Nadie Sabe Nada: Nadie Sabe Nada | Realismo Rancio

Nadie Sabe Nada Nadie Sabe Nada 7/22/23 - Episode Page - 53m - PDF Transcript

La cadena Ser i el Terrat presenten Nadie Sabe Nada.

Un programa apriori de humor

amb Andreu Buenafuente i Berto Romero.

Hola.

¡Muchas gracias! Gracias.

¡Gracias, Bernat!

¡Gracias!

Ahí está.

Muchas gracias, que yo público.

Bienvenidos a Nadie, señor Romero, ¿cómo estás tú?

Muy bien, señor Buenafuente. Todo correcto, todo en orden.

¿Y si los atemos de usted hoy? Nunca lo hemos hecho.

No me gusta, no me gusta.

De nota una ciencia.

¿Y es que nos llamemos caballero, como te dice la Guardia Civil?

Sí. Hoy usted caballero.

Cuando alguien te dice caballero, probablemente te va a joder.

Exacte, es el preámbulo de un problema.

Caballero, un momento, caballero.

Perdón, caballero, este periódico no lo puedo coger.

Perdón, caballero.

Perdón, caballero, como preámbulo a la desgracia.

Sí, caballero, caballero, caballero, punche, caballero.

Te gustan, últimamente, referentes muy viejos.

Ya, tío, pero es lo que hay.

Espera que me falta la cosa institucional.

Andrés ha puesto en la cabeza una pegatina de ese amante.

Ya.

Tengo alguna más, por si alguien dice algo interesante.

Sí, vamos a premiar con pegatinas.

Esto es como una guardería.

Como la esferia de muestras.

Guardería no se puede decir, es colegio para personas jóvenes.

Pequeñas.

Sí, personas pequeñas son otras, otra cosa.

Ya.

Pero también hay guarderías para personas pequeñas.

No?

Personas pequeñas, pues...

Claro, hay de todo, pero gente muy joven.

Escuelas para gente muy joven.

¿Por qué? Guardería que...

Guardería está mal visto, porque es guardar a los niños.

Si los niños no se guardan, no se aparcan.

Esto no es un parking, es un colegio.

Pero yo agradezco cuando llevo...

Cuando yo llevo a la niña a...

Gente pequeña o no pequeña.

Oye, escúchame, que no me escuchas últimamente.

Muy difícil hablar.

Cuando yo llevo a la niña a una escuela...

Agaradezco que me la guarden, también.

Sí, hombre, claro.

Que no dejen la puerta abierta...

De la escuela también lo agradezco.

Se agradece que sea escuela y que sea un recinto cerrado también.

Claro, claro.

Son cámaras.

Por la calle que no tienen conocimiento.

Muy bien, muy bien.

Bueno, pues nada, ya...

No, no, no, la música ha llegado tarde.

S'ha acabado el tiempo.

Vamos chupando ruedas, vamos chupando ruedas, colega.

O sea, bueno...

¿Qué tal la semanita? ¿Cómo ha ido?

Muy bien, como siempre, muy rápida.

No, mira, sí.

¡Oi, oi, oi!

La serendipial, la serendipial...

¿Qué ha pasado? ¿Qué ha ocurrido?

Pon la música de niños, pon la música de niños.

Porque traigo un único contenido para hoy.

¿Qué ha ocurrido? ¿Qué ha ocurrido?

Y es infantil también.

De alguna manera...

De un poco de terror, ¿eh? Sí.

De alguna manera, jo li havia transmitido al ténico de sonido

lo que quería hacer ahora.

¿Tú te acuerdas que hace unos programas, no me acuerdo cuántos?

Hice, la verdad, sin currármelo mucho,

di...

¿Tú te acuerdas?

¿Que hicieras algo sin currármelo mucho? Sí, me acuerdo.

Prácticamente en cada programa ocurre...

Conté un chiste infantil, que dije,

mi hija me cuenta este chiste.

Diga, al final del programa...

Que yo conté el que me contó mi hijo,

que le hice un pan a otro, he hecho una amiga.

No me acordaba eso.

Vaya reprimenda cuando llegue a casa.

Bueno, no, estábamos escuchando el programa

y mi hija escuché eso, sin mucha ilusión,

porque estaba muy acostumbrada, ya la tontería está.

Digo, mira, mira, mira, y ella presta atención

y dice, hostia, papá, que mal contado.

Sí?

Oye, que me jodió, eh.

Pensé, pero que soy cómico yo.

Pero es que es muy distinto, es otra disciplina.

Es como si la hija de un médico dijera a su padre,

que me ha operado, papá.

Se me ha muerto un paciente, es que claro...

Lo tienes malentendido, esto.

¿Por qué es diferente la disciplina de contar chistes

en muy distinta a la de hacer monólogos...

Ya lo sé. O cómico de otro tipo.

Yo, por ejemplo, cuento muy mal los chistes.

Porque noto que me voy cansando del chiste enseguida.

Bueno, yo no lo disfruto, no lo disfruto.

Yo he tenido épocas, de joven se contaban muchos más,

y luego llaman como que no tanto,

respeto al género, pero es verdad que no lo ocurramos mucho.

Cuando cuenta uno un chiste en un grupito

y entonces todo el mundo está más preocupado

en intentar encontrar uno para contar a continuación,

que no es el chiste que está contando.

Sobre todo, si hay niños, se produce una tensión.

Ves todos los niños como...

Estás esperando que acabes de decir...

Entonces, para poder colocar la cuña y contar su chiste...

Sí, sí, es verdad.

Yo en mi casa, cuando se cuentan chistes,

de los momentos más tensos... Público tenso.

Bueno, me había obligado a hacer una pequeña entrevista a mi hija

el otro día.

Notaréis que la voz es muy nasal, estaba muy resfriada.

Aprovecho un momento en que no tenía fiebre, porque estaba en casa.

Pero no hubo maltrato ni nada, ¿eh?

No, no, no quiero decir.

Ya tenía fiebre y le damos medicación.

Pero una de esas que no tenía fiebre, le digo...

Pues mira, ahora es el momento de que la clares.

Bueno, coño, escúchalo.

Estoy con mi hija... Mira, soy yo en los pájaros de fondo.

Ya estamos con los pájaros.

Ara en callao. Bueno, estoy con mi hija...

Hola, Joana, ¿cómo estás? Bien, bien.

Bueno, es que ella sabe que hemos contado

los chistes que me contó ella en el programa

y está muy decepcionada, ¿no, Joana?

Sí, sí, sí, muy decepcionada.

¿Por qué? Muy decepcionada.

Porque están totalmente equivocados.

Vale, yo conté uno que era Van Tres y Harrison Ford, ¿no?

No, no, no, no es así. No es así como nos.

Son Tres y con Harrison Ford.

Vale, son Tres y con Harrison Ford.

Por eso no lo entendí.

Y luego conté otro que es que le hizo un pan italiano a otro.

Pan Panamericano, este ya me de cuenta, yo que está muy mal contado.

¿Cómo es, en realidad?

¿Qué hace un panadero americano?

Pan Panamericano.

¿Qué hace un panadero americano?

No sé, tú dices, Pan Panamericano.

Vale, ahora ya lo sé. Gracias, Joana.

Te pido disculpas a ti y a todos los niños del mundo

que saben contar chistes mejor que yo, ¿vale?

Sí, sí.

¿Quieres ser el último que quieras de estar en mi programa?

Vale.

Un señor para el doctor.

Y...

que está recién operado de problemas de memoria.

Sí.

Y el señor le pregunta al doctor.

Pero doctor, doctor, seguiré teniendo problemas de memoria.

Y el doctor le dice que sí, hombre.

Que sí. Muy sutil.

Muchas gracias. Hasta aquí este espacio de humor infantil.

Los niños enseñan a los adultos. Adiós.

Muy bien. Gracias, Joana.

No quise reabrir la herida,

pero a mí me parece que no lo contó muy bien ella.

Pero cada quien estábamos en un bucle,

ahora ha sido tú, ahora ha sido yo.

Yo se lo sabía... Yo me equiparó en edad, mental.

Yo se lo sabía que decía...

Es muy sutil este, ¿eh?

Se me curará la amnesia y le decía...

¡Que no!

Como si se lo hubiera preguntado mil veces.

Funcioné igual con el otro.

El tío vuelve a entrar a la consulta.

¡Ay, doctor, así que recuperaré la memoria!

¡Que sí!

Pero no es mejor que no,

porque implica que se lo está preguntando muchas veces.

No se cura.

Es que ya te lo he dicho muchas veces.

A ver, como una puerta de esperanza que mata un poco la gracia.

Recuperar la memoria, ¿qué es?

Y tú dices, ¡ah, pues tampoco, es muy gracioso!

Es un debate.

Bueno, es un debate.

Bueno, es un payaso, es lo que...

A mí me trata bien.

A mí me trata bien.

No he venido aquí a exponer argumentos.

No, no, ahí están las hemetotecas.

No, ahí están las hemetotecas.

Ahí están las hemetotecas.

Ahí está la hemetoteca, vaya los carnes.

No, vaya.

¿Cuál es su argumento?

Porque yo no he escuchado nada.

¿Cuál es su argumento?

Me gustaría poder exponerlo.

Yo le voy a dejar hablar, que usted no me ha dejado hablar a mí.

Usted no me ha dejado hablar a mí.

Yo hace rato que no estoy diciendo nada.

Hable, hable, hable, hable.

Pensaba que aquí no se puede hablar,

porque yo solo emitiré su nido.

No, no se puede venir.

No, se puede venir.

No venga.

¿Está usted diciendo qué? No, no se vaya.

Un respeto, ¿eh?

Un respeto.

Es que si se van, hay debate.

¿Usted es un chiste?

¡Dire mal gusto!

¡Hombre, público en el panfleto ese!

Sí, sí, bueno, bueno, bueno, bueno.

Hasta aquí el debate.

Me encanta.

Es verdad que...

Aquesta opción va muy bien porque te quitas muchos nervios.

Es verdad que cuando contaste el de un panadero italiano,

dice panpanamericano... Yo no entendí.

¿Qué dice un panadero italiano a otro?

Hago panpanamericano, pensé.

¿Por qué si es italiano sería panpanitaliano?

Hago panitaliano.

Ya lo he dicho en la conversación con ella,

que ella me daba cuenta que estaba muy mal.

Pero pasó... no sé si te lo afe en el momento.

Yo creo que era... seguramente porque tú me lo afeas todo.

O todo, no.

¿Tú eres un tiquismiquis? Todo, no.

¿Tú tienes un nivel de excelencia? Todo, no.

¿Tú tienes mucha suerte? No, esto no es debate.

No.

Te vas de cansar mucho.

Tú lo que has tenido mucha suerte es que llegara yo a tu vida.

Va a tener alguien al lado que no te ría todas las gracias.

Claro, eso es verdad.

Cada otro estaba muy acostumbrado.

Quiero un café y todo tu equipo.

Siempre con sus cosas, ¿no?

Tú tienes un señor al lado que cuando quiere un café,

toma de rojo y déjame vivir.

Sí, no, tengo mucha suerte.

Un poquito de rancidad.

Ya es verdad. Yo he venido a dártela toda.

Sí, me has traído una rancida que combinada con mi azúcar,

ha dado una mezcla muy interesante.

De hecho, Andrea, que es muy observador,

me definió mi carácter hace un tiempo

de una forma que a mí me pareció brillante.

Realismo rancio.

¿Disto que...?

Esto habría que desarrollarlo un poquito, si le parece.

Sí, tiene muchas alistas.

Estás pensando hasta escribir un libro.

Sobre el realismo rancio.

¿Cómo veo yo la vida? Claro.

Porque no es...

No es pessimismo ni es negativo.

Es una sección de literatura de la vida.

Cuidado la ambición que lleva, ¿eh?

Adelante.

Estamos en la sección literatura de la vida.

Con uno de los máximos exponentes,

por no decir el único del realismo rancio,

uno de la corriente que toma el relevo del realismo sucio,

de... Sí, sí, sí.

Sí, sí.

Realismo sucio, una literatura norteamericana de los años 50,

que aquí parecemos tontos y los somos, ¿eh?

¿Qué quiere? Ya no le gusta tampoco esto.

No, pero es que no.

Ah, no, como es un rancio, digo yo.

Mire, yo, a lo mejor, peco de fantasioso, ¿eh?

A mí me invitan a un programa a hablar del realismo rancio,

que supuestamente es mi filosofía de vida,

y yo esperaba que se me dejara hablar.

Bueno, ¿cuál fue eso?

Sí, no, es verdad, tienes que hablar.

Tienes que hablar.

¿Cómo lo definiría usted?

Pues es una forma de entender la vida.

¿Puedes empezar a hablar? No estoy haciendo eso, queda como rabia.

Sí, pues es una forma...

Parece que se ha pillado un huevo, ¿eh?

Adelante.

Pues mire usted, es una forma de entender la vida,

cuya base es, como su nombre indica,

realismo, pero con una dosis de...

de sequedad.

Hay un...

Áspera.

Hay una cierta aspereza que viene derivada por el realismo.

Yo creo que el ser realista siempre aporta algo de...

No es pesimista.

No es pesimista, en ningún momento.

No es un pesimista bien informado, no.

No, no, es un...

Es un rancio.

Yo pensaba que tenía más desarrollo.

Me estoy dando cuenta que, igual con el nombre, yo ya tiro.

Simplemente con el...

¿Cómo ha dicho que quería escribir un libro?

Sí, pero...

He pensado, a lo mejor, tiene más.

Yo quería, yo quería.

Y si lo hubiera hecho, me habría dado cuenta nada más empezar,

que no había nada.

Déjeme que le ayude.

Por lo cual, aquí acaba mi... mi... mi... mi... mi beleidad.

Déjeme que le ayude, carapolla.

La cosa es la siguiente.

No sé, creo que lo he metido, pero no he hecho más al arde.

Por ejemplo, una de las máximas suyas sería,

si algo puede salir mal, saldrá mal.

No, porque es pesimista.

Espera que salga mal, porque probablemente va a salir mal.

Pero si sale bien, pues oye, disfrutar.

Pero tampoco disfrutes mucho,

porque probablemente saldrá mal más adelante.

O sea, es como...

Es un ir gestionando.

No esperas nunca nada ni de nadie.

Es una filosofía de vida que yo tengo.

Es muy extendida. No espero nada.

¿Pero por qué? Que no eres pesimista.

No, pero...

No voy a poner mucha energía en esperar algo,

porque seguramente se va a ir a la puta.

¿Y si viene algo bueno? Sí, ¿si viene algo bueno?

¿Sí viene algo bueno? Oye, ¿qué bien?

¿Qué bien? ¿Si viene algo malo?

Oh, que...

Mira, ¿qué ha pasado? No.

¿Y así? ¿Y así voy tirando? Sí, sí, sí.

No, no, si le parece vamos a ir desarrollando

un poquito más el realismo rancio,

creo que hay algo ahí interesante.

Tiene algo de, por ejemplo...

Sinceridad...

Sinceridad siempre. Sí, sí.

A un arriesgo de...

No de ofender, pero sí de excepcional.

¿Ustedes los que le dicen, cuando le dicen,

tenemos que quedar y usted pregunta, para qué?

Siempre.

¿Eso es ranciedad?

Eso se interpreta como una cierta ranciedad.

Oye, tenemos que quedar, vernos,

para tomar un café y hablar de este tema.

Muy bien.

¿Pero no es porque le moleste la otra persona?

¿Le gusta estar más solo?

Y a costumbre decir, yo por mí he encantado de quedar contigo,

para lo que sea, pero si es necesario, si no...

Usted, claro, evita muchas situaciones pesadas...

Y me lo agradece la gente, ¿eh? Sí.

Hay mucha gente que me dice, te lo agradezco muchísimo.

Mira, por ejemplo, te voy a poner un ejemplo.

Un programa de radio en el que... no voy a decir cuál es.

Pero desde que empezó el programa de radio,

han...

Siempre me han pedido colaboración y siempre se las he hecho.

Oye, ¿me puedes enviar un audio con...

Sí, hombre, claro que sí.

Podrías entrar por teléfono para hablar de este tema.

A pesar de su ranciedad...

Que pondría un filtro a la colaboración.

Pero porque no es ranciedad de no querer hacerlo.

Bueno, pues me viene bien, lo hago.

Y entonces, esta última semana, me dijeron,

mira...

A un arrisco de abusar de la confianza.

Y además se me dijo, si me quieres decir que no, dime que no.

Yo esto ya me lo agarro.

Esta carta, la reservo.

Sí, sí. Como buen ratio.

Y me dijo, ¿podrías colaborar otra vez?

Y le dije, pues mira, esta vez no.

Y me dice, no.

Me acojo a la posibilidad que me has dado.

Y le di una explicación que creo que es muy bonita.

Le dije, ¿podría hacerlo?

De hecho, no me supone ningún esfuerzo,

pero te voy a decir que no para romper esta dinámica

que hemos creado de decirte siempre que sí.

Porque esto te podría llevar a ti a pensar

que ya tienes todo el terreno ganado.

Conmigo y que siempre te voy a decir que sí.

Yo ahora te digo que no en esto, que no es importante.

Y así ya te marco que al veces te voy a poder decir que no.

Y...

Entendéis por dónde va, no? Al mismo ratio.

Sí, sí, sí.

Simplemente yo dije...

Mira, otro ejemplo que te voy a poner de Realismo Rancio,

que es un proyecto de una película.

Sí.

Uy, ahí se juegan muchas cartas.

Se juegan muchas cartas, se me envió un guión, una gente,

y me gustó el guión, le dije, sí, bueno, bueno, bueno,

yo la quiero hacer, entonces lo estamos moviendo,

a ver si la puedo protagonizar y tal.

Y en un momento dado, la semana pasada,

llamé a los responsables y les dije, por cierto,

antes de que ocurra, os quiero informar

que yo estoy diciendo que sí, que quiero hacer la pelitad,

pero cuando sí se concreta y lleguemos,

entonces os mandaré a mi representante

para que os saque todo el dinero posible.

Hostia.

Le dije, que sepáis que en ese momento...

No quiero que en ese momento digáis,

hostia, pero Alberto, si tenía tantas ganas, como ahora.

Como ahora...

Eso es Realismo Rancio Preventivo.

No se está apretando tanto.

Claro que tiene más enrollado, pero no olvidemos que es un rancio.

Es en pla ya, que en un momento dado se girará,

esto se girará, y de repente veréis un verto

que no lo esperareis.

Como si le hacía tanta ilusión la película,

ahora de repente está negociando a muerte.

Ya, ya, ya.

Y esto va a ocurrir también. Por muchas gracias.

Le dije, gracias por decirnoslo.

No te añabamos más.

Yo he dado esa información,

porque lo que me sabía mal es que digo,

a ver si luego nos vamos a enfadar.

Muchas veces hay que prevenir para enfadarse más luego.

O mejor, en un momento dado, mostrar una garra,

mostrar un colmillo, antes que tener que morder.

Eso es parte de mi filosofía de Realismo Rancio.

Yo creo que hay una artesis muy interesante.

Siempre que hay un proyecto, y tú lo sabes, en el terrat.

Yo me encargo, cuando se plantea el proyecto,

la gente viene con mucha ilusión.

¡Vamos a hacer esto más increíble!

Y yo lo primero que digo, pero esto va a tardar tanto tiempo en hacerlo.

Sí, sí, sí.

Y entra con un tanque de agua en una bodega de vino, ¿no?

¿Qué hacéis vino aquí? ¿Hacimos un vino de puta madre?

Perdona, pasa, pi, pi, pi...

Y entra un camión con 30.000 litros de agua,

y el tío...

Yo planteo todo lo que ya previo que van a ser problemas.

Los planteo ya, que luego no se producen.

Todos estaremos más contentos.

Perdona que entro más a fondo para terminar.

El Realismo Rancio, quizás la última frontera es...

destruir la ilusión.

Para nada. No, no, pregunto.

Para nada, si soy una persona que me ilusiona un montón con las cosas.

No, digo los otros.

No, no, no.

La ilusión de los otros. No, no, para nada.

Mira, Averto, me hace mucha ilusión contarte una cosa,

y tú con esta cara que pones de Realismo Rancio...

Y has pensado que...

das una ristra de realidad y la ilusión se va por el desagüe.

¿Puede pasar...?

Puede pasar... Puede pasar...

Pero yo voy a intentar moldear un poco a esa otra persona,

hacerla madurar, por decirlo, a una vanidad,

porque yo creo que la... No hablo de mí, eh.

No, no, por supuesto.

Pero que la ilusión siempre tiene que ir acompañada

con una buena dosis de realidad para que se compense las dos,

porque solo con ilusión nos vamos a estrellar.

Entonces, tú, como interlocutor del Realista Rancio,

tienes que saber que te va a venir con todo.

Yo te lo voy a dar todo.

La ilusión por el proyecto, el primero.

Ahora, que sepas que todas estas son las mierdas que nos vamos a comer.

Ya.

Compras eso, voy contigo de viaje.

Pero no me vengas con ilusión, ilusión, y luego...

Mira lo que nos va a pasar.

Que un trabajo...

O sea...

No, no, no, no.

O sea, usted huye también

del muy socorrido y odiado...

Yo ya lo dije.

Esto nunca lo hará.

Ya.

Claro, claro, claro.

A mí no me escucharás decir, ya lo dije.

Yo te lo estoy diciendo todo el rato.

Bueno, muchísimas gracias.

Nos ha dado usted una bocanada de Realismo Rancio,

que la agradecemos, y a ver cómo reclamos esto.

Puedemos hacer más...

Ya buscaré yo en casa elementos de Realismo Rancio

y te voy a plantear.

Vale, muy bien.

También si quiere quedárselos en su casa también puede.

Bueno, veamos si gusta.

Si gusta, yo os traigo más ediciones de Realismo Rancio.

Si no gusta, pues...

Me da igual.

Claro, como es un ratio.

Yo ya, cuando he planteado esta sección,

yo mismo la he hecho con ilusión, pero al mismo tiempo pensando,

esto puede no gustar.

Y si no gusta, ¿qué voy a hacer? Me mato.

No, no, no.

Me tiro ahí contra la máquina, verdad que no.

Muchas gracias, señor Romero. Venga, hasta luego, adiós.

¡Venga, va!

¡Vamos a ver!

Estamos en los estudios de Barcelona.

Estamos en la época de los 10 años,

celebrando programas por ahí.

Ojalá pudiéramos hacer muchos más.

Yo seguiría celebrando 10 años en el año 11, 12, 13...

Es que yo creo que es el año 11.

Yo creo que nos hemos descontado en algún momento.

¡Joder, ya está la última vez de Rancio!

¿No?

No, la ilusión de la década, coño.

¿En qué año empezó?

2013.

Vale, puede ser.

Puede ser, puede ser que me haya descontado.

Yo tengo la vivencia de 11.

No, me lo...

En mi reloj biológico, yo llevo 11 años.

A mí eso no me lo vais a contra decir.

No, me lo...

A mí no me toca nada de reloj biológico.

Yo soy como este reloj de aquí de mi suegro,

que no funciona por lo mismo.

Yo he vivido 11 años. Esto es un año de perro.

Cada año nadie sabe nada, son 7 años de persona normal.

Ah, sí, sí.

70 años llevo yo al lado de esto.

70.

Casi un siglo, ¿no?

77, porque para mí son 11.

Bueno, 77. Dicen Manolacas es de Zaragoza.

Manolacas?

El amigo de la escuela, del chino...

No, es una vacla.

Manolacas...

Mira, mira, mira. Dice...

Berto, empieza así, ¿eh?

Escribe tres puntos.

Hola, hermosos.

Lo primero que pones escribe...

Hostia.

Es como si ella se narrara a ella misma.

Escribe...

Tres puntos.

Sí que leyendo, porque pinta muy bien.

Es como si tú andaras por la calle y dijeras...

Camino.

No, camina.

Porque estás de fuera de un narrador omnisciente de tu propia vida.

Camina...

No con Miguel no era, ¿no?

Sí, camina Andreu por la calle Caspé.

Sí, sí.

Está muy bien.

Hola, hermosos, no recuerdo si al final Berto pudo explicar el origen

de camisa de once paras. ¿Podrías recordarlo?

No, no.

Pero no...

Lo bonito es que no ha acabado...

Bueno, lo bonito, lo decepcionante un poco.

Es que no ha acabado diciendo, deja de escribir.

No, lo normal habría de ser...

Es verdad.

Deja de escribir.

Incluso manda el mensaje.

Mira, Mina, vos sacas uco.

Mina, vos sacas uco.

No, no, ya está.

Ya, ya, ya. Muy bien, muy bien.

Esta vez no se me ha dado cuenta.

No todos, pero casi todos no se me ha dado cuenta.

Vamos a publicidad y se los cuento.

Yo no, ¿eh?

El nadie sabe nada, se puede escuchar y ver.

Estamos trabajando para que se pueda oler y comer.

Segunda parte del nadie sabe nada en la cadena...

¿Lo comento o no?

¿Qué ha pasado?

A mí me ha dado mucho la atención.

Dos personas que están en la primera fila,

en la pausa de publicidad han decidido cambiarse el sitio.

Yo aquí y yo aquí.

En la misma primera fila, ¿no?

Sí, en la misma primera fila variando mínimamente el ángulo de visión.

¿Qué ha ocurrido aquí?

Vamos a hacer un reportaje.

Hola, ¿cómo te llamas? Hola, María.

¿De alguna manera, María, te has cambiado con tu madre?

Con él.

No, como hacer su madre, es un señor.

Es un señor y tienen la edad parecida.

Ya es su madre.

Pero se han cambiado ellos dos.

No hay más mal encaminado de parentes.

¿Y por qué es esa mínima distancia?

Nos han mandado, nos han dicho...

Ah, us han dicho.

A ver, ¿quién les ha pedido a cambiar?

El camarógrafo.

A ver, el camarógrafo, ¿cómo estás?

Te molestaba un poquito eso, ¿no?

Es muy difícil operar y hablar a la vez.

Está enfocando también...

Deja la cámara quieta.

No, ya la cojo yo, ya la cojo yo.

Dame la mic, yo soy muy bueno operado.

No me ha agarrado.

Ahora yo estoy operando. Muy bien.

Perfecto.

Pues que el chico es muy grande.

Están en medio del plano, ocupando todo el rincón.

Y los he visto y he dicho que es más bajita.

No les hará menos en el plano.

Interesante.

¿Y nosotros ya estamos bien o también te molestamos por tamaño?

Me iría mejor por la luz que os cambiaseis.

Ah, pues nos cambiamos.

Y aquí estamos hablando con un operador de cámara.

Se ha comentado la diferencia de los tonos de piel

entre Bertrand y un servidor.

Es que además tú tienes más luz y tú menos.

Con lo cual...

Además está cintuado todavía.

Vamos a ver.

¿Y por qué tengo menos luz?

No, aquí no llevo.

Pero yo no...

Estamos haciendo el programa mal

desde que estamos aquí en el Toresqui otra vez.

10 años.

10 años no, porque hemos estado en otros sitios.

Hemos vuelto al Toresqui en esta nueva disposición.

Hay un problema con las luces.

Al local del crimen, sí.

Vamos a intentar corregirlo.

Bueno, pues vamos a...

Vamos a trabajarlo esto.

Yo no me muevo de aquí.

Si ya está fuera nuestra cama...

Tú eres más oscuro.

Los matrimonios, cuando se fija un sitio en la cama,

es inamovible.

Yo duermo a la derecha.

Bueno, pero vamos a sacar este tema ya,

porque es verdad que el tú eres mucho más oscuro de piel.

Tienes menos luz.

Yo soy mucho más blanco de piel y tengo más luz.

La gente está hablando ya del programa interracial,

con micos interraciales...

Yo le dije, este verano, hace un tiempo,

yo creo que deberíamos anunciarnos

como Andrés Humberto y su compañero de color, Andrés.

A mí me pareció que comentario que coqueteaba de alguna manera

con el racismo.

Pero un tono de color, sí.

Un tono de raza negra tengo.

Perdona.

No, porque no eres de raza negra.

Pues que me gustaría.

Si yo fuera de raza negra, os iba a cagar todos.

Tienes familiares negros.

No lo sé.

No, pues si te hiciste un test de...

Ese test era una mierda pincha de umpado.

No.

Yo vengo de Andalucía.

A mí también me gustaría ser negro, pero no lo eres.

Oselo, oselo.

No se puede.

Es binario esto.

Yo siempre he fantaseado con tener...

Bindi, selera, negro.

Sí, eh.

Pues, eh.

El de Fast & Furious.

Este tío que igual te conduce un coche como te reparó una caldera.

No lo sé.

Tiene la pinta de un servicio técnico absoluto.

Oye, sabes que...

Le pones un mono que ponga aquí calder hot.

Eh...

¿Sabes que fui a ver Fast & Furious 10?

Sin haber visto ninguna.

Yo he entrado en Fast & Furious por la 10.

Uau!

Porque tenemos un grupo de amigos que vamos al cine

y tenemos un...

El grupo se llama hasta que salga bien.

Y entonces intentamos ir a ver pelis que creemos,

que creemos que van a ser madas,

que no nos van a gustar,

pero tampoco podemos ir muy, muy...

O sea, es muy sutil el grupo.

Ya.

No podemos coger algo que sea rematadamente.

O sea, que un ánimemente todo el mundo diga que va a ser mada.

O que veas que no.

Tiene que ser algo que puede salir bien.

Entonces hay que escoger con mucho cuidado.

Entonces hemos visto...

Halloween Kills,

John Wick 4...

Sí, sí.

Siempre vamos a ver pelis que seguramente...

Salas en mi vacía.

Crit 2, también, pero...

Sabes, siempre jugamos eso.

Y fuimos a ver Fast & Furious 10.

Yo creo que no salió bien.

¿No salió bien?

¿Os gustó?

No. Si no sale bien, es que el grupo continúa.

Tú no puedes estar en el grupo porque no entiendes las reglas.

Yo que voy a entender.

Si te llegan y hayan allí, no entendería.

Pues no está mal, diría yo.

No está mal esta peli.

Venga, ya está, saca el grupo, ¿no?

Entonces vamos a cenar, luego vamos a ver la peli...

¿De qué va Fast & Furious 10?

No lo sé.

No lo sé.

Hay una movida...

Los flipantes que sale Jason Momoa...

¿Quién es Jason Momoa?

Jason Momoa es Aquaman.

El señor muy fuerte,

como una cara muy expresiva.

Y como muy...

Es de la categoría de rock, ¿no?

Todos mazaos, ¿no?

Sí, muy mazao, pero Jason Momoa está...

En esta está un poco gordo, ¿eh?

Es que un mazao gigante, sin gorda, no pasó nada.

Bueno, pero que está fuerte, pero...

Coño, el de...

No está definido.

Escúchame, definido. El de guardenas de la galaxia.

El calvo este, gordo.

No, no, está muy musculoso este.

Pero está fondón.

Porque tiene la estructura grande, ¿eh?

Sí, coño, claro, sí, mira.

¿Cómo se llama este?

Batista.

Buen actor batista, ¿eh?

Sí, buenísimo, sí.

Sí, salían al patrino.

¿Es gordofobia o forzudofobia, o qué es?

Entonces es típico que como este forzudo

y tiene en los ojos la CIA chinao, no es buen actor.

Para ti es tal o no es buen actor, tampoco.

Mmm...

Pero como tiene un ojo ahí, como es que se le cae...

Poco, poco, bueno, le he visto.

Estalones, hay que lavarse la boca, antes de hablar de estalones.

Lavarse la boca.

Bueno, bueno.

Es el Woody Allen de cineración.

Estalones?

Estalones.

Bueno, escribía sus propias películas.

Escribía los guiones, los interpretaba a él.

Siempre interpretaba un personaje parecido.

Lo mismo que he hecho Woody Allen toda la vida.

Pero como uno chiquitico con la caza, dice que debe ser intelectual.

Si te ha dado una hostia intervierta, vamos a marginarlo.

Ya, ya, ya.

A mí, Rocky...

No, me es Rocky, sí, estamos de acuerdo.

Todas, todas.

Hasta la cinco que no le gusta a nadie.

Vale, vale, vale. Me flipan.

Bueno, no quiero discutir contigo sobre cine, no pasa nada.

Jason Momoa le dice en la pel·li Ben

y es lo que tiene que dar a los cojones.

Y yo no he visto a alguien en una película

tan suelto como Jason Momoa en Fast & Furious.

Está fuera de onda, totalmente.

Pero que le hace una pedorreta a uno en un momento, ¿eh?

Un momento que va con el coche y pa' se hace...

Y cada vez que se hace...

Pero totalmente fuera de...

Hostia, l'Aquaman. Flipante.

Se ha reblandecido tanta agua, ¿no?

Y cosas fascinantes de la película, pero fascinantes.

¿Puedo hacer spoilers? Sí, hombre, por favor.

Hay una bomba, que es una bola, que sale de un camión

y empieza a rodar por el Vaticano.

La típica bomba-bola. Una bomba-bola.

Con la mecha larga que no se acaba nunca.

Y va cayendo, cayendo, cayendo, y es bajada y cae,

pero es que al final de la caída, ya va en su vida, también, la bola.

O sea, hay una calle recta, la bola tira,

y el último tramo de calle es en su vida.

La bola sigue para arriba, también, ¿eh?

Uau.

Explota la bola

y se ve la imagen de como de medio barrio petado.

Y entonces se ve las noticias y sale una noticia.

Por suerte no han habido muertos.

Está en media ciudad destruida

y él le dice que por suerte no han habido muertos

para que nadie en la sala llore, ¿no?

Flipante, flipante.

Flipante, al final, es una atractiva de estas pelis, ¿no?

Sí, no sé si me gustó o no, creo que no,

pero estaba fascinado, como viendo...

Ya echas la tarde, ¿no? Sí.

Gracias a l'Esberto por este espacio de cine.

Venga, vamos a seguir.

Mira.

Este espacio... Ah, i no acaba la peli.

Jo, qué pesado, con el fall del punt.

No acaba. ¿Qué?

Al final, es larga, pues las peles son muy largas ahora.

Ahora las peles van a peso, ¿sabes? Sí, sí.

La gente va al cine y... A granel, ¿no?

Si no le das dos horas y media, dice...

¡Hombre, vamos a ver cortos, la gente está cerfada!

Sí, sí, sí.

Y esta estalla es muy larga,

y va todo el rato al final y no acaba la cosa,

y yo, ya cuando estaba a punto de acabar,

digo, pero si aquí falta todavía la resolución, aquí...

Aquí no.

I, entonces, sale un...

salió un submarino del hielo...

No me preguntes por qué,

y salió Gargadot, la de Wonder Woman,

que se ve que salía en la peli, en pelis anteriores,

pero como yo no he visto ninguna anterior,

de repente sale alguien, digo, mira, Wonder Woman.

Sí.

Y dice, mirase a cámara y dice...

Como diciendo, ya verás ya.

Ya veréis.

La once, ¿no? Como vendiendo la once.

Continuará, porque las películas ya no son películas,

son series, para saber cualquier película,

y no se acaba nunca, es...

Bueno, por seguiremos, nos vemos la semana que viene,

con dos horas y media más de turra.

Sí, sí, es mi pante.

Bueno, este tío está ya más rau, el DSLT, que no veas.

Oye, lo que miena ahora es muy bonito

y nos traslada a Londres.

Andrea dice, hola, Andrew y Berto.

Ah, yo no tengo...

A mí no me traducen. No te traducen.

Se llama Marías Berto.

Berto era Epiblas, era Berto...

Bueno, un poquito nosotros también, Epiblas, eh.

Dice, me encanta vuestro programa, gracias.

Empecé a escucharlo cuando estaba embarazada.

Ah.

Vale, y ahora tengo un bebé de dos meses

que os escucha y deja de llorar.

Ah.

No, tienes que poner, perdona, algo más bonito que la música.

El tío salve a la reina, ¿no?

Sí, no, pero...

Ay, ay, ay, muy bien.

Ahora es cuando el niño empieza a llorar.

Es la misma canción.

Es la misma canción.

No, que he dicho ahora con retranca, coño.

Algo más suavito.

Es un bebesito.

¿Le podríais dedicar una canción de cuna?

Claro.

Se llama Emilia, es una niña muy seria

y también un poco estreñida.

Ostras.

Que no sea por eso.

Madre mía, este último dato.

Un saludo, Andrea.

¿Qué pensás que lo podíamos hacer con nuestros instrumentos?

Oye, ¿sabes cuando eras pequeño y estabas estreñido?

No me acuerdo.

No hacía lo de meterte una cerilla por el culo.

Me dice Ramón Polinaeterna que perejil.

En mi casa cerillas.

Perejil también por el culo.

El rabo del perejil por el culo.

¿Y la encendían o no? No, no.

Pero entiendo que no es por el...

Yo pensaba que era por el fósforo.

Que igual...

Al decir tú lo de perejil, entiendo que es lo que se trata

de intentar desatascar, simplemente.

Meter un palo para ver si...

Bueno, escúchame, hay una señora en Inglaterra

esperando una nana y tú hablando de culos y cerillas.

Ostia.

Pero porque la niña está estreñida.

Bueno, pues ya encuentra la manera, hombre.

Tiene el sistema digestivo en construcción.

¿Qué instrumentos quieres?

Tengo... Mira...

Mejor instrumento del mundo, mi voz.

Hombre, pero habrá que acompañarlo de algo infantil, ¿no?

Vale.

Como no sabemos tocar ninguno y encima todos son raros...

Ese es más bonito.

No, sin música, vamos a hacer nosotros.

No, así va a llorar, ¿no? El niño.

La niña.

Mira, qué bonito.

Si oye más el plástico del...

El plástico que...

Mira, mira, sí, hijo.

Dos notas.

Venga, hazme la música.

¿Qué pondrás?

Una letra.

Uau.

Uy, no, pues esto no lo había tocado.

Ha sonado una nota porque ha querido.

¿Será continua la música o habrá que empalmar la grabación?

Esto la niña no le va a sentar bien, ¿eh?

Y, pues, tira.

Yo me encargo, yo me adapto, pero tú sigues tocado todo raro.

Vale, venga, vamos.

Ponte más lejos del micrófono.

Tiene mucha presencia.

Hola, bebé.

Que vas mal de bien.

Somos tus amigos.

Verto y buena fuente.

Ahora dormí.

Tienes que intentar.

Ah, no sé qué te vengan las ganas de cagar.

Muy mal, bebé.

Dani, des de morirles... Espero que te sirva.

Dani, des de morirles, en Córdoba dices...

¿Sabéis, estas escaleras de plazas o parques

que tienen escalones algo más largos

que van a subirlas dando pasos muy largos

o dos pasitos cortos por escalón?

Sí.

¿Cuál es la forma más digna de afrontar este elemento arquitectónico?

La subida de la paloma, ¿no?

La subida de la paloma.

La subida de la paloma.

De verdad, una mala escalera...

Te jode la tarde.

Hombre, hombre.

Y la rodilla. Y el que la ha puesto.

No lo verían ya. No lo verían los constructores.

En el in situ.

Mira, lo subiría a pasar por ahí cada día, dos veces.

Eso es cuando te obcecas en hacer escalera,

cuando, evidentemente, ahí cabe rampa.

Porque cuando el escalón es largo,

es porque te está pidiendo rampa.

Te está pidiendo rampa. Si pide rampa, no te obceques en escalera.

Pide rampa.

Eso tendría que decir al arquitecto.

Cuando ves el plano, haces así, y ya de un primer vistazo...

Aquí pides rampa.

Y pollas.

Pero es que a mí me hacía mucha ilusión hacer escalera.

Esto no es escalera. Esto es un rompe tibias.

Ya, es verdad.

Se ha hecho mucho daño, gente, en esos sitios.

Oye, voy a cambiar de tema.

Por favor, no tenía nada más que decir.

Capimantada de Granada dice...

Siempre se ha dicho que cuando un gato negro se cruza...

Gato negro, gato blanco.

¡Qué susto!

He hecho mucho de menos al chiquito.

Pero eso era cisne negro. Cuyo negro, cisne cuello blanco.

Gato negro, gato blanco.

No era cisne cuello negro, cisne cuello blanco.

Yo creo que chiquito nunca dijo la palabra cisne.

Mira qué dijo palabras, pero cisne...

He hecho un cisne.

Esto es cisne.

Bueno, yo qué sé.

Oye, yo tengo que apuntar una libreta,

una vez le hacen una entrevista a un programa de televisión,

que quería ser un leite, un proto-leite, que duró muy poco.

Le dice el presentador, chiquito,

hacer una intervenida que es poner a chiquito...

de entrevistado.

O sea, chiquito iba a actuar, a hacer sus cosas.

Ya te lo he cortado muchas veces, que eso te le traíamos.

Y el propio representante decía, a chiquito lo mares,

él cuenta sus mierdas.

Además, él decía que le daba igual lo que le pidieras.

Sí, que se pedía.

Él tenía un caché, fuera una película o una entrevista, o lo que sea.

El llegaba y...

Pero en este programa dice, vamos a hacer algo diferente.

Los programes tenemos a chiquito a la casa de 60 años.

Tú muy bien.

El iba lanzando lo suyo.

Si era una entrevista, imposible.

Y en un momento dado, que yo aplaudí esa temeridad,

el presentador le dice, chiquito,

¿tú crees que hay vida después de la muerte?

¡Oh!

¿Y qué le exaltó?

Dice, se levanta...

Dice, yo no sé si hay vida,

pero seguro que hay fanta y Coca-Cola.

Eso es chiquito.

Eso es chiquito.

¿No?

Es buenísimo, ¿no?

Vida de Zumos Vida.

Luego lo estaba analizando, en su cabeza funcionó...

Ah, ¿tú crees que él leyó?

Era demasiado bonito pensar...

Él creo que pensó, visualizó un Fumo Vida,

que no sé si todavía fabrican, que era unos Zumos.

Y él dijo, imagino un Caterin.

Sí, sí.

Bueno, estás intentando entrar en la mente...

En la mente de uno de los mayores genios

que ha dado la cultura del mundial.

Yo creo que, en su mente, él vio el vas allá con un Caterin.

Una máquina de café...

Y las botellas borrosas.

Y dijo, bueno, me está pidiendo que si hay Zumos Vida,

pero seguro que tiene que haber fanta y Coca-Cola.

Porque es un poco lo que cubre todo, ¿no?

Si te mueres, llegas a un sitio, que hay una espera,

dice, mira, esto va a estar unos dos horas más,

pero no se preocupe porque hay un Caterin.

Hay cerveza, no. Cerveza, no.

Porque en el cielo, alcohol, no se consume.

Hostia, pues vaya mierda.

Es lo que si quieres, fanta o Coca-Cola.

Yo creo que su cabeza fue por ahí.

Y luego también dijo otra que me la apunté,

que dice, porque usted como...

¿Cómo se define usted, chiquito?

Dice, yo soy automático como la beja malla.

O sea, solo un genio...

Solo un genio puede decir,

yo soy automático como la beja malla.

A nadie más, se lo puede decir.

Vamos, si te parece, a hablar con alguien del público,

pero antes déjame decir un último dato

sobre lo importante que es chiquito para mí.

Yo conocí a Chiquito

en un programa, el primer programa de televisión

en el que yo participé, se llamaba Cuatra y Acción,

era un concurso de monólogos que se hacían en el casino de Barcelona,

presentado por Rujepera, al que mando un...

Ganaste tú, ¿no? Un beso desde aquí.

Ganaste tú. Gané.

Sí, el nivel bajo, ¿no?

Bueno, un poco más.

No he tratado el chiste, porque la gente...

Contrató pronóstico, también me quiere.

Ya, ya, ya.

Y entonces el premio lo daba a Chiquito.

Oh...

Y entonces yo conocía a Chiquito el día que daba en el premio,

la última grabación del programa,

y ese día vinieron mis padres y vino mi hermano

desde mi pueblo.

Tu hermano, José Antonio.

Felicidades, ¿eh? ¿Qué te dijo?

¿Qué te dijo?

Yo qué te dijo.

Felicidades, sí muy orgulloso de ti, ¿no?

Sí muy orgulloso de ti, ¿no?

Ah, va, sí, tu hermano.

Es que no me hace gracia.

No me hace gracia.

Además, es un faltón muy desagradable.

Y además vas a atacar a lo donde más dueles.

Tuíste mucho tiempo haciendo chistes sobre mi mujer,

como fingiendo, simulando que tenía relaciones con ella,

y ahora eso lo has dejado, y ahora atacas a mi hermano.

No, en serio.

Luego vienen mis hijos...

Analicemos esto. Eres un falto.

Un mal educado.

Analicemos esto.

Analicemos esto.

Yo imito a tu hermano.

Pero no lo lleno de contenido denigrante.

¿Qué podría?

No.

No.

Yo lo dije, por ejemplo.

Perdona, perdona, mi hermano.

No tiene nada que ver con este mundo.

Mi hermano es un abogado serio.

Ya lo sé, bueno...

Que cometió el error de decirme que sí,

cuando le propuse participar en un programa,

para ver si podía ser legal que yo me hiciera una funda,

un monedero, con la bolsa de tus testículos.

Y él...

Tan serio no es, tan serio no es.

Él pensó.

Porque un abogado serio dice que no.

Y tu hermano dijo, sí, sí, sí.

Es mi hermano.

Me paga la comida, me paga el viaje.

Me pagamos una mierda, le pagamos.

Si lo estás pagando así, imitándole en un programa,

que se escucha en todo el mundo,

con una voz de mierda,

y no me pongan grabaciones de mierda.

Que tu hermano ya foran parte de la historia del nadie.

Vamos a escucharle.

Estamos tocando temas que nos llevan a cuestiones de ética.

Estamos tocando temas...

que nos llevan...

No, es que...

Coño, que tiene un buen imitar.

Un besocho.

Imagínate que yo, después de escuchar el audio de tu hija,

me pongo imitar a tu hija.

No, pero a mí me parece una menor.

Ah, a ver, no, es que aquí...

No, ahora, eh.

Esa es una menor.

Además, fíjate, he usado el personaje de tu hermano

en esa ficción de cuando ganaste el concurso que vino tu hermano

y dijo, felicidades, chato, ¿cómo estás?

Pero no le he puesto guionchungo de...

¿Qué pasa, hijos de puta, cómo estáis?

Podía haber empeorado.

Simplemente he recreado la voz.

Como una inteligencia artificial.

Vale, pues muchísimas gracias, Andrés.

Gracias a ti.

Por este homenaje a mi hermano y a mi familia.

Muchísimas gracias.

Por favor, no pares nunca.

Ojalá de este personaje te funcione y hagas un monólogo por todo el país.

Esto nos lleva a cuestiones de ética.

No, no, no.

Venga, va.

¿Y qué te dijo de tu familia, con chiquito?

Voy a seguir contándolo como si me seguiera haciendo ilusión.

Llegaron mi hermano y mis padres

y ese día, ese mismo día,

fue el día en el que yo les presenté

a la que sería mi mujer y la madre de mis hijos.

Ese mismo día coincidieron allí.

¿Has visto que nos echó chistes? No, no.

Ese día yo les dije, hay una persona en mi vida.

Yo les decía estas cosas, mis padres, hay una persona en mi vida.

Les dije, hay una chica que me gusta y no gustamos.

¿Y cuándo hace que salís?

¿Cuándo hace que salís? Y va a venir.

¿Quieres que esté tu hermano? Hay que ir a esta becriación.

A lo mejor ayuda.

¿Qué les hace? Gracias, porque el conflicto es fuente de comedia,

pero no estoy pasando más.

Lo último que quiero es que tú lo pases mal.

Pero mi hermano que lo pase mal, te son un poco los mejores.

Yo te aprecia más a ti que tu hermano.

Y ahí yo más a mi hermano que a ti.

No es un problema.

Hay que contar un punto.

El punto es que te calles la boca.

Es el punto.

Ese es el punto.

Está claro, es el principio.

¿Hay un conflicto?

No, no.

Es un conflicto ético.

Bueno, va, sí, sí, sí.

O sea, pero qué emocionante, ¿no?

Chiquito, tu esposa, la que sería tu esposa...

Ese día, tenemos una foto familiar en la que estamos.

Mi padre, mi madre, mi hermano, Chiquito y yo,

y ninguna foto con Marta.

Oh!

Més que haberme dicho que eso uniera.

Mi familia se dio cuenta de que la prioridad allí estaba en Chiquito,

porque la novia nadie va a saber si se va a quedar o no se va a ir.

Pero Chiquito, y en mi familia lo mostré muy claro,

era y será eterno.

Sí, sí, bravo. Bravo.

Y vamos ahora con alguien del público.

Oh! ¿Cómo te llamas?

Hola, ¿qué tal? Me llamo Roger.

Hola, Roger, bienvenido.

Sí, he tenido dudas de decir algo o no,

porque estaba tan a huevo lo de Chiquito.

Claro, tío.

Es lago negro, lago blanco.

Muchas gracias, Roger.

Lago negro, lago blanco.

Si yo fuera en el camión, como he dado tanto tiempo escuchando,

me habría encantado después de escribirlo.

Es lago negro, y quería dejarle la vez,

pero me toca, a mí, que estoy aquí.

Muchísimas gracias, pues mira,

creo que Andrés te va a regalar una camiseta...

De mitalla, de mitalla, ¿no?

¿Estoy viendo a Roger?

Roger es un tipo corpulento.

La pongo en una pierna, a lo mejor.

Es nuestro batista.

Es un tipo corpulento.

No, está así, está de XL.

Tengo una XL.

La más porno que tenga.

Un XL, hombre, con una M y tú ahí rebotío.

Mira, dentro de un año vengo otra vez y veo con ella puesta.

Tú trabajas tu look, porque tú te cuidas.

Yo te veo...

Es guay, llevas un sombrero, a lo mejor pasas calor,

pero tú dices yo sombrero puesto...

No, porque sabía que i vais a tener el aire a todos.

¿Cómo combina el tío muy bien? Te felicito.

Había una propuesta estética interesante.

Hay gente que sale de...

Que es lo que más te gusta, el sombrero.

No sabía que decirte, la camisa no mola bastante,

todo muy bien...

Se mira a su compañera y dice, te lo he dicho, ¿no?

¿Le gustará la camisa? Andrés le gustará la camisa.

No, porque es universalmente conocido,

que no tengo criterio estético.

Te voy a decir una cosa,

ir bien arreglados, una falta de respeto a los demás.

Perdón, no, esa es el rebe.

¿Por qué estoy borracho de hablar, coño?

Es una muestra de respeto a los demás,

que siempre le he pensado eso,

salir de casa guay para decir tíos...

Me molo, pero... o respeto, o sea, que muy bien, tío.

Es me gusto y te ofrezco esto para que te guste a ti.

Eso es muy bonito.

¿Puedo decir una última cosa?Sí, no es muy larga, sí.

Nos tenemos que marchar ya.

Yo, yo viviendo poco tiempo en Barcelona, soy de Murcia.

Muy bien, sí senyor.Murcia, Murcia.

Murcia.

Mira, mira cómo estará las cosas con Murcia.

Mira cómo estará las cosas con Murcia,

que has hecho así como pidiendo aplauso,

y yo esperaba que lo que pedías es, va, meteros conmigo.

Pues me encanta, me encanta.

En el último show de Miguel Lago estaba esperando el chiste

y lo hizo el último de todos.

Vale.Digo, que soy de Murcia,

y yo viviendo poco en Barcelona,

trabajando de transportista, aunque soy músico.

Muy bien.

Y con vuestro programa he pasado un montón de horas currando,

y gracias a vosotros he aguantado mucha mierda.

Muy bien.

Mira, espera.

Te queremos, Roger, solo una cosa, solo una cosa.

Espero que cuando hicieras aguantado mucha mierda,

no te refieras al propio programa.

Sí, sí, aparte, aparte.

También.

Yo para cerrar el círculo y a pesar de ser la radio,

tiene que decir que además huele bien.

O sea, te has echado perfume,

y yo te pediría por favor si me te pudiera dos besos.

Sí, venga, venga.

Adiós, guapo.

Gràcies a todos, hasta aquí, adiós.

Acabas de escuchar, nadie sabe nada.

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Los cómicos interraciales Andreu Buenafuente y Berto Romero se emborrachan de hablar una semana más. Según su reloj biológico, cada año de ‘Nadie Sabe nada’ equivale a siete años de persona normal. Un programa que es como una película actual, no para nunca, ni siquiera en vacaciones. 

Además, no quieren cambiarse de sitio, tal vez por el Realismo Rancio, una forma de vida un tanto difícil de contar, incluso más que los chistes infantiles. Pero al ser como niños, pueden aprovechar la nana para bebés estreñidos hasta que salga bien.