, entonces no sé si estoy al sida todavía, por ejemplo. Fíjate,

claro, un joven de 20 años, entrando por el mundo con una mochila, con dinero para poder,

claro, la guerra son caras de cubrir, ¿no? Y bueno, claro, el mundo era un lugar fascinante. Amigos

que te hacía, llegabas a un sitio, te rodeabas con la gente, en un bar, en un burdel, en un restaurante,

en un hotel, en una trinchera, ¿no? Amigos que te había conservo, dice. Qué bueno. Qué

bueno. Ese momento fue, mi momento de deslumfrón, tres, cuatro años iniciales extraordinarios,

fascinantes. Era como ir en una especie de sueño de película. De aventuras, ¿no? De aventuras, ¿no?

Después ya te haces adulto y ya empiezas a que deslumaras como compasión, como remordimiento,

como angustia, el horror ya, gente cuando estaba en la guerra de Chipre, que fue de mis primeras

guerras, estaba en el hotel, la noche de la invasión turca, bueno, le atacaron toda una

invasión turca de Chipre. Todavía están allí. Entonces estoy en el hotel y digo de noche,

entonces abro la ventana y veo todo el cielo de 19 paraquedistas cayendo a 200 metros del hotel,

paraquedistas turcos, ¿no? Entonces bajé, bajé exultante. Se me notaba la alegría en la cara

porque era la guerra y yo iba a hacer fotos y ya estaba en la guerra, ¿no? Qué actitud

indiferente a la que tendría dos, tres años, cuatro años después, ¿no? Pero para mí ese día

fue y salía la calle, me acuerdo, fui corriendo hacia el lugar donde estaban los combates y

vi a que estaban los chipreos de Chipre entonces es un mujer con tiempos bigotudos, todos serios,

tal ahí, la radio llamando a que el mundo fuera a luchar el turco del enemigo de todo la vida,

¿no? Y yo decía, esto es como en Leleada, ¿no? Un lises de Héctor se despide de Andrón Macatán,

era, vivía una especie digamos de sueño, heroico, épico, aventurero, era un crío, pero

después todo eso me cambió. Cuanto ya la guerra empezó a seguir, ¿verdad? Y empezó a aplicarme

la sangre, a ver que los muertos no se levantaban y que yo mismo forma parte de eso, ¿no? Y que

ya la cosa cambió y ya me hice distinto. ¿Hay algún hecho concreto que te hiciera click?

Hubo varios, varios. ¿Sí? ¿Hay alguno que puedas contar?

Heritera fue para mí muy importante. ¿Hay fotos de Heritera también?

Heritera fue, yo en la heritera tenía 25 años. Fui duro hasta hieritera, fue digamos mi última

aventura y mi primera. Tu primer concepto de ir aventura. Ahí cambió, ¿no? Un poco.

Sí, ahí cambió. Pues mira, luego me dices a Heritera porque tengo fotos también.

Ahí vi el horror y vi lo de los buenos y los malos, ¿no? Vi que la gente buena hacía cosas malas

y la gente mala hacía cosas buenas. Ahí lo viste, ¿no? Va a terminar con el tema del IVA, ¿no? Tenemos esta.

Ah, sí. Esa foto ha sido muy bruyoso de ella. Esto es un bombardeo nocturno, ¿no?

Sí, verud de noche. Sí, es un combate nocturno. Estos son balas trazadoras.

¿Sómen? Vale. O sea, abajo no se veía nada, como ves, ¿no? Entonces, había que para poder verlo

en todo lo que hice fue, me subí a un edificio, puse y durante 10 segundos se abrí la cámara,

el objetivo. Vale. Entonces, en 10 segundos pasó todo eso. Entonces, y esa foto...

Estas son balas, ¿no? Sí, son balas trazadoras. Wow. Son explosiones de bombas y son balas

trazadoras. Les salen o pegan en los bolas. Estas. Esa foto es una foto... No os tapo,

esa foto es especialmente buena. Pero para mí... Claro, técnicamente tenía que ser muy complicado

hacer fotos así en esa época. Habría así la cámara ahí. Claro, de exposición.

Hice así con la cámara, la apoyé en el alféizar de la ventana arriba, me agaché y tuve 10 segundos,

pa, pa, pa, pa. Y después la... Y les puedo subir un montón de pisos. Eso es la batalla de los hoteles.

¿Batalla de los hoteles? Sí. ¿Qué pasa en la zona hotelera de...?

Los hoteles se luchaban por los hoteles. Estaban en los pisos, los parecían los hoteles,

se mataban en un piso a otro, fue... Claro, Bairutur era una ciudad muy turística,

o sea, con gran... O sea, con gente de todo el mundo, ¿verdad? Sí, muchos hoteles.

Europeos, americanos, árabes... Pero tenés que recuperar lugares altos,

eran muy importantes para poder irse y poder controlar la ciudad. Entonces se luchó muy duramente

por todos ellos. O sea, fue un conflicto muy duro en Beirut.

Batalla de los hoteles, no, por eso. Me dijeron que quedaron muchos destruidos.

La última que tengo de... Que tengo de... Del Líbano. A ver, si encuentro el ratón,

que a veces con dos pantallas me hace la malda. Mira, es esta.

Ah, sí. Eso es en la plaza del centro de Beirut. Sí.

¿Esto es en...? ¿De qué jovencito era?

Sí, esto que 23 años... Esos años 76. 24. 24 años, ¿no?

Aquí aún en plena aventura. ¿Esto es cerca de la zona de la foto anterior?

Esto es justamente... Esto es la zona verde, o sea, aquí estaban los otros.

O sea, estamos en la zona, pues estamos a cachar. Estamos... Es justo en la zona,

en el límite de lo Beirut, del Beirut, musulman y el Beirut.

Vale, justo la línea ahí, de ahí. ¿Qué recuerdas? ¿Decuerdas ese día? ¿Recuerdas eso?

Sí, que me dijo si quería disparar. ¿Nunca habías disparado hasta el momento?

No, había disparado, pero no. ¿Pero no en armas de conflicto de guerra?

No, no. Yo solamente disparo en mi vida, solamente en Eritrea, por razones que...

Hay una foto de ello, que vas con un fusil. Sí, pero eso es otra cosa. Pero aquí no digo que...

¿Qué disparo? Te dije, no, no, no. No te dio curiosidad para... No.

¿Quieres otro tipo de aventuras? No, claro.

Este, un amigo de este me enseñó un frasco de...

Mira, me enseñó, yo pensé que era melgotón en Amibar, y eran orejas.

Me entías en alcohol.

Ustia, suerte que no me viste.

No, no, me dijo, mira, todo orgulloso, no, mira, los he matado yo.

O sea, que ya viste una crueldad,

porque estoy a escase, son actos de crueldad,

y de orgullo, ¿no?, de masacrar al rival,

bueno, que es que deshumaniza al enemigo, ¿no?

Solo habrás visto mucho. En todas partes.

Se deshumaniza al... En todas partes.

El odio está tan intenso, es...

O sea, eso de que veos en las películas de que el enemigo

lo miras con compasión y tal y lo ayudas y tal, tal, tal.

Ya es el cigarrillo, ocurría, no digo que no hay grupo,

yo no lo he visto nunca. Nunca lo has visto.

Yo he visto mucha saña y mucha...

El enemigo es al enemigo, te están disparando, yo lo entiendo,

o sea, te están tirando, te están tirando, pero es el que te va a matar,

o el que a quemó tu casa, o el que voy a ir a tu mujer y a tus hijos,

el que puede, yo qué sé, de a ver a tus amigos,

o el que lo he hecho ya, ¿no?

No, eso de la compasión por el enemigo,

eso es más literario que real,

y no digo que no ocurre, pero más literario que real.

Lo normal no es en contarse eso.

Ese momento de amistad, incluso, entre dos soldados enemigos.

Puedo ocurrir, insisto, puedo ocurrir,

pero normal es que se tengan muchas ganas.

Y eso lo has visto incluso en conflictos

que antes eran gente que estaba unida,

que eso también es una pena.

Personales que, a lo mejor, eran amigos, conocidos, familiares

y se separan. Y en los balcanes, en los balcanes.

Gente que eran amigos, después de la denunción de uno al otro,

pero eso ocurrió en España, en la guerra civil.

Gente, o no, ese rojo, ese tal, ese tal,

es que la guerra civil son muy cabronas.

La guerra civil, pues sabes, una guerra normal,

el enemigo es un soldado, vale,

una guerra civil, ahí están todos los rencorres.

Estás en tu casa, en tu jardín, en tu calle, en tu pueblo.

Entonces, claro, tú sabes que aquel te quitó la novia,

aquel se llevó a la cabra, aquel te quitó la tierra,

aquel heredó lo que tú no le traes,

aquel baile, se emborraché, te pegó una hostia.

Entonces, claro, tienes todo eso,

y eso lleva, y él le oló a cualquier nivel

político, social, nacional o municipal o local.

Entonces, claro, la guerra civil afloran todos los rencor,

porque como el ser humano, cuando se pone hijo de puta,

es muy hijo de puta.

Entonces, claro, la guerra civil es el pretexto perfecto

para justar cuentas.

En los balcanes, un pueblo en el cual a la guapa del pueblo

se la follaron todos los del otro bando.

Era la tía visionada, la chica más guapa,

una chica, la vi, la conocí, no le coní,

pero la chica alta rubía un tipazo.

Que todos iban detrás.

Normal que no la mataron, no la mataron.

Entonces, los del otro bando fueron una noche a su casa,

y fueron como 15 o 20 y se la follaron todos.

Entonces, esa bileza, la impunidad que tiene,

y la guerra civil, porque se habían quedado a la guapa del pueblo.

Gente que era normal. Un tiempo antes.

Pero la gente normal, Jordi,

tiene en la cabeza muchas cosas turbias también.

¿Vais a que no la manifiesta?

Todos las tenemos. Entonces, ¿quién lo tiene con eso oscuro?

Todo tú, cualquiera.

Pero gente que los tiene de una manera casi psicopática.

Entonces, claro, hay gente que la gente normal hace cosas.

Es que la guerra no es gente normal haciendo cosas normales.

Es gente normal haciendo cosas normales.

Porque el horror y todas estas cosas son normales.

Lo que es que no siempre tenemos ocasión de demostrarlo.

Pero tú dale un tipo, un fusil, impunidad,

compañía que lo anime,

dale un dios que lo bendiga, al ajo al bar,

un dios que lo bendiga, a Dios le parecen,

como es una puta judía, puedes degollarla, violarla y escupirla.

Porque Dios que te rige lo quiere.

Pues tú la escupen, la violas, la machaca, la de huellas,

está y dice, papá, mira, a una puerca judía, tal.

Y en tu pueblo lo dices, cojonudo.

A ver, Mohamed, qué idiomas estupendotas fenomenales.

O al revés, el otro, el ortooso, tal.

Y es eso, porque lo tenemos ahí.

Entonces, cuando la ocasión se da, no todo el mundo es exhibe.

Y gente que es buena, de verdad.

Incluso en un conflicto...

Un conflicto que es buena, pero claro,

todos tenemos lo oscuro cuando la vida te hace posible

que aflore esa oscuridad a veces, de una manera terrible.

Al revés, es como que sale la parte pura del humano mala y buena.

Esa pureza, ese instinto.

Te lo dije otra vez, yo justamente, para mí,

la lección de vida de la guerra, no ya la seblosas,

el episodio, las historias, las fotos, etc.

Es la mirar el conocimiento del ser humano, ¿no?

O sea, yo no vería el ser humano

igual si no hubiera pasado tantos años allí.

Al ver al ser humano en lo bueno y lo malo,

en las mismas personas haciendo lo bueno y lo malo al mismo tiempo,

o con pocas horas de diferencia, para mí fue asombroso.

Yo pensaba que el mundo era bueno sin malo.

Pensaba que los guardias eran buenos,

los curas eran santos, los políticos eran honrados,

pensaba que ibas al molitio, ibas al cielo, qué tal...

Se imaginó inocente, ¿no?

Claro, todos los críos con los que lucaban,

a mi generación, en ese mundo, ¿no?

Entonces, de pronto, descubrí que no.

Entonces, acá, la guerra fue una...

A mí, yo, como leía, tenía una preparación, digamos, previa,

que me ayudó a digerirlo con más...

Fue el ALMAX que me permitió digerirlo bien.

¡Qué eficaz, claro!

Pero, claro, la inmersión en ese mundo fue, claro, fue...

Claro, me di cuenta, claro, es que esto es la vida de verdad.

O sea, yo... O sea, mi mirada...

Mi mirada... O sea, yo soy lo que la guerra hizo de mí.

Yo iba a la guerra, comenté esto,

como que se internaba como un soltóndo entre un enemigo, ¿no?

Y va, tal.

Y empecé con una cautela, ¿no?

Viendo, y todo lo que veía, me dijería,

me vale, me vale, me vale, me vale, me vale, me vale, me vale,

me vale, ¿no?

La más guapa del pueblo se vende por un paquete de cigarrillos,

una semana después, el más rico del pueblo que está ruido,

diciendo, por favor, no me mateis, no me mateis,

llorando porque lo van a matar,

el que hace un mes era el dueño de vidas y haciendas, ¿no?

Entonces, claro, te da un sentido de lo relativo,

un sentido de la vida, de la muerte, del dolor, del ser humano,

tan intenso, tan... Claro que, claro, a mí no me traumatizó,

hay gente a la que le destroza la vida, ¿no?

Pero yo, por suerte, por lo que sea, por mi cabeza, por mis lecturas,

por la manera de ser que tengo, fue nutritivo,

que si ya te suena horrible, ¿no?

Pero fue nutritivo, nutritivo, me educó,

ahí me educó el colegio, lo vió, lo vió el latino,

mis padres, metal, todo... Y la guerra.

Y la guerra.

La guerra fue donde todo lo que yo había leído,

lo que ya me habían contado, lo que tal,

lo que mi abuelo me decía a ese Arturo,

ten cuidado con eso de buenos y malos, tal...

Y ya te lo decía, ¿no?

Me acuerdo que me dio la guerra, me dió la guerra.

Y le hicieron la guerra, además.

Ten cuidado con eso, tal, que no siempre está tan claro la línea,

aquí vi que tenías razón.

Y, bueno, pues fue mi escuela, ¿no?

Por eso, aunque no...

Digo, la guerra no es algo que yo desea a nadie, ¿no?

No, pero...

Pero es verdad que yo la guerra le dio...

Es un aprendizaje extraordinario.

Como no puedes encontrar en ningún sitio.

Es extraordinario, es extraordinario.

Miles de personas luchando por su vida.

Es extraordinario.

Con todo lo que conlleva eso, ¿no?

Para mí, para mal.

De fies de Eritrea.

Aquí tenemos imágenes de Eritrea,

y te dices, un país...

Poco vino Aníbal Bueno, fotógrafo,

y contaba que es un país hermético,

se dice como la Corea del Norte de África,

que yo no sé cómo estaba en ese momento en el que tú estuviste.

Aquí tenemos una imagen terrible, ¿no?

Bueno, terrible.

Los muertos.

Los muertos.

Los muertos no lo pasen, señor.

Bueno, claro.

Espero que no me deprogramas YouTube con esto,

porque aquí realmente...

Los muertos, los muertos.

Ahí se le han quitado las botas,

ahí le han quitado las botas.

Yo no tenía los editores, no tenía gran telecría,

le daban las botas y las armas,

y lo despogaban de todo lo que podía servir,

se lo quitaban.

Ahí hay otra, ahí al fondo.

Esto es el banco de TSN,

y lo asaltamos, bueno, lo asaltaron ellos, ¿no?

Iban con ellos, y bueno, y después del combate,

pues mataron a todos los que había allí, y bueno...

¿Qué tú tú lo viste en primera persona?

Sí, sí.

Se acutaban.

Sí, sí.

Bueno, esto no es tu único combate.

Los muertos los mataron detrás en el patio.

Esto fue en combate, esto los mataron combatiendo.

El ataque en el asalto.

¿En ese momento qué situación había en el país?

¿Quién luchaba con quién era la guerra civil?

La guerrilla Eritrea era forma más parte de Etiopía,

en el norte de Etiopía.

Entonces, la guerrilla Eritrea quería ser independiente.

Pues, como imagínete que aquí, pues...

Sí, como si los catalanes, ahora, los vascos, se ven...

Pues eso, ¿no? Te van a decir eso.

Lo consiguieron.

Lo consiguieron. La guerra muy dura.

Muy cruel.

Ahí lo pase muy mal por muchas razones.

Muchas razones.

Lo consiguieron.

Consiguió una independencia.

Ahora son independientes.

Y la creación de ese estado tan hermético...

No vuelvas a ver nada de ellos, no volvíais después.

¿No volviste a esa zona?

¿Hay... hay imágenes...?

Sí.

O sea, esa foto fue portada en un montón de periódicos en todo el mundo.

Se la hice allí.

Este lo habían matado.

Esa foto que ha visto antes está hecha ahí, en ese portal.

Ah, es aquí, ¿no?

Sí, sí. Se lo habían matado aquí, en el asalto.

Y esto fue un tipo que quería.

El quería escapar de ahí, saltó.

Entonces, estaban aquí, le tiraron y lo mataron.

Entonces, fueron corriendo a quitarle lo que tenía.

Y yo me acerqué.

Entonces, el tío Albert me llegaba y dice...

Make me one photo.

Y puso el piénsima para la foto.

¡Jos... tío!

Entonces, yo hice click y le tomé la fotografía.

Este fue el que le disparó, fue este.

Y, bueno, y está, por acaban de madar, estaba recién...

Sí, esa foto fue portada en el aeropuelo

y la se vendió en todas partes y salió en muchos periódicos.

Ellos eran de la guerrilla de...

Interioreación.

Interioreación de la guerrilla.

Ajá.

Unos tíos estupentos, por otra parte.

Claro, es lo que decíamos, ¿no?

Es que, a mí me había hecho esto con ellos un mes.

Y me cuidé y tenía disentería.

Y me cuidaron de maravilla y eran unos tíos formidables.

Pero se había tocado a no serlo.

Y por la tarde fue peor, por la tarde fue...

No hay fotos. Fueron las violaciones, las reyocusiones

y por la tarde fue peor.

Y tú estabas ahí presente...

En esos casos...

¿Alguna vez te has planteado

cuando hay cosas tan, tan, tan barbaricas de irte?

De irme. Sí, decir, no puedo...

Claro, no tenías sitio, ¿no?

A ver si estábamos, eso es el culo del mundo.

¿Dónde me iba a ir? No.

Pero aparte, yo estaba ahí para contarlo.

A ver.

O sea, que ser muy fuerte para...

Yo no fui allí para tener emociones.

Yo fui porque quería contar lo que pasaba en la guerra de Eritrea.

Que era una guerra dura y muy poco conocida.

Entonces, en la batalla de SNI,

yo entre el único pedidista que entró con ellos en la ciudad.

Después de estar un mes con ellos esperando esa batalla.

Y estaba enfermo, pero entré con ellos.

Y bueno, y yo no me planteaba irme o no irme.

Yo había ido a trabajar y cuando terminé...

¿Pase lo que pasó?

Cuando terminé, me fui.

Ahora que me costó irme, me costó mucho irme allí

porque la cosa se puso muy mal.

Pero... Pero...

¿Es par en qué me bajo o no?

Es como el mal.

Puedes decir, par en qué me bajo.

Tú la asumes y era mi trabajo y sí que era mi trabajo.

Y me gustaba mi trabajo y lo hacía bien.

Era un buen reportero y no era más fotógrafo.

Algo de cosas que bueno, que no se daban mal.

No vean cómo ves.

Pero bueno, pero...

Pero, ¿cómo hizo la foto?

Claro que hice la foto. ¿Cómo no voy a hacer la foto?

Primero el tío me dice, make me one photo.

¿Qué le vas a decir? ¿Qué no?

Pero no, aunque no lo hubiera dicho, lo habría hecho.

¿Por qué no voy a hacer esa fotografía?

¿Só una foto cojonuda? ¿Cómo voy a hacer esa fotografía?

La guerra es el horror, el dolor,

es el desprecio por el ser humano, ¿no?

Y esa foto, ahora le taparían a el muerto que no se viera

y le quitarían el barro a la fotografía.

El ser humano es capaz de esto y ese tío

es capaz también de cruzar una calle bajo el fútbol

para traerme agua porque yo estoy enfermo

y por la mañana el tío cruzó la calle para traerme agua.

Ese chico lo dice. Ese mismo chico.

¿Cómo entender?

Claro. Y hace eso. Y es el mismo individuo.

Entiendan ustedes, kretinos,

que el ser humano es capaz de las dos cosas, la misma persona.

Y que eso es tan humano, tan natural en la vida humana,

como un ar o un niño,

o besar a una novia, o tapar a una criatura desnuda.

Es tan humano, es igual humano.

Es una barbaridad. Claro, pero es que el ser humano también es bárbaro.

Es que el ser humano es salvaje y es cruel

y es despiadado muy a menudo.

Y cuando tienes a Dios o al nacionalismo,

en este caso el nacionalismo, lo tienes detrás,

todo está justificado.

Claro, es que cuando tienes una coartada,

cuando tienes a Dios detrás o cuando tienes a Dios,

que es lo peor.

Es lo peor que el nacionalismo.

Claro, si Dios está en mi parte...

Todo está permitido.

Lo que dijo aquel es que llevo un demonfort con todos los cáteros,

matarlos a todos y digo que Dios reconoce a los suyos.

En la duda, matarlos a todos y a Dios habrá quienes son los suyos.

Dios, Dios, Dios.

Por eso yo, que no soy de antirligios,

yo creo que uno les llama la pinta de tambor,

que además que habla de un cura exoanuevela,

yo creo que la región es necesaria, ¿no?

Es consuelo para gente que cree.

Yo no creo, vale, de acuerdo, pero gente que sí cree...

Y que la llevesía en el lisa siguiente.

Oye, que estupendo que haya, pero otra cosa es que el cura

me esté dictando la vida y lo quedo.

No, hija mía, tu marido no le hagas eso,

que eso es pecado, eso de Dios no lo consiente, qué tal.

O que se metan en la vida, que te pongan el velo,

que no, tal, que en el pulpito...

No, porque en este pueblo hay una...

Hay una tal que...

El blasfema.

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.

Dios es muy peligroso, Dios es muy peligroso, muy peligroso.

Y yo prefiero un día a Dios,

pues yo he visto unas cosas que si hubiera Dios,

me habría gustado su día, pedirle cuentas, ¿eh?

Claro.

Ven aquí, tú has consentido...

Y esto es lo de... Esto es una minucia, ¿no es Dios total?

¿Has conido esto? Hijo de puta, ¿has consentido esto?

Son unas grandes preguntas, no.

Prefiero que no haya un Dios consciente,

hay a lo que haya, ¿no?

Yo digo porque si hubiera un Dios consciente,

se haga responsable de muchas barbaridades, ¿no?

Así que prefiero, prefiero mantenerme lejos de ese concepto, ¿no?

Dependiendo de lo como no hay esazzar,

sobre la naturaleza, en la vida del cosmos, tal...

Sí, es el propio humano que se sabe.

Pero no me busque, si hay una inteligencia,

maldita sea su estampa, la desinteligencia.

M-hm.

Más fotos, aquí tenemos una de...

Sí, ese es el morterazo.

De morterazo.

Esto llega a caer unos metros más y a lo mejor ya no estás aquí, ¿eh?

Bueno, que yo... No, pero me levanté, o sea,

hice así y me levanté y hice la foto

cuando ya había estallado, ¿no?

Esto ya es el humo de la explosión, no es la explosión en sí, ¿no?

Notaste, ¿no?

Sí, se levantó también, estábamos todos...

Bueno, a este le fue de...

Sí, sí, conceptamos a alguna distancia,

cayó en medio, por suerte no hubo nada,

pero sí cayó muy cerca, eso fue en el ataque de Disney también, ¿sí?

Un morterazo.

¿Es morterazo? ¿Se escuchan? ¿Escuchas el ruido?

Ese no lo vi, a veces sí, a veces cuando se lo vi.

A veces...

¡Tum! Que sale, ¿no?

60 milímetros, ¡tum!

Lo de Jero, a Taguero, lo de Jero...

Y eso era muy bueno, ¿eh, cuando lo contábamos?

30 segundos, o sea, 3 segundos, o sea, pero eso no es esto, ¿no?

Había un bosque que caía, se había que caían y está...

Además, el mortero no lo llegaba, mientras que a veces...

El cañonazo lo oye... ¡Ras! que llega, ¿no?

Que es subsónico.

Ajá.

Que es subsónico, sí, subsónico.

El mortero te llegaba arriba y no lo llegaba, ¿no?

Y este no espió, ¡bum! pegó, fue la suerte, la suerte.

Siempre he tenido mucha suerte, mucha.

Sí, porque aquí va de metros.

Sí, pero la foto de esa foto estoy orgulloso de ella.

Me dio tiempo de tener la cámara preparada.

Además, me imagino que te hubiera tenido el foco en otro...

En el cuarto o en el telémetro tal, pero...

Y sí, claro, no, ni siquiera mire por el objetivo, ¿no?

Y salió la foto, salió ya, ¿no?

Otra foto que intenté, no salieron.

Está así, salió.

Está así, salió.

Y hay una, fíjate, esta.

Esta es la única vez...

Esa foto está mucho tiempo oculta.

Ah.

Ha estado mucho tiempo oculta.

La única vez que tú has estado con Armado, ¿no, en conflicto?

Ha estado mucho tiempo oculta.

Esa foto muchos años, durante muchos años, no se publicó.

Nunca se publicó en ningún sitio, no lo quise publicar.

Y aquí la tenemos.

Se puede contar alguna cosa, se puede contar el motivo, ¿no?

Esa es la única vez que tú has estado armado en un conflicto

y la razón.

Pues que, al final, yo entré y, normal,

yo ni armas, fotos, tal, tal, pero un contrata que tíope muy intenso.

Con aviación pilotada por cubanos.

Y entonces empezaron a... No me achacaron.

Entonces, bueno, tiraron la palma,

fue muy duro en la palma de la vera.

Y en la palma, cuando te quedé cerca, se quemó el...

¿Tú has estado en un sitio andantero en la palma?

Sí, encima no, viste, aquí estoy.

No, pero creo que en la palma es bueno del Inam, ¿no?

Pero en la palma, lo peor, aparte de que te cae a eso,

aunque le cae allá el no, pero bueno,

es que en la palma consume el oxígeno que hay alrededor,

el fuego, entonces, durante cuando cae

relativamente cerca, como paso, te quedas sin aire que respirar.

Entonces, en la sensación de asfixia,

porque no hay oxígeno, es terrible, o sea, recuerdo peor eso.

O sea, esa masa, esa angustia que lo que es el bueno.

Y huele tanto, como dicen, en la palma.

Aquí huele...

Bueno, en la palma, huele a carne cuando pida gente,

huele a carne que me va a dar, sin duda, ¿no?

Pero huele a una mezcla de jabón y gasolina.

Wow.

Jabón líquido y gasolina, sí, a más o menos el olor de la palma.

Con lo que te decía.

Entonces, la versión, tío, pero nos dio fuerte,

y entonces dijeron, hay que huir, hay que largarse de aquí.

Entonces, la frontal con sudan estaba lejos.

Estaba muy lejos, a cien kilómetros más o menos.

Entonces dijeron, a 100, no a 70 y tanto.

Bueno, pues hay que irse, a Arturo, ya no podemos cuidar del teo.

Lo ponemos para el teo, toma, bújate la vida,

y debo caer.

Eres una carga para nosotros.

O te quedas aquí, o si te vienes, tendrás que medir un calánico.

Y bueno, y entonces, con este se llama Nagash, este chico.

Y también lo mataron.

Y entonces durante 15 días estuvimos huyendo de día escondidos y de noche en los bosques

estos y de noche andando usando la frontera con sudán y bueno y ahí sí, ahí es la

una vez en mi vida que llevo un arma y que en algún momento pues tuve que revivir allá

porque bueno pues no puede estar ello de paquete y tal y bueno ahora lo recuerdo ahora me alegro

porque fue otra experiencia y tal pero en el momento en el partido tenía disentería echaba

sangre y estaba muy mal estaba muy enfermo y estaba y estaba muy debil y la disentería es dura

si te puede morir de eso no y entonces cuando llegamos a después de eso llegamos a sudar

en buena agresación pero estás huyendo era un crío dentro de lo que cabe tengo una una

amigo militar me dijo tienes la borrachera de la de la pólvora del combate y es posible que fuera

yo no recuerdo no de hecho no recuerdo el momento de la foto me hizo uno de los sitios con mi cadáver

me hizo uno de los llamados de ahí entonces bueno llegamos a la frontera con sudán y entonces

cruzamos la frontera tiramos las armas y las tiré que era una especie de guad y que cruzamos

la frontera corriendo pero al verme así llevado además un chaquetón de camuflaje porque hacía

frío y los sudanes se pensaron que era un mercenario entonces me trincaron y me metieron

en la cárcel y estuve todo el día en la cárcel echando sangre y dije que no sé voy a morir

aquí como un perro y pero bueno al final convicción los sitios a los sudanes de que era un periodista

me dejaron irme no es la única semilla de que lleva un arma y eso fue uno de los motivos que

tú dices que te que te hizo hacer clic en en la cabeza claro yo claro porque es que tomas parte

activa ya claro es que ahí ya no ya no era un periodista ahí era un tío que quería salir yo quería

salir vivo de allí evidentemente no y te da una cosa cuando quieres ser vivo haces cualquier cosa

vas a salir vivo si tenía disparado y habría tenido que que pisar el cuello un tipo tal hubiera

hecho sin ningún reabordimiento quería salir vivo de allí no bueno pues sobre todo es que yo no

podía llevarme a casa no y no tomo y me dijo el de toma toma esto busca de la vida tú vienes con

nosotros pero tienes que ser un grupo de unos 20 y vamos casi todos esto no llevo este no hay en ese

mismo viaje bueno esta foto le tengo una preciosa especial pero esa foto nunca quise

publicar en su momento claro por todo lo que significa te dices de deducarte en la guerra esto

deducas en esta experiencia te dudo más que muchos otros te hizo ponerte ahí a ver o sea yo no

dispara o contra yo no yo no yo no yo no cuando tire tire dos veces dos veces yo no veía contra

quien tiraba yo veía fogonazos y veía gente que estaba en frente yo no sentí yo no vi que era

nada de esa cosa tal pero son pelicularo no de articulate entre para el atracero

con él y tal y gemiras colleadas con lo que physiological sólo estos cabrones

por decirte con cierto ahí no hay no Desert en una estructura ni sé que está

Estoy solo, coño. Arturo, para aquí está.

Entonces, claro, mi trasbalas van por todo.

Yo no sé si... Yo tiré y ya está, ¿no?

Porque, claro, tiraban todos.

Sí, sí.

Pero, claro, el hecho de estar haciendo eso, ¿no?

El olor de cuando estás tirando.

Te llamas, te quedas sordo, te dejas sordecido después.

Te... Claro, ya has formado parte de eso, ¿no?

No eres ya un testigo no implicado,

sino que ya te has implicado.

Y me sentí implicado.

Sé lo que se siente, quiero decir.

Y el saber que se siente también es útil.

Saber de qué eres capaz, ¿no?

Yo, en ese momento, habría...

Si hubiera hecho falta con la bayoneta, habría matado a quien fuera.

Se habría debollado, habría...

Sentías eso.

Sin el menor escúrpulo, sin el menor escúrpulo.

Pues, estaré a seguir vivo.

Entonces, claro, y eso me hizo ver lo que no había visto todavía.

Yo tenía 25 años.

Esto es caro, pues, para mí fue una experiencia.

Nunca he repetido, nunca he querido, jamás en mi vida he querido.

Ahora, ¿sabes qué pasa?

Lo creo, todavía se ha desmontado un calasnico a ciegas.

¿Sí? Sí, porque me he entrenado para eso, yo, en los sordidas, ¿no?

Me pongo un... Es una K47, ¿no?

Sí, yo tengo un calasnico, tengo uno que de los balcánes me traje uno.

Sí.

Que en los sordidas se podía traer un arma en un avión

por piezas y no pasaba nada. No jodas, en un avión.

Hablo del año 92, del año 94, en un avión.

Lo traje en tres viajes.

La guardia civil, la llevé, me lo inutilizaron, lo regizaron y lo llevó.

Pero tú tenías una calasnico desmontada en el avión.

Sí, lo traje en tres viajes.

Ah, vale.

Un cañón o tal, pero no hubo ningún problema.

Y en el agua civil me lo dejó Tari, lo tengo en casa.

Y todo esto, todavía puedo poner un pañón en los ojos

y a ciegas de montar el carnico y montarlo a montar otra vez.

Casi lo que practicaba allí, ¿no?

Practicabas ahí, ¿no?

Bueno, pues es una experiencia.

Tenía 25 años.

Estaba fuerte en aquella época.

Sí, no, a ver, no pareces enfermo.

No, no lo he estado, lo he estado.

No, no estás tan poco muy ergado.

Cuando hiciste lo de la borrachera a la pólvora,

¿es metafórico o es real que la pólvora te causa un cierto estado de...

Sí, te causa un cierto, te da un estado, un estado...

El respiro de la pólvora.

No, euforia, no, un estado, pues como...

No sé qué no sabría decir.

Como mareado.

Sí, como mareado, como si has tomado alcohol, una cosa así, ¿no?

El puro, cuando el puro es cargado.

Sí, sí, sí.

No había escuchado.

Bueno, eso dijo el amigo, ya no sé si...

O sea, mejor era una invención.

No recuerdo el momento, no recuerdo.

No recuerdo el momento, no recuerdo el momento.

Y eso te pasa en general con este viaje, este momento de arma,

que lo tienes difuso, quizás incluso como modo de protección,

o lo recuerdas bien muchos fragmentos.

No, recuerdo bien ese episodio,

pero es que este día no recuerdo cuándo hice lo lasto.

No recuerdo. No voy en qué circunstancia fuera.

Si tiene la bayoneta, no sé por qué tiene la bayoneta en la casa.

No sé por qué, yo no la tengo.

Pero si en poco la tengo suelta, o sea, la he sacado para algo.

Y aún no me lo he enganchado,

pero yo he enganchado con un clip aquí en el cinturón.

Entonces, aún no la he sacado, la voy a...

No sé ni qué estamos haciendo, normalmente no lo sé, no lo sé.

Hostia.

Las aventuras, mire esta foto, mire qué chula esta foto,

esto es África, si no me equivoco.

Mira lo... Sí, eso es el Sahara, sí.

Aquí en el Sahara, míralo.

Qué bueno, sí. Esta sí que te acuerdas, ¿no?

Sí, sí, sí. Aquí estás posando ya...

Eso es Tinduf, eso es Tinduf.

No, esos mapis.

No, eso es Tinduf, Tinduf.

¿Cuántos años tendrías aquí más o menos?

Ahí tenía, te lo digo, ahí tenía...

Ese fue el año 2008, tenía 26 años.

26. Aquí ya eres otro arturo peréfica, ¿no?

Aquí la aventura ha bajado.

Ya no había aventura.

Aquí hay un trabajo de enseñar lo que ves.

No, ahí tenía...

No, ahí tenía eso.

No, ahí tenía 27 años.

27 años, ¿eh? Ya eres otra persona.

Ya no, no tiene nada que ver.

Y aquí, ¿en qué situación estabas?

No, no, eso no es una de eso.

Ibamos, iniciamos con el Polisario a hacer incursiones

con la guerrilla contra los marroquíes

y en el campo de refugiados de la base de la que salimos.

Claude Grunz, que era un fotógrafo francés muy amigo mío.

Padrino después, Padrino y yo, Padrino y su hijo,

me hizo esta fotografía.

El gobelés San Sahara, me llevo en mi cámara y el reloj ese...

El que te ha acompañado, ¿no? En las batallas.

Aquí hay una que me echó mucho,

porque me parece...

Es curiosa, ¿no? El tema del banco.

Ah, sí. ¿Qué ha pasado aquí?

Cuanto más saltamos el banco de TSNI,

volaron la queja fuerte

y robaron todo el dinero, los eritreos.

Y bueno, yo hice la foto, la foto es muy mala, como ver.

La foto del dinero allí, después de la roba.

Y esto lo utilicen la novela...

La novela...

Revolución.

Empieza con el asalto al banco de un banco en México.

Me inspiré en el asalto al banco de TSNI

en el norte de Tío Piedras.

Y el asalto fue muy básico, ¿no?

Ponen una bomba al lado.

Revolaron la caja.

No se hacía presioneros, hay de ningún tipo.

No, no, se hacía una bomba a todo el mundo y pues...

Y al dinero se lo llevaron.

Me dieron una moneda de que todavía conservo.

De ese robo, ¿no?

Con una moneda de Heiles de Lassie,

no tengo todavía como recuerdo.

Es que son... ¿qué son? No son aventuras, son experiencias que...

Este fue mi última aventura, vivía como aventura.

Como aventura, ¿eh?

Y mi primer momento de la vida siguiente del reportero.

Hay una foto, ahora, que es la que más me ha echocado,

es quizás de las más visualmente,

que no me atreven a ponerla por tema de YouTube,

pero yo la pondría, pero es por tema de YouTube.

Al mejor en el clip la podemos meter,

porque el clip, al final, es un tocito pequeño,

la podemos meter por edición, aunque sea un poco censurada.

Es la del tanquista.

No.

Entiendo que un tanque es explotado.

Pon la diablo, es por la que la tanque si quieren.

Venga, va.

Bueno, le dejamos en pantalla pequeña aquí y hasta...

Vamos a ponerla, va.

Tampoco la foto está enterrada.

No, no, no, no es gore, no es una foto con díceras.

No, es un muerto, un muerto.

Pero impacto, yo creo que la gente que lo juzgue,

que lo pongan en comentarios, a mí me impacta.

No es que le tiraron con un RPG-7, que es un lanzacote,

es contra carro, le tiraron...

Es un tanque etiope, le tiraron.

Entonces, el tanquista por qué dote eso.

Había más, pero este estaba en la torreta, el jefe de pieza.

Y entonces, bueno, yo lo que hice fue...

Me acerquía, abrí la trampilla arriba y hice la fotografía.

Claro.

Y ese tío está recién...

Recién...

Secretamente está, pues, quemado o...

Lo mató la explosión, ¿no?

Lo mató la explosión, la llamarada y la...

Ese son, como se decarga, hueca, que el fóre y está ya adentro.

Entonces, bueno, pues este lo mató el...

Bueno, bueno, ahí está, por la foto está terrible.

¿Es un muerto?

No, pero es como las políticas de YouTube, son a veces...

Está chicharrón, le quemó la ropa y todo.

Claro.

Cuando haces una foto...

Pero fíjate, ¿sabes qué pensé?

Yo me acuerdo que se arregló la tempía, la dejé abierta.

Y en este tío tendrá ahora una mujer, una hija,

una madre que no sabe que está muerto.

Que no saben que está muerto.

Tu hijo está en este momento muerto, acaba de morir,

pero hay alguien que no lo sabe, que tardará en saberlo lo mejor,

todavía, o no lo sabrá nunca, ¿no?

Este crió, fue un crió y una madre lo acunó y le dio de mamar

y lo llevaron al colegio y le dieron de comer.

Y fue a la escuela y tal, y eso está, y ahí está,

dentro de dos horas estará por el calor, estará podrido,

estará hinchado y estará negro de moscas y de todo tal.

Y hay gente que lo quiere, que lo quiere, ¿no?

Se amará, no sé, como Isao o Mohamedo, como sea o Zafaro,

y no saben que está muerto. Eso pensé, pensé...

Pensé escenas o no leen.

Cuando he visto a un chico muerto, joven, sobre todo, ¿no?

O digo, no, hay gente que a esta persona la quiere, ¿no?

No están solos en el mundo, son gente que tiene familia, ¿no?

Y no saben que está muerto ahora, ¿no?

Pensan en él y esperan que vuelva, lo recibió en una carta suya,

ahora crean mensajes de tal, de YouTube o lo que sea,

o Instagram, y no saben que están muertos, ¿no?

Qué asquerosa es la vida a veces con los seres humanos y con la gente, ¿no?

Cuando haces una foto a un...

Crear un crío, perdón, creer un crío, ¿no?

Crearlo para esto, ¿no? Para irlo.

Para acabar así. Y joven, que debería ser joven.

No lo sé, no leí la cara, pero creo que tenga más de 30 años, este chico.

Y me va a terminar así, chicharrón, en una lata de un tanque.

¿Es más dura hacer una fotografía a un cadáver o a la familia del cadáver?

La familia.

Los vivos siempre... Los muertos están muertos.

Los muertos son carne muerta.

Cuando ya has visto muchos, además, a ver, yo te impresiono, muerto, tal.

El primer muerto me senté a mirarlo, me quedé sentado.

¿Tienes a mirarlo?

Estuve sentado como 15 minutos, quería ver qué había ahí, ¿no?

¿Cuál era el misterio, el secreto, cuál era la clave de eso?

No me senté a mirar, ¿no?

Si se puede saber en que como fue, era un conflicto...

Fue en la guerra de Chipre, en el frente del teledrapal, ¿no?

Estaba combatiendo y ahora estoy ahí muerto.

¿Tal cual? ¿No lo viste como un contraste?

Me acerqué, en ese momento no tiran, me acerqué tal.

Hizo una foto que el pueblo publique y había muchas fotos de esa.

Me sentí y estuve mirándolo. Estaba muerto, tenía, recuerdo,

tenía los ojos abiertos y polvillo en...

Lo había matado una granada.

Entonces tenía polvo en los ojos abiertos y en la ropa.

Claro, a los muertos nadie les acude el polvo.

Se quedan con el polvo cuando la explosión que los ha matado,

el polvo se les queda encima.

Estaba como rebozado un poco del polvo de la explosión que lo había matado

y estuve mirándolo y es un chico joven también.

Me piensas eso de nada.

Toda una vida, ¿no? Tanto para terminar así, ¿no?

Y yo pensé que voy a terminar así también,

porque quizá por eso tengo mi actitud ante la vida y la muerte,

cada vez digo, bueno, que puedo ser yo.

Por eso nunca me preocupó eso de tal de morir el panteón,

la familia, el otro, el encinerarte, el tal, la tumba,

¿qué maradón de sea? ¿Qué maradón?

Puede ser cualquiera de ellos, pues ya sé yo.

Claro, bueno, el mortero de eso que vimos antes,

llega a caer unos metros...

Pero lo asume, lo bueno que tiene eso es que lo asumes como natural.

Bueno, pues son las reglas, ¿no?

Es lo que hay.

Es lo que hay.

Pero no es este valor, no creas que es heroísmo.

No, no, no, no, es resignación. Resignación.

Bueno, pues es lo que hay.

Cuando me iban a tirar en Nicaragua, te conté el otro vero,

que voy a apoyar la cabeza en el muro.

Resignación, bueno, te ha tocado, ¿no?

La gente ha ido muriendo desde hace millones de años.

No inventaremos ahora nuestra solución, ¿no?

Cuánto te dieron el arma, Neritrea,

y tú pudiste luchar por tu vida. Joder, si lo hiciste, ¿no?

Bueno, luchar.

Bueno, ibas ahí con la...

Defenderme. Defenderme.

Pero no te resignaste a morir.

No, no, no, no, no, no.

Te salió el instinto...

En la joven, aunque estaba enfermo, tenía toda la emociidad de...

No podía, y no podía dejar que otro...

¡Eh! A currucarme allí para que...

¿Qué es lo que pasaría hoy en día?

No, bueno, que todavía me habrían despreciado.

Claro, no, no.

Tengo un certificado,

cuando llegué a la ciudad a pedir un papel,

que tengo en mi casa, que es mi orgullo,

te lo voy a mandar, no lo vas a meter, pero te lo voy a mandar.

Bueno, si, ya para mí por eso.

Ponen una hoja de blog, ponen nosotros combatientes de Iritrea en TSNI,

los jefes de batallón que fueron llegando a TSNI,

que el camarada tuvo el reverte,

cubrió la guerra como reportero,

y al final luchó con nosotros, cuando los fascistas se dió.

¡Tal, tal, tal, tal, tal!

¿Tienes un certificado de qué?

Sí, es un papel firmado por ellos,

que nadie podría haberlo dicho yo con amigos.

¿Le puedes ir a la copistería del barrio?

No tengo nada de que ir, es una especie de orgullo personal.

¿Es la única vez?

Sí, la única de vez.

Que has estado ahí.

Afortunadamente.

Vamos a dejar las guerras y esta parte oscura,

y una que... una pasión tuya,

que no tanta gente se si sabe,

pero es el mar. Mira, te voy a poner aquí esta foto.

Ah, sí.

Dices que esto es tu patria.

Sí. Es el Mediterráneo.

El barco no es mi patria.

El Mediterráneo.

El barco es el mueble en el cual...

En el que tú viajas por mi patria.

...por mi patria, es el Mediterráneo.

¿Qué es para que el mar?

No, el Mediterráneo.

¿Es en concreto el Mediterráneo?

Es el Mediterráneo.

Es que ahí viene todo, Jordi.

Viene la cultura, los dioses, el marmor, el aceite de oliva,

el vino tinto, las legiones, la mujer guapa,

los hombres guapos, ahí viene todo.

Es la cuna de todo.

Yo estoy orgulloso de ser europeo, muy orgulloso.

Bueno, orgulloso. Satisfecho de ser europeo.

De ser europeo.

Me gusta ser europeo, me gusta la cultura europea,

me gusta sentirme parte de esta Europa.

De una Europa que hizo tantas cosas buenas

y que fue faro luz del mundo para tantas cosas

que hoy no lo está haciendo, al contrario,

pero que su momento lo fue, ¿no?

Que cambió el mundo, cambió las ideas del mundo.

La ilustración.

Y todo vino de ahí, de ese mar.

Entonces, desde niño crecía en las orillas,

para mí nunca fue un obstáculo, siempre fue un camino

que llevaba al puerto, me escapaba de la clase de alcohol,

y me ponía en el puerto allí.

Hay que bajar los barcos, las putas que hablan ahí y tal,

y eso en los marineros, está yo con mi cartera ahí, ¿no?

Con 12, 13 años mirando aquello.

Los barcos venían, tal, ¿no?

Y dije, un día mi rey, por ello, también,

y así fue, un día me fui por ahí.

Y entonces, bueno, para mí el mar creció en sus orillas,

bufé en él, saquean fuera romanas del fondo,

y bueno, mi hija es arco, lo vea de hecho,

y sigue haciendo lo mismo.

Y bueno, y con un velero que tengo,

con él lo navegó por él siempre que puedo, ¿no?

Y para mí es navegar por la memoria, por la patria.

Claro, es que se echar el ancla junto a un templo romano.

Busear y sacar a una fuera de un barco fenicio,

estar en una colina donde está una antigua ciudad griega.

Claro, es estar en un mundo que me encanta.

Los albores de nuestra cultura, ¿no?

Claro, estar en mi memoria, visitando a los abuelos.

Visitando a los abuelos, ¿no?

Bueno, pues el barco de tío es un pretexto en la mano.

Me gusta mucho el navego hace 35 años,

y bueno, soy marino, digamos, que me tanto de antes,

tengo la titularia de Navigüada, tengo mucha experiencia,

bueno, y me he comido tanto cosas buenas

como cosas malas en el mar como todo el mundo, ¿no?

Pero es la... Y además hay una cosa

que tiene el mar ahora todavía para mí.

Yo ya no voy a la guerra, yo no hago una vida de emociones.

Sí, de emociones, ¿no?

Pero el mar me devuelve una cierta estimación por mí mismo.

El mar no es como en las fotos de publicidad, ¿no?

El mar es muy hijo de puta, el meitarre es muy cambiante,

y el mar es un lugar muy peligroso,

en el cual mantenerse vivo no siempre es fácil.

Entonces, estar allí, y además yo navego,

igual en cualquier época del año, a veces con mal tiempo,

entonces me obliga a estar, a ser marino.

Si el marino significa estar atento, lúcido,

mirando el barómetro, el aiz, y tal, y tal.

Antes con el sextante hora con el GPS, y tal.

Me obliga a arrizar una vela,

a estar atento, ¿no?

Y entonces esa obligación, el tener que ser marino

para no perder el barco o los tripulantes que llevan,

y no perder tú con ellas,

me devuelve una cierta...

Emoción, ¿no?

Emoción, más que emoción, una cierta satisfacción

de estarlo haciendo correctamente, de hacer bien mi trabajo.

¿Has vuelto a puerto?

Exacto. ¿Has dejado a puerto?

Quiero volver a puerto, o sea, aunque tengo 30 y sube,

27 y 30, 32 nudos, y me cago en la mar y se está en...

Se va a 40 y tengo que tomar el rizo, se me ha rifado una vela,

y tengo que llegar a puerto, porque no puedo decir para en qué me bajo.

Eso me hace ser el que fui, ¿no?

Me devuelve un poco el respeto por mí mismo.

Soy viejo, ya no soy el mismo tío,

tengo canas en la barba, arrues en la cara,

el pelo ya me escasea,

y tengo ya los echaques normales,

pero cuando estoy al timón del barco,

me enfrento a una situación, a veces el rumán viene con la mar tranquila,

no siempre son una vía de agua y una...

Y lo soluciono bien,

me digo, todavía eres parte de lo que fuiste,

todavía no eres un abuelete

acastillado en un lugar como todavía madrugas,

y todavía estas noches sin dormir,

y todavía estas de noche con los primáticos de ese mercante cabrón

que no me maniobra.

I give call to the vessel,

in my port, please,

another vessel, in my port, please, watch me with me.

Todavía estás en esa actitud viva activa,

y me hace respetarme,

entonces, para resumir,

si todavía me respeto en algunas cosas,

quizá porque todavía sigo siendo marino.

Aquí ya sabes que nos gustan las aventuras.

¿Cuál ha sido uno de los momentos más jodidos

que hayas pasado en el mar?

Que hayas dicho... Ha habido varios momentos jodidos.

Dime, papá, untame uno.

¿Qué hayas dicho? Buah, queda aquí, a lo mejor no salgo.

Ha habido varios.

Pues mira, un día, un día.

Venga.

Un día va con mi hija Carlota y hoy con mi mujer.

Hace muchísimos años.

Entonces, la vela, yo tenía otro barco en el oeste.

Entonces, la vela, tuve un problema en la vela,

en la vela, el género, enrollable,

tuve un problema en el pozo, en bueno,

tuve que ir a Proa a arreglar el problema,

y el barco daba unos machetazos enormes en la mar,

y la mar me cubría, yo estaba abajo.

Un oleaje fuerte.

Muy fuerte, muy fuerte.

Son las enormes, y el barco tal.

Mi mujer mantenía el timón, por la mura,

la mura bajaba muy bien, tenía experiencia como yo.

Y mi hija Carlota estaba amarrada en la bañera de mi hija,

tenía entonces como 11 o 12 años.

Y entonces, yo estaba allá, me mojaba y estaba ahí,

me levantí y empecé a hablar femar.

Me cago en tu puta madre.

Esto lo que tienes, cabrón.

Me oye a tu puta madre.

Te vas a joder porque voy a llegar a puerto, hija de puta.

Más, más, es poco, cabrón.

Tomojado, tal vida.

Te metes cuando te emergía.

A lo marinero, ¿eh?

Mi hija Carlota todavía recuerda a su padre,

blasfemando en la Proa del Barco.

Era una escena.

Sin respeto ninguno, por Dios, ni por nada, tal, tal.

Es una escena pareja, tal.

Sí, sí.

Fue porque lo llevaba a ella,

y ese fue un día que me preocupó, ya ha habido alguno más.

Y llegué.

Sin embargo, el marti en otro momento,

te voy a encontrar otro momento para que veas la diferencia.

Un día, un banco de elfines enorme,

y entiendo a Cerdeña, desde Mallorca,

desde Menorca a Cerdeña.

La mar como un plato, íbamos a motor y un banco de elfines.

Para el motor, mi hija tendría eso, 11, 12 años.

Y entonces mi hija, que adora los animales, lo sigue adorando.

Ahora tiene 40, es arcóloga subacuática, como sabes.

Arcóloga subacuática, qué bueno.

Y entonces, de pronto, y se tiró el agua.

Entonces, era el terror delfines.

Entonces, yo, claro, me tiró agua en seguida, me tiró a tal.

Y entonces, la escena es la quilla, el casco del barco,

el fondo azul, delfines por todos lados,

mi hija Carlota, agarrada al espejo de popa del barco,

mirándolos delfines, yo mirando a mi hija.

Controlando.

Una delfina, un delfín hembra, con un delfín pequeño,

y el delfín pequeño te juro por mi hija,

quiero que te esté contando, es verdad, Jordi,

el delfín pequeño se acerca a mi hija

y se la queda mirando a esta distancia.

La madre del delfín detrás haciendo así,

y yo al lado de mi hija haciendo así,

vigilando a nuestros cacharros,

y mi hija hace así y le toca la nariz al delfín,

y el delfín se dejó tocar la nariz.

Hostia.

Wow.

Wow, o sea, erais como un espejo, ¿eh?

Es una cosa, es un momento del momento sermosos de mi vida,

fui ya, cogí la escalera, cogí la escala, subí.

El delfín tiene una parte.

Fue un momento, y eso es el Mediterráneo también.

La belleza.

Los dos extremos, y bueno, ese es el mar,

para mí es mi mar.

Es tu mar.

En abego por otros mares, pero este es mi mar.

¿Sí? ¿Tienes otro se?

Ahora solo me apetece este.

El Mediterráneo.

Cualquier momento del año.

De hecho, hace poco que vienes de...

Tengo algo que molateco, me dió el sol, se me cuartió el frío,

se me cuartió la ove, tenía los labios,

tengo los labios cortados.

Sí, esto hace una semana.

¿Tienes alguna época favorita para navegar?

Que por lo que sea te llame más atención.

Sí, en el Mediterráneo, en la zona en la cuáltica y el barco,

donde yo salgo, septiembre, octubre, son muy buenas épocas.

Sí.

Lo que nunca navego es en julio y en agosto.

Hay demasiada gente.

Petal de gente, ¿no?

Pero llegar a, no sea, a los trocadores,

o a Asinara en Cerveña con el mer de Febrero,

si el tiempo no es malo, y estar solo allí...

Es espectacular.

Y te vas a la vallena, ahí van las vallenas,

en Asinara, ves que pasa la vallena por lo de ti, ¿no?

Hace...

¡Wow!

No, el mar es eso, el mar es todo, el mar es...

Ajá.

El mar es, para mí, es muy importante,

pero sobre todo, como te he dicho,

primero porque es mi patria de verdad

y después porque me devuelvo el respeto a mí mismo.

Aquí...

Bueno, ahí está, ya pasa, no pasa el...

Y aquí, mira, mira, ahí está.

Ah, sí, sí, eso es yo.

Es el pequeñito, ¿eh?

Sí, sí, eso era en Cartagena.

Es más que algo que en San Américo de Espuchio,

el buque de escuela italiano-groquera,

y esto y yo en el puerto de Cartagena, así.

Sí, ya...

Desde siempre, ¿no?

Tal vez que el mar está en mi vida desde niño.

Claro.

Ya digo, me he escapado del colegio a este puerto,

a ver aquí los marineros,

para mi era un mundo fascinante,

para vivir allí, ver todo eso.

Y después me hice un amigo, que era el piloto, ¿no?

Que era mi... un marinero de allí viejo marinero.

Ajá.

Una especie de chanquete, pero...

Sí, no, de verdad, de verdad.

De la vida real.

Con el que yo salía... No sé si tienes fotos de eso,

no sé si te mantienes...

Había una de esto, pero no había foto.

Con el que yo salía a ayudarlo, que salía mojote,

me hacía medio contrabando, me hacía...

De esa época, ¿no?

Hacer whisky en un barco, y tal, y le daba a lo tener una botella,

a mí me daba otra.

¡Hasta!

Y yo entre los 12 años y los 15,

estuve saliendo con el piloto mucho.

Me siguió muchas cosas.

Te enseñó, ¿no?

El fue mi primer cigarrillo, lo fume con él, con 12 años.

Me dijo una cosa que una vez hay un lugar aquí,

que se me eres palmador, donde desguazaban los barcos viejos, ¿no?

Y me dijo, ¿qué triste para un barco noble

terminar desguazado de esa forma en tierra?

Y dijo, ojalá nunca nos desguacen a ti ni a mí, chaval.

Fagal.

Nunca nos desguacen a ti.

Aprendí mucho con él.

Eres esos tipos en el alfabeto, duro...

Pero con mucha experiencia.

Bueno, tenía la golfería justa

de la picardía del Mediterráneo que se busca la vida,

me dio contrabandista,

me dio paseada a la gente, a los turistas.

Era un tío muy guapo, un buen apitre.

Me pareció un poco al principio gitanos de ese tipo de tío.

Sí, tenía ese.

Claro, estaría así.

Cuando a las turistas le llevaba en el alfabeto,

decía, coge el tío muy guapa y las hacía así,

dentro de la salada, las turistas, el tío guapísimo, ¿no?

Tengo unos recuerdos maravillosos del piloto.

Bueno, pues todo eso, digamos, ahí empezó mi ridículo con el mar,

que después se truncó, porque me dediqué a lo que me dediqué,

pero al regreso de la isla de los piratas,

volví otra vez al mar y ahora pues el mar sigue siendo aquí.

El mar sigue siendo un importantísimo para ti.

Muy importante.

Importantísimo.

Decías antes, relacionado con el Mediterráneo,

la cuna de nuestra cultura occidental,

que ahora ya Europa, el mundo occidental,

no es el faro del mundo que era antes.

Y eso es muy triste.

Y eso es muy triste.

¿Por qué crees que pasa eso?

¿Por qué crees que Europa está en decadencia?

Por muchas, no sé, yo no soy un sociólogo.

Ese no sabría, no tengo claves de eso.

Lo que yo puedo decirte es que...

Es que es un hecho, ¿no?

Claro.

Europa viene de la latinidad,

de la gresidad, de la gresía, del renacimiento.

Europa es un núcleo cultural

que ilumina el mundo completamente, ¿no?

Europa es la errucción francesa,

lo derecho del hombre,

y Europa se vuelve el referente moral de la humanidad

durante mucho tiempo.

Y exporta ideas de ilustración,

de progreso, de libertad, de decencia y de justicia.

Eso es indiscutible.

Pero es víctima de su propia dialéctica.

Es decir, con el tiempo,

esa Europa, referente mundial, ha dejado de serlo.

Se ha ido durmiendo,

se ha ido convirtiendo en un decorado vacío de contenido,

en un parque temático para turistas.

Y entonces, donde antes había políticos como de Gol,

como Churchill, como de Nowhere, como Metternich,

como Napoleón, que era un tío de una talla extraordinaria, ¿no?

Gente como Voltaire, como Rousseau,

como Montesquieu, como Han, como Svei, como Tolstoy.

Había un núcleo cultural

que era el pasmo y el ejemplo para todo el mundo.

Y todo el mundo miraba a Europa como referente,

democracia, libertad, desderechos humanos y demás.

Poco a poco he ido cayendo en manos

de políticos en alfabetos y de tenderos inescrúpulos.

Y entonces, Europa ha abdicado

de los principios morales que inventó y que exportó

para convertirse en una caricatura torpe de sí misma,

donde el buenismo, el que dirán,

la hipocresía social,

ha sustituido aquello.

Te decía la otra vez que hemos sustituido razón por sentimientos.

Ahora, sentimos emociones. Europa siente.

Europa, ante el drama palestino, siente el horror,

siente el dolor, pero no razona, ha dejado de razonar.

Hablo, evidentemente, generales, ¿no?

Entonces, Europa ha dejado de ser una catedra

de cultura, vida, razón, debate y lucidez

para ser una parodia ridícula, buenista,

canceladora de todo aquello que no comprende

o queda fuera de su alcance o de su ignorancia.

Entonces, Europa ya no tiene ningún peso moral en el mundo.

Es más, Europa ha cometido la vanidad arrogante

de creer que sus modelos sociales,

por digo lo único, serán exportables al mundo,

que el africano de Sierra Leona, el boliviano de Bolivia,

el malayo de Malasia, el ruso de Rusia,

el sideriano o el chino,

tenían que comportarse según estos criterios,

que eran referentes, pero no eran obligatorios.

Entonces, claro, eso hizo que el mundo

reaccionara contra eso, Europa y la despreció.

Entonces, ese mundo que antes admiraba Europa,

admiraba Europa, que antes no miraba como referente,

ahora no miró solamente como parque temático

para venir de visita, de turismo, pero nos desprecian,

porque sabe que somos una caricatura de lo que fuimos,

que ya no hay nada vivo que estamos muertos.

Y a eso añádela la invasión y la vivió

en el sentido absolutamente histórico, la invasión,

la invasión, la llegada de masas, de migrantes,

africanos, magrevíes.

Los americanos sí son de nuestro ámbito más o menos,

no es discordante, pero estos de culturas muy diferentes

que se instalen en Europa, con lo cual, y además,

ya no adoptan nuestras referentes morales, sociales,

traen los suyos, nos desprecian tanto que mantienen los suyos.

Hay una encuesta hace poco de echar un colegio,

que es muy interesante, un colegio de chicos de origen,

magreví, en Francia, y le dicen,

el chico no lo yo, no soy francés.

Yo se lo han decodido aquí, pero yo soy argelino, o sea,

porque en Europa que ya no tienen una identidad propia,

los jóvenes no tienen una identidad que adoptar.

No hay orgullo, ¿no?

Prefieren el orgullo propio, la suya,

más orgulloso de ser argelino, musulmán,

que ser de esta Europa que ni creen ella,

ni se aclara con sí como misma, llena de contradicciones y estupidez.

Entonces, claro, paradójicamente,

los que contradicen nuestros principios,

morales, éticos, sociales,

son los que están cada vez presionando más

y haciéndose más dueños de esta Europa.

Lo cual, además, es de justicia que ocurra,

porque el Europa no es capaz de defenderse.

Así que, bueno, resumiendo, igual a pesimismo histórico,

es decir, Europa nunca va a ser lo que fue.

Europa será cada vez menos Europa y más otra cosa,

que yo, por suerte, no voy a ver,

porque yo no voy a estar aquí para verla.

Ni quizá tampoco la veas tú, pero, evidentemente, que vacias.

Pero en su Europa, esa Europa ha muerto.

En la Europa que yo amo,

la Europa era los museos de la cultura, de la educación,

de los colegios, de las mujeres libres.

Mujeres libres que se quitaron el velo por fin,

que dueñarte su cuenta corriente en su banco,

dueñarte de, ¿puedes decir la marido Mita?

Vete a hacer puñetas, ¿no?

¿Esa Europa está amenazada?

¿Y la tendencia, no? Es que no vaya mejor.

Yo, vamos a ver, te lo he dicho antes.

Creo que el islán es un problema, para Europa.

Creo que el islán es un problema.

No sé cómo se resuelve, ni soy capaz, ni sé.

Porque cada vez es mayor, cada vez es más...

Cada vez es más...

Saben lo débiles que somos.

Nos desprecian con todos los motivos del mundo.

Hace un par de años, una carnicería estaba comprando la carne

y había una mujer musulmana con la niña pequeña.

La mujer llevaba el velo y la niña era pequeña y llevaba sin velo.

Y el carnicero, en plan, se dijo,

está no le pondrá velo cuando sea mayor,

y dijo a la mujer, si dice así,

mi hija, tu hija, llevará velo como ésta.

Tu hija lo llevará con el orgullo legítimo,

por otra parte, de quien está consciente.

Es claro, todo es muy contradictorio, muy complejo.

Pero Europa está líquida, Europa está sentenciada.

Pero la historia tampoco pasa nada.

Son ciclos.

Todos los imperios caen, este le ha tocado.

Ahora vendrá otro que yo no veré.

Y todo el Pablo Vestal darán ciclos, los imperios en crearse.

Vendrá otro distinto, pero este ya no va a ser.

El imperio europeo de la cultura, de renacimiento...

El problema es que yo me cría en eso.

Mi abuelo nací en el siglo XIX, mis abuelos.

Yo me eduqué en ese mundo.

Campaní, Voltaire, Rousseau, Omero, Dante, Cervantes,

claro, son mis minocillas, mi nutriente.

Es claro, cómo voy a ver...

No puedo ver con diferencia cómo todo eso desaparece.

Ahora tengo, bueno, me siento incómodo.

No puedo que sea un pollavia generosa,

es que me siento incómodo.

No voy a lamentar que se pierda lo más importante que el mundo.

El mundo ha dado en cultura, educación y en...

Era que éramos Europa a la pera, éramos la monda,

éramos el faro moral del mundo.

Y luego hemos destruido en guerras, en tal, en estupidez,

en barbaria, en ignorancia.

Y hablamos de los que deberían...

Los que deberían asumir y compartir esa cultura,

transformarse para bien,

al contrario, los desprecian y asientan la suya

con reacción frente al desprecio que nos tienen.

Pero bueno, hay cada...

Conos en los ciclos, ¿no?

Cada civilización responsable de sus aciertos y sus errores.

Aquí estamos, ¿no?

Ahora es muy interesante, tener biblioteca,

haber leído y haber vidido,

y sentarte a ver.

Particiar, yo no estoy sentado, pero estar viendo

cómo ocurren las cosas, cómo se demuelen,

cómo la demolición de ciertas cosas, de ciertos mitos,

de ciertas estructuras sociales,

cómo la invasión de otras cosas, ¿no?

Cómo se transforma una sociedad,

cómo las ratas se quieren congraciar con los futuros vencedores,

cómo los dignos quedan marginados por los cobardes,

cómo los jóvenes con rencor y con pasión

y con violencia generada por siglos

de ser la parte perdedora, quieren tomarse la revancha

y cómo enfren de no hay un enemigo

lo bastante fuerte para hacerles frente.

Y como he dicho, cómo las ratas se congracian con ellos.

Ah, yo también, yo también.

La crisis de liderazgo, ¿no?

Yo también, yo también a los guapas, yo también.

Si no te lo querés, que ahora no te lo querés.

Pero como sabes que son los que...

Yo también, venga, yo también, la cufilla, yo también.

Entonces, claro, es muy interesante

cuando tienes la edad que tengo y ya no tienes nada que perder,

y ya no tienes todo ganado, perdido.

Mirar y observar el comportamiento de los seres humanos.

Confirmar, confirmar los viejos,

las viejas enseñadas, aprendizaje.

Y también descubrir sorpresas, por lo tanto.

En mitad de ese punto, ¡pum!

¡Anda!

Pues este o aquello, aquello, tal.

Todavía hay gente...

Claro, que no todo es, ¿no?

No es pesimismo.

Y es muy interesante, y con eso, Jordi,

todavía escribo novelas.

Claro, eso es para ti, ¿no?

Es gasolina para tu materia, ¿no?

Si no me dedicaría a hacer novelas,

puedes hacer lo mismo.

La misma repetida te hacienda veces, ¿no?

¡Clin, clin, clin!

No, no, no, justamente lo que me mantiene vivo,

es que tengo...

Sigo siendo un hombre curioso que mira.

Ese niño que miraba a los barcos,

sigo siendo yo.

Sigo siendo lo que he leído, he visto, he amado, he amado.

Y observas otras cosas.

He hecho muchas cosas, ¿no?

Pero sigo, tengo esa capacidad de la curiosidad, ¿no?

Cuando el ser humano pide la curiosidad,

igual cuando un novelista pide la curiosidad,

hija del héroe de mirar fuera,

y se confende en su mundo, está muerto, se muere.

Yo todavía estaré muerto con todo el mundo.

Todos empejecemos y perdemos facultades, ¿no?

Pero todavía, y justamente de la curiosidad,

esa de la que te hablaba, es la que me mantiene vivo.

¿Eres optimista por eso, en cuanto a nuestra sociedad?

No, no.

Yo socialmente soy pesimista,

lo soy optimista en cuanto al ser humano.

Yo creo que ya hay una insalvación colectiva.

Es su debat, compañeros, tal, mecheritos, tal.

Yo lo he visto, lo he vivido.

Yo estaba en la época de lo tal,

de que estaban palos.

Yo estoy corriendo ante los grises.

Estuve a un febrero en la DGS,

pero no porque yo fuera militante,

sino porque iba una chica que me gustaba,

y una gran policía le iba con ella,

porque ya sabía que me gustaban, y me trinca, ¿no?

O sea, por una chica que te molena palos.

Yo sé que no, pero yo no sé qué pasa,

pero no sé qué pasa, no sé qué pasa.

Estás en política, sí, estoy en política, pero bueno,

creo que yo he venido porque la chica...

¿Cómo se llama la chica? No me acuerdo.

Jajaja.

O sea, lo he visto, lo he visto.

Lo has vivido en primera persona.

Es caro.

¿Por qué viene esto? No me avergüen de decir esto.

Por el optimismo de...

No, socialmente no.

Solo estoy pesimista.

Lo que sí creo, creo todavía en el ser humano.

Yo creo que la salvación todavía es individual.

Gente, yo ponía alguna vez el ejemplo de ese,

es mágico de una partida ajedrez,

en la que el tablero ya no es de Iván con Inegros y Gris,

y las piezas ya son de varios colores, tal y están todas,

cada una de sus...

Y hay un peón que está en su casillo, el tío solo ahí,

su querido, bueno, por lo menos es mi casilla,

el que entra aquí, le clavo a la lado, que cojones,

te voy a quitar.

Y, por lo menos, en la que sea, hay otro peón,

te digo, hola, está, aquí estamos dos, sí, está...

¡Olé, atá, atá!

Oye, también estoy a quitar, coño, somos tres, está.

Oye, creo que somos cuatro, está,

coño, hay cuatro peones, tal, pues ya no estoy tan solo.

En eso sí creo, en la solidaridad de los lúcidos,

de aquellos que no se rinden,

que son capaces de ser fieles a sí mismo,

aunque a veces tengan como todo el mundo que transigir,

que tal, bueno, pero que se mantienen coherentes, ¿no?

En eso sí creo, creo en que el ser humano,

aunque ya no puede salvarse colectivamente,

si puede salvarse individualmente o en pequeños grupos,

como en Waterloo, después de la batalla, ¿qué pasa?

Los supervientes de Napoleón hacen cuadros para resistir ahí

los últimos ataques de los ingleses y los purusianos,

pues igual, gente con la que se pone con tu espalda,

y esa es, bueno, por la espalda está este defendiendo, ¿no?

Y aquí el colega, y entre todos, no vamos a ganar,

la guerra está perdida, pero al menos vamos a pelear.

A resistir.

Que ya pelear ya justifica estar aquí,

al final, qué merda, gracias,

si al final todo morimos todos perdemos,

pero si peleas, si peleas con dignidad, con valor, con coraje,

si tus hijos que te ven pelear, están orgullosos de ti,

si la mujer que te ama te ve pelear, dice, coño,

pues no me equivoquea a la mar este tío,

si el hombre que te ama, dice, no me equivoquea a la mar esta tía,

o este tío, si la gente que te mira, dice, pues,

eres un ejemplo de dignidad para ellos,

ya lo has justificado, lo has justificado,

pero bueno, pues, pero si no vamos a ganar ninguno,

si esto está perdido, pero esto hace millones de años

que está perdido.

Desde que casi nos unimos en pequeños grupitos, ¿no?

Claro, por eso es tan importante la solidaridad,

la fraternidad, y la cultura, los libros,

y tal, unen a la gente.

La cultura, ¿no? Claro, la cultura es fundamentosa.

Lo que más te aterra el ser humano es la ignorancia.

Y, por desgracia, parece que estamos en una época

en la que la ignorancia tiene fuerza.

Espera, tengo labios secos, los dejo cortados.

No, el barco, el Mediterráneo aquí nos ha portado también.

¿La ignorancia? No, es que hacía mucho frío.

Y no lo de cultura elitista, no.

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no,

nada de gilipollecenas.

Hablamos de cultura, la cultura,

los mecanismos básicos que hacemos,

que entendamos lo que somos, que entendamos un micrófono,

un barco, que entendamos la convivencia, la historia,

los abuelos, la guerra civil, la guerra de independencia,

Napoleón, Roma, Cartago, Grecia.

Que entendamos que los españoles somos una panda de cabrones,

que ya con los romanos, ya éramos romanos o cartagineses.

Ya entonces, en el siglo I a.C.,

ya éramos de unos o de otros, ¿no?

Sí, sí, sí. Ya teníamos dentro.

No es tan nuevo esto, no es tan nuevo de ser del atlético

o del barco o del español, no es tan nuevo.

Claro. La cultura que te permite, incluso sonreír.

Incluso reírte, ¿no?

Te vienes a sonreír porque te das cuenta de que todo ha ocurrido ya

y que todo tiene esa...

Ahora que digo, esos españoles,

hay una historia que no me resisto a contarte.

Claro que los españoles somos la mera, somos detestables,

ya en un tipo somos admirables.

¿Cómo no lo vas a querer?

Te cuento un ejemplo claro concreto.

Hablando del barco, estoy fundeado hace ya un par de años,

no, tres años, en forma entera,

en un sistema de molí de la sal.

Entonces, hay un barco, un barco muy atingles enorme,

enorme, eso que ya era con tripulante y tal,

que ya he hecho el ancla cerca de mí,

a un cable, a medio cable, a 70, 80 metros, ¿no?

Y entonces hay el barco tal con la cadena puesta

y llegan en ese momento, llegan dos lanchitas pequeñas,

dos, como se llaman, dos...

Lo diréis, bueno, tiene un nombre.

Dos, no, o sea... ¿Cómo?

Podía.

No, no, era de madera, son típicas de mi terreno,

no, o sea, dos menorquinas,

llegan tata, tata, tata, tata, con dos familias,

llena de la suera, los niños, el tupperware,

los arrolla, cada uno venía como diez personas, ¿no?

¡Ah, como irá cantando!

Y uno de ellos se pone, y otro se pone justo en la prova

del yate de inglés y echa ahí el ancla.

Pero pegado en la prova, un punto debajo de la prova.

Entonces, claro, un marinero del inglés se asoma y le dice,

¡Ah, tú ni al! O sea, vayase más lejos,

que está muy cerca del todo el tío, ¿no? ¿Qué pasa?

Y el otro, que te dice, vaya tal más lejos,

vaya hacia un poco más lejos, que es demasiado cerca,

si bornea el barco, me va a dar, y yo voy a dar a usted...

¡Aquí no me mueve nadie!

Este es un sitio, estos son aguas españolas,

españolas, ¿cómo no están los cojones?

¿Cómo te lo estoy contando?

Entonces, estoy en la familia, en la suera,

con los bocadillos, talas, talas, y eso, talas,

y ahora hay en caro de piel, hablando con él, con él.

Y el otro, no, por favor,

entonces se acerca el dueño del yate o el alcaldeo,

el quiro con las familias dos y todos,

todos inglesos, y todos se lo van a mirar,

y el tío, que no, que aquí no me saquen ni las guardias civiles,

que no me muevo, no se los cojones, que aquí no me muevo.

Y esto, pero sarda, que no, coño, que no,

que se aguas españolas, que iba a ver donde quiero,

pero qué daño hay creído, en su momento,

de la otra menorquina, llega el cuñado,

porque voy a dar en un botecito eso de crío,

de plástico, de goma, remando a toda la astria,

llega al lado, se pone al lado, se pone a mí y dice,

lo que hay que hacer es devolverlo y Gibraltar.

¿Cómo no lo vas a querer a esos animales?

Lo bueno y lo malo de eso.

Con un voto en la mano, te da miedo,

de la una, te da miedo ese tío, ese tío vota, o sea,

es terrible, ¿no?

Pero, al mismo tiempo, ¿cómo no te vas a reír?

Es como entrañable.

Es claro, esto es esa mezcla, como te digo,

de horror y de admiración y de risa,

es lo que me produce.

Esto es claro, por eso...

Somos contradictorios.

Exacto, exacto.

Somos una nación contradictoria, ¿no?

Por eso cuando, ¿sabes qué pasa?

Cuando uno tiene hasta aquí ya,

cuando uno ve los políticos, la gente que nos gobierna,

no digo ahora, digo siempre.

Históricamente, ¿no?

Históricamente, ¿no?

Los políticos te dan cuenta de que,

si uno es político, no puedes ahorrar porque la política

es un filtro, ninguno ropa es el filtro.

Si llegas arriba, es que no, es que haces el filtro.

Entonces, no eres honrado, porque el filtro elimina la honradad.

Bueno, entonces, si te dan todo eso,

te das cuenta de los torpes que somos,

claro, te dices, bueno, que venga un maremoto,

un tsunami, a tomar todo.

No te destruya, ¿no?

Pero, claro, tú puedes, te va a salvar.

Piedres unos churros y un chocolate, ponen la oreja,

pides un tinto, oyes al piloto, oyes a esto, tal y tal.

Para dar la pena a salvarlo, ¿no?

Es claro, esa contradicción entre admiración y el...

¿Te gusta el costumbrismo, español?

Me gusta, me gusta mucho.

¿Te gusta?

Por eso yo en España, me digo, bueno, tío,

tú puedes ir donde quieras, voy a vivir en Cualquier, es verdad.

Es que España me gusta mucho, me gusta la gente.

Cuando el español, el que sea, catalán,

vasco, gallego, andaluz, tal, español, está en lo suyo.

Es una maravilla, es divertido,

rápido, inventivo, imaginativo, generoso.

El país es un país estupendo,

en el que toda esta gente,

toda la gente que vive del fanatismo nacional o religioso,

la gente que ha estado reventando durante siglos.

Y nos dejamos reventar.

Y, claro, cuando más incultos somos, más fáciles manipularlos.

Pero, bueno, en España me gusta mucho, pero he oído en España.

Claro.

España te trae, pero a la vez tienes esa parte, ¿no?

Hablamos de la ignorancia de lo que se está aprendiendo.

Lo que decíamos siempre, o sea, español, sí.

Orgilloso es español, no.

No, satisfecho es español, mucho, mucho.

Orgilloso, no. ¿Cómo es orgulloso la inquisición?

¿Cómo es orgulloso de la guerra civil?

¿Cómo es orgulloso de Franco o de las checas?

Porque es otra que parece a todo el mundo.

¿Cómo es orgulloso de una?

No, pero que es un país que con todas sus tradiciones,

con toda su mierda, que tiene mucha,

tiene cosas maravillosas

y es un país que cuando pille el momento huello

es un país magnífico, eso sin duda.

Incluso ahora. Incluso ahora.

Pues todavía ahora. Ya te digo, vete al bar de la esquina,

bájate ahí, tomate...

Bueno, depende del palo que vayas.

Ya, eso sí, depende del bar.

Esa es donde a lo mejor escuchas otras cosas.

Pero bueno, ¿no?

Y eso es bueno, y ese, y ese.

Es que el español está muy bien, ¿no?

Está muy bien. El español es un personaje,

pero ya tenemos muy mala suerte.

Hemos sido muy infortunados históricamente,

en manos de los de siempre.

Reyes incapaces, curas fanáticos

y espadones militarotes de espada.

De poco a nivel, ¿no?

Y eso nos ha tenido siempre encabronados de toda la vida, ¿no?

Y los años...

¿Más liderazgo histórico, no parece?

No, no, es que en España no ha habido...

Yo creo que desde los Reyes Católicos...

No ha habido...

No ha habido...

¿Liderazgo competente?

No, no, no.

Es una solución de errores históricos de...

La Guerra Civil Española es una atrocidad.

Es una atrocidad cuando la estudias de Belano...

No, no, no, no, no, no, no, no, no.

Cuando te voy a dar esa foto en ella, te la cuenten,

que le hicieron.

Mi padre, mi empeador y mi tío le hicieron

y mi abuelo, con los rojos.

Y mi suero, que era un joven de izquierdas con los nacionales.

¿Le tocó? ¿Te tocaba?

Te voy a dar cuenta que no lo han hecho y sabes...

Pero mi abuelo, que era un republicano,

de los leídos, ¿no?

De los leídos, tal.

Me decía, Arturito, yo estaba deseando que entran los nacionales

que se acabara ese disparate ya.

Aquello al final fue un disparate.

Un disparate.

Un disparate, un disparate, de los propios republicanos, ¿no?

¿Por qué un disparate que no había control...?

Fue todo uno.

Fueis que anarquistas intentando...

No quiero hablar de la guerra civil, pero bueno,

hay una nueva la mía, que la leal que quiere,

se llama Lina de Fuego y ahí tiene el tíritu muy conto.

Pero anarquistas contra comunistas,

comunistas contra socialistas,

puteándose, engañándose unos a otros,

mintiéndose, matándose entre ellos en el bando republicano, ¿eh?

Y en el bando nacional, franco matando a los suyos,

pero quienes te mataban, pero es claro,

y digo, no matando a los fascistas,

los dianos matando a los propios...

Los propios.

Es todo un disparate, como la de la Piedra Republica,

fue de los disparates.

Pero bueno, he dicho cuánto, pero eso ya te da la...

Tú necesitas leer...

Claro, y el costumbrismo, ¿no? Y lo divertido de España, ¿eh?

Albert Quintero, Muñoz Enca, Galdosta...

La farillo ahí, ¿no?

Que haces divertidas y reírte un poco.

Así es.

Arturo, ha sido un aténtico placer tenerte aquí otra vez.

¿Te has pasado bien?

Yo escucho, no paso bien, siempre.

Pues yo...

He dicho, como siempre, muchas cosas que se dan...

Bueno, no te preocupes.

Malinterpretadas, pero bueno...

Que me gana la fuente original.

¿Aquí le tienen? Aquí tienen...

Claro.

¿Cuánto, tío? ¿Cuánto, tío? ¿Cómo se ha estado?

2,5,5.

Pues mira, tres horas, casi.

Te voy a pedir una cosa, ¿eh?

Eso no pido casi nunca,

pero me gustaría mucho que me firmaras tu libro...

Aquí.

Porque tú, el otro día, firmaste ahí...

Ahí está, ahí está.

Y ahora, pues ya que no tengo nada para firmar...

Aquí es tú, aquí es tú.

Claro, pues te pido el libro.

Tras.

Bueno, ya tienes esto tu propio, pues...

Así, ya me quedo tranquilo y contento, ¿eh?

Ya...

Esto no lo tiene todo el mundo, amigos, ¿eh?

Esto...

Ahora se va para eBay.

El libro firmado.

O sea, he tenido tantos libros que ya...

Ya te...

Seguramente hay cola, ¿no?

Lo que están sin firmar, lo que están firmando.

Vale más caros, ¿no?

No me esto, no vendáis estas cosas, Romeo, por favor.

Esto es un recuerdo que se tiene que quedar, ¿no?

A Jordi, que es mi amigo.

Ole.

Que bueno, muchas gracias, Arturo.

Pues nada, pues gracias, chico.

Gracias por estar aquí otra vez.

Lo paso bien, a ver, que contigo me relajo.

Eso está muy bien.

Al final, que uno...

Yo creo que estas charlas...

Y a mí no me gusta ver una entrevista tensa.

La verdad es que pasa, ahí una dice...

Cuando haces una entrevista normal, una entrevista depresa normal.

Yo sé que el entrevistador,

porque es el formato,

va a cortar, va a utilizar aquellos trozos,

y eso ya significa una...

Yo tengo que estar más atento

a lo que digo, lo que no digo, si digo esto tal,

como fui puta antes que moja,

sé muy bien cómo funciona el asunto.

Claro, evidentemente.

Entonces, claro, contigo está todo.

Entonces, bueno, al estar todo,

pues van a juzgar por todo lo que hicimos.

Lo que quiera, entera, sé que lo veía todo.

Exacto.

Y por parte de eso,

yo ya no sé lo que me queda como novelista,

o sea, no, pero también tiene una cosa...

Cada vez me da más pereza hablar.

Sí.

Hablo porque, al final, es mi trabajo.

No digo el cobro por esto,

pero digo que acompañar un libro publicado

es una parte de mis obligaciones profesionales, ¿no?

Pero es verdad que cada vez me da más pereza hablar

y cada vez me escienda.

Eso también es vejez, los años.

Cada vez...

Entonces, bueno, para que no, si ya lo he dicho todo, ¿no?

Si lees mis libros, mis artículos, si está todo dicho ahí,

hoy no he hecho más que resumir, en dos horas y pico,

lo que llevo 35 años escribiendo artículos y novelas, ¿no?

Pero bueno, es así, es así.

Tengo una gracia, contigo siempre estoy a gusto.

El programa lo haces muy bien.

Tienes una virtud buena que es que sabes hacer hablar

y dejas hablar.

No vas...

No vas de listo, no quieres brillar

por encima del que seas, ¿no?

Pero yo...

La artista es...

Hay entrevistadores que quieren ser ellos los que dan, ¿no?

Claro.

Y eso facilita mucho la...

Y hacer sentirse gusto a alguien

hacia que si alguien se relaja o habla de verdad.

Y eso es lo que pasa.

Por eso estoy a gusto, estoy a gusto.

No sé, ahora más.

Yo espero que sí.

La invitación está.

Nunca se sabe.

La invitación está.

La puerta está abierta.

Cuando quieras, está abierta.

Ya sea para una novela o para charlar simplemente,

que también, al final, yo creo que ya ni hace falta

que tú hagas nada de promoción, porque ya se vende...

No te crees, no hay mucho ruido.

O sea, si te...

Fíjate una mesa de novedades en cualquier librería,

verás que hay cantidad de novelas.

Todo el mundo ha escrito novelas, todo el mundo, todo el mundo.

Entonces, claro, ahora ya es más difícil que cuando hay novelas,

no hablo las mías, una novela buena, hay en MacIwana o lo que sé.

Sí, de cualquiera.

O sea, no tal.

Un hombre grande.

Está tapado por el ruido.

Entonces, es...

Sigue siendo necesario.

Ahora más que antes, incluso, acompañar el libro,

déjame usted que está en este libro,

porque ya te arreglas a que el libro quede tapado,

quede diluido en todo ese ruido exterior.

Pues, Arturo, te dejo, mira, yo siempre digo lo mismo,

la cámara para que despidas tú como quieras.

Esto nos vemos las...

No, no, no, la semana que viene no hay podcast el lunes

y está Aikir Jiménez en un especial de Halloween.

Tenéis el rincón de Jorujo, todo esto de Halloween, ¿vale?

Porque no me acordaba ya.

Semana que viene.

Podcast en el rincón y todo esto.

Un abrazo, Arturo, la cámara es tuya y lo que quieras.

Cuando alguien...

Lo he dicho antes, ya me lo arreglo.

Cuando alguien os diga, les diga, os diga,

que tiene claro quiénes son los buenos y malos

en Palestina, en Ucrania, en Sierra León,

en cualquier lugar del mundo,

o es tonto, o se lo han explicado mal.

No es que vala menos duda.

Adiós.

Machine-generated transcript that may contain inaccuracies.

Arturo Pérez-Reverte regresa a The Wild Project para un nuevo podcast donde, como siempre, se hablará de todo sin pelos en la lengua. Arturo repasará su vida, sus viajes, aventuras, gracias a una serie de fotografías, algunas inéditas y sorprendentes, mientras comenta lo que aprendió en los conflictos y como el humano tropieza una y otra vez con la misma piedra. También se hablará del conflicto de Israel y Palestina, la decadencia de Europa en los últimos años, y su pérdida de brillantez cultural, los problemas a los que nos enfrentamos, y mucho más. ¡No te lo puedes perder!

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