Nadie Sabe Nada: Nadie Sabe Nada | Mojiganga con magos y mandangas

Nadie Sabe Nada Nadie Sabe Nada 9/30/23 - Episode Page - 54m - PDF Transcript

No hay nada como una bebida bien fría de McDonalds, luego de un largo día.

Porque después de pasar horas manteniendo todo bajo control,

te mereces un premio por tus espuesos.

Y si ese premio viene lado, es aún mejor.

Hay bebidas, y hay bebidas de McDonalds.

Hasta el precio es refrescante.

Por solo $1.49, disfruta una bebida helada de cualquier tamaño,

como la nueva Frozen Hawaiian Punch.

Precios de participación pueden variar,

no puede ser combinada con ninguna otra oferta, o como mío.

Para, pa, pa, pa...

Muchas gracias.

Gracias, gracias.

Muchas gracias.

Maravillosa.

Maravillosa la respuesta del público.

No olviden que en casa hay gente con auriculares.

Bien.

Lo digo porque, oye, en como una espantada de nus.

¡Oh!

Y dice, bueno, ya, menos mal que esto dura poco.

Bienvenidos a Nadia Sabenada.

Estamos en la cadena ser en los estudios de Radio Barcelona.

Aquí empece todo.

E-J-1, estamos hablando, ¿eh?

E-J-1.

Sí, sí.

E-J-1.

Sí.

No me hagas enfadar.

Son las siglas de estación autónoma, joder.

Exacto.

Estación autónoma, joder.

La matrícula de origen, la primera emisora de España,

que, por cierto, en el año 24, si no voy mal encaminado...

Tu primera adolescencia.

No, no, no.

No, no, no, esta bromita ya no.

Celebra sus 100 años.

Sí, soy un viejo, yo también.

100 años de Radio Barcelona.

Ya hablaremos porque, joder, nos toca de cerca...

¿Cuándo? Este año.

Que de esos 100 años se me pone la piel de gallina,

y yo he estado aquí 30.

Claro, el año que viene.

Yo la pillé con 70.

Hostia, qué mayor soy, macho.

Ya.

Es fuerte, ¿eh?

Sí, sí, sí.

Y yo que aquí tenía 70.

Y eran mayores.

Madre mía.

Y ahora tienen un ciclo.

¿Y cómo te sientes?

Bien, que son entrevistas a profundidad.

Sí, entrevistas en profundidad.

Sí, sí.

Hola, amigos y amigas del Medievo.

¿Qué tal?

¿Cómo estáis?

En la verdad que...

Un momento, que la introdujo.

Ah, vale, perdón.

Hola, amigos y amigas del Medievo.

¿Cómo estáis?

¿Cansados de peste y pulgones?

Cansados de lanzar vuestros orines y heces por la ventana.

Aquí estamos,

para ofrecer un rayo de luz en esta época tan oscura

que nos ha tocado vivir.

Tenemos con nosotros Andro Buena Fuente,

uno de los primeros ejemplos,

primeras espadas de eso que se ha venido

en llamar la radio difusión.

Buenas tardes, Andro Buena Fuente.

Buenas tardes, gracias por invitarme a este programa.

Cuéntanos, cuéntanos.

Espero hablar bastante.

Cuéntanos, ¿cómo eran los inicios?

¿Cómo se hacía radio?

¿Con un palo y un trapo?

Sí.

Si tuviera ya un palo y te ibas a enterar tú.

No, ame, no, qué va, qué va.

Yo no me las quiero dar de pionero

porque hay gente muchísimo más importante que yo.

Pues que vendas a gente que queremos una entrevista.

Han muerto, han muerto.

Ah, vale, vale.

Perdón, perdón.

Han muerto.

Perdón.

Pero una cuestión...

¿Qué?

Bueno, alguno queda.

Perdón a mí, perdón a mí, me ha sentado mal.

Como tú y yo desapareceremos.

Eso es lo que dará el recuerdo.

Sí, sí, sí.

Pero...

Y ya está.

Sí.

Desaparecemos y ya está.

Sí.

Ni posteridad ni mierda.

Ya, ya, ya.

Esa gente que dice, yo todo lo que hago

es porque se me recuerde la posteridad.

Claro.

No ha sido pesado.

Durante toda tu vida.

Sí.

Que quieres seguir dando por culo cuando te mueras.

Claro, claro.

Anda cuando te mueras.

Bueno.

Que mueres tú y todo lo que has hecho

lo entierran contigo en una pirámide.

Ya, ya.

Pesado de los cojones.

No es el tono que esperaba yo

para esta entrevista.

Ni yo, ni yo.

Sobre la historia de la radio.

Yo venía a la radio contento,

no sé qué me ha pasado.

Ya, ¿qué quieres saber usted?

¿Qué quieres saber usted de aquellos años?

Pues lo que le he preguntado,

que no me ha contestado,

que cómo era la radio en los inicios.

Bueno, yo tuve el honor,

momento que estoy buscando por aquí los auriculares,

ve usted que estoy bajando aquí con...

Están en la cabeza, los tienes.

No, no, no.

Dico el volumen.

Bien.

Yo recuerdo como si fuera hoy

cuando llego a estos estudios.

Una maleta cargada de sueños, ¿verdad?

Una maleta de cartón.

No, no.

Una furgoneta.

Una furgoneta con un sofá.

Porque mi padre insistió

en que me tenía que llevar un sofá

porque creía que en Barcelona

pues no había sofás.

¿Eso va en serio?

Sí, sí, sí.

¿Viniste a la radio con un sofá?

Bueno, la radio no.

Al piso donde vivía.

Hostia, es que...

Mi traslado.

Hostia, la radio con un sofá.

Hostia, la radio con un sofá sería muy grande.

No, me traslado en el año 92.

A Juegos pasados.

A Juegos pasados, así, a calzón quitado.

Y bueno, me encontré una radio

que no estaba quizá...

Fíjese, fíjese, fíjese lo que diga.

No estaba en su momento más brillante.

¿Qué ha pasado durante este...

¿Qué?

Ha entrado como un personaje, ¿no?

Sí, no, porque quiero que os reparara usted

en la nota discordante

a lo que lo voy a meter ahora.

Sí.

No estaba en su mejor momento.

No iba...

No iba...

No iba ya tan bien...

A ver, les hago esto para practicar la voz.

No iba muy bien la entrevista como para...

Encima ponerse vanguardista, pero...

Bien, la radio.

La radio.

La radio.

La radio.

Hay que llenarse la boca cuando uno dice radio.

La radio.

Como el que hace gárgaras.

Sí.

Gárgaras de aire.

Rau, ¿no?

Vivió su momento a Esplendor.

Pues...

Hombre, si tiene 100 años.

¿Qué te voy a contar?

Claro, pues ha vivido varios, ¿no?

Sí, ha vivido varios.

Pero hay unos 50 o unos 60 de...

Momento, no.

No, de la época.

La década.

Ah, pensá que digo...

Las décadas de los 50, 60.

Sí, eh.

La radio espectáculo.

Al radio voy de Clanel.

Sí, sí.

Solo es el único hombre que me viene.

Claro, usted la conoce mucho.

Claro, no está este medio, ¿no?

No.

A pesar de que trabaja en él.

Sí, soy como un quiste.

Que la ha salido a la radio.

Bien.

Pues eso había pasado y estaba radio barcelonado, ¿no?

Un poco reconstruyéndose.

Recordemos que el nombre era...

Uno.

Bueno, yo le pediría un poquito de respeto hacia la matrícula, ¿no?

Es importante, ¿eh?

En aquel momento.

Era muy ingrato trabajar aquí.

Decían, vas a...

¿A qué hora llegas a...

Yo ya estoy en...

Hasta que alguien, como en criterio, dijo pa,

nos llamas Leca de Macer.

Sí, sí, sí.

Es mucho más pronunciable, más agradecido.

De hecho, mira, con tu permiso,

voy a pedir que, de cara a próximos programas,

cuando ya nos acerquemos al centenario,

recuperemos algunos fragmentos.

Porque hay por...

Se conserva, por ejemplo, todavía una señora que hacía...

¿Se conserva la señora?

No, la señora no.

La voz de una señora.

Mejor, mejor.

Que se llamaba María...

Tiene muy más conservar una señora.

Ya...

Cien, doscientos años.

No lo estoy escuchando.

No lo estoy escuchando.

Una señora que hacía el indicativo.

Sí.

Con una voz muy de la época, que decía...

Emisiones de radio.

Emisiones de radio.

Radio Barcelona.

Radio Barcelona.

Ella cuenta uno.

¡Ah!

Sí, no.

No, lo decía bien.

Por lo tanto, bucearemos un poco.

Si le pasara...

Si le pasara a usted...

Si le pasara.

¿Y hablar con las palabras equivocadas?

Lo haces bastante.

Vale.

Si le pasara a usted,

podemos en algún momento hacerlo, ¿no?

Para llevar...

Para llevar tanto tiempo de radio,

quizás no ha calado demasiado en usted.

Es que he hecho tanta radio,

que tengo en la cabeza como una maraca, ¿sabes?

Se ha deconstruido.

Sí, las palabras van locas.

No, no, en serio,

que era una época muy bonita

y si quieres en el futuro

podemos hablar un poquito de esto.

Porque, hombre,

se lo merezco mucho.

No, no, no.

No, no, no.

No, no, no.

Ya despediré cuando acabemos de verdad.

A pesar de que no era una época muy bollante...

Ah, que viene más contenido.

Sí, sí.

Seguía habiendo cambio de sintonía, por favor.

Ah, muy bien.

Usted como en su casa.

Sí.

Como soy radio.

Cambio de sintonía.

Joder.

Usted, pero...

No, no, no, no.

No, no, no.

No, no, no.

No, no, no.

No, no, no.

Hostia, pero no tienes una música

que no nazca frenada.

Ya, bueno, bien.

Recuerdo que yo llegó con 25 años

y lo primero que me echó...

No había llegado ya.

Sí, ya estaba aquí.

Lo primero que me echó

es que la gente tomaba un café,

los locutores salían a fumar

y a beber cafés aquí, de aquí,

donde...

Esta acera séptica que ha quedado.

Sí.

Que eso no tiene ninguna gracia.

El mítico para café que había aquí al lado.

De Radio Barzón, la calle Caspé.

Sí.

Era un bullicio de gente.

Un hervidero.

Un hervidero.

No, un bullicio.

Vale.

Era un bullicio de cafés, de bares,

de gente saliendo de la radio.

Bueno, para arriba.

¡Ay, ay, ay, ay, ay!

¡Comer, por favor!

¡Pilla puta!

Bueno, bueno.

Bueno, bueno.

¿Dónde está mi madre?

¿Cómo?

¿Dónde está mi madre?

Sí.

¿Dónde está mi madre?

Sí.

¿Dónde está mi madre?

Sí.

¿Dónde está mi madre?

Sí.

¿Dónde está mi madre?

Es igual.

Ven aquí, chaval.

¿Cómo estás?

¿Dónde está mi madre?

Es igual.

No necesitas a ninguna madre teniendo un locutor.

¿Dónde está Radio?

Ya llegué gracias, locutor.

Es su hijo, señora.

Es usted un héroe.

Gracias.

¿Qué voz?

No, no.

¿Dónde está mi madre?

Sí.

Había muchos locútores.

¡No te vuelvas a escapar, te revientes!

¿Dónde está mi madre?

Senora, por favor.

Se puede trabajar.

Yo lo único que recuerdo,

ya te iré desgranando otros recuerdos,

pero uno primigenio,

que es todos tenían una voz de radio.

Ya retumbaba las paredes.

Entonces, yo llego aquí.

¡Buenos días, buenos días! Sí.

Yo salía, ¿qué afuera aquí mismo, donde está la puerta?

Había unas mesas y la gente se tomaba los cafés.

Tú ponías la oreja un momento y días...

Bueno, ve bien, la programa de vino, ¿no?

¿Cómo estás?

Oye, ¿tienes el invitado este para la tarde y el otro?

Sí, creo que lo tengo.

Y yo me entro a un complejo, porque yo tengo una voz normal.

Pues imagínate, si de los dos tú eres el que tiene super voz de radio.

Imagínate yo en esa época. ¡Uy, a ti!

¡No la vengo a hacer radio!

¡No, te daba un campeón y le daba radio a la gente!

¡Por favor!

Tú acabas en la tienda Pasordos, que hay aquí al lado.

Que ya la han cerrado también.

Esta calle va a menos.

Y, oye, que empecé a forzar la voz.

Ah, ¿sí, eh? Impostabas.

Sí, porque había unos locutores, sobre todo uno.

Sobre todo uno, que tenía una voz como ahumada.

Sí.

Y una cosa... una cosa...

Encursiva hablaba.

¿Qué tal? ¿Cómo estás, nenes?

Y yo...

Tenía mucho complejo, digo, se va a notar, se va a notar.

Pues tú tienes voz a ron.

Bueno, no, porque yo la trabajo así y todo, pero lo como...

Tú no sabías o qué, no.

Hubieras flipado, hubieras flipado.

Buah, tío.

Te sentabas a que fuera entaban los locutores.

¡Buenos días!

¡Y tú, guau, tío!

¿Cómo me hubiera gustado vivir eso?

Ya.

No te preocupes.

Hemos encontrado ese indicativo.

Atención a una de las primeras voces que sonó aquí.

Escuchen.

La estación radio-dipusora E-A-J,

uno de Emisiones Radio-Bartelona.

¿Buenas?

Esta señora.

Pero parece como que ella no quisiera.

¿No?

No nada más.

Mira, escucha, vamos a escuchar.

Estaban descubriendo un medio, Roberto.

Mira, el final.

A ver.

La estación radio-dipusora E-A-J,

uno de Emisiones Radio-Bartelona.

¿Le dan un papel?

Al final.

El radio-Bartelona, como que le faltaba un momento.

Bueno, porque todavía no tenían la práctica y tal.

Uno de los miles de documentos que hay, ¿de acuerdo?

Jotío, estoy emocionado.

Ya lo sé, ya lo sé.

Ojalá se acabara aquí el programa.

No, no, no.

Para que la gente se quedara con este sabor de boca.

Tenemos un montón de cosas que hacer y una te implica directamente.

Porque hace semanas dijiste que te leerías el Quijote.

Ya te dije que ya me lo he leído.

Bueno, pero no nos dio tiempo a desarrollar un poco más.

Bueno.

Nos gustaría que nos dijeras, por ejemplo,

¿qué es lo que menos te gustó?

Pues lo que menos me ha gustado...

¡Shhh!

Se aboquita.

Pónganme el dedo en los labios.

No, que no.

Y que no llega.

Sección.

El Quijote para tontos.

Converto Romero, máximo exponente de los tontos.

No, en serio, para dumis.

Para gente que sabe leer.

Ya, eso sí.

Importante.

No he aplicado ningún criterio más que leerlo.

Vale.

Que...

Como te dije, informé, pero como ya te informé,

he leído la primera parte del Quijote.

Bien.

Y me ha gustado mucho, pero me gusta mucho

lo que viene siendo las aventuras de Quijote y Sancho

que, como ya os comenté, son cachiporazos.

Hay mucho cachiporazo, mucha hostia seca.

Sí.

Les saltan dientes al Quijote.

Mucho parece como una mezcla de mortadeo y filemon

y una especial de josemotas.

Todo...

Sí, sí.

Tios con la vara.

Mucho...

Eso está muy divertido.

Sí.

Pero, pero, una cosa no quita la otra,

cervantes a la que puede coge un desvío

y te clava otra cosa.

O sea, tú estás con la aventura de ellos,

vamos a buscar aquí...

Los molinos.

Los molinos, bien, por ejemplo, un momento.

Hay un momento que dice,

ahora me voy a subir aquí a una piedra, muy gracioso,

y me voy a quedar en calzoncillo,

medio en pelotas,

a mostrar lo dolido que estoy de mal de amores

por dulcinea del toboso, que recordemos,

es una pastora que vive allí,

que es más bruta que un arao, pero que en su imaginación

dice que es una princesa y tal.

Entonces estás en medio de eso,

se haancho vuelve como al pueblo para buscar a los colegas

para ir a llevarse... Bueno, una movida.

Movidas guapas de Quijote y Sancho Panza,

que no os lo cuento para no hacer spoilers,

pero todo muy guapo.

Pero él se sube a la roca.

Todo guapo, todo guapo, lo dejan ahí en la piedra

y hacemos gigangas, y, ostia, qué gracioso está esto.

Hay ritmo, ritmo, diversión.

Están pasando cosas. Están pasando cosas.

Muy bien.

Y entonces, por el camino se encuentran a uno,

o que yo también estoy muy mal,

déjame que os cuente mi historia.

Y aquí te viene una historia de amores

que dicen, tía, muy desarrollada esta historia.

Ya, ya.

Y lo hace muchas veces.

Ya.

Llega al punto de hacer una cosa que aquí dije, hombre...

Miguel, Miguel.

Dije, aquí me la has clavado blada, Miguel.

Hay una tuya que el Quijote se vuelve tarumba,

porque como lee muchas novelas de caballería, se flipa.

Es como un tío que ve mucho Marvel

y un día sale de la calle y dice qué tiempo eres.

Lo mismo le pasa a él.

No descartemos que eso pueda pasar. Sí, pues es eso.

Dada la oleada.

Se hace un cosplay, Quijote se hace un cosplay,

como se saliera, además, como se lea como Iron Man.

Lo podéis entender fácilmente con esta analogía

que acabo de desarrollar. Muy bien, muy buena.

Muy bien traída. Sí, sí, sí.

Yo mismo me lo digo.

Él se disfraza de caballero, ¿no? Sí.

Creé que es un caballero. Sí.

Y entonces, hay un momento que, por ejemplo,

todo el resto de, mientras Quijote está durmiendo,

más que nada, porque le han pegado una peliza

que casi lo mata, entonces hay que dormir mucho.

Y dice, es que todo esto le ha pasado por las novelas de caballería.

Dice, camino me gusta, camino me gusta.

Y uno de ellos dice, pues, yo tengo una aquí,

a mí de novelas, la única que me gustaba es esta.

Ya que la tengo aquí, os la voy a ver.

Y entonces te clava una novelita pequeña

que yo lo busqué en Google y dije, ¿esto qué es?

Y se ve que era una que le había sobraba el de las novelas ejemplares

y te la clavá en medio, te la clavó en medio.

Es como si yo estoy haciendo un programa de radio

y te meto a publicidad del show que voy a hacer en teatro,

del 5 al 29 de octubre,

en el Teatro Príncipe Piódor de Madrid,

por la cara, y dices, no me estaba hablando de otra cosa,

hijo de puta, y yo no, que el espectáculo es muy bueno,

venir a verlo, que están las entradas...

Bueno... Sí, sí, bueno, eso era bueno.

Eso es feísimo. Eso es feísimo.

No hay que hacerlo nunca. Eso es feísimo.

Y eso me lo ha hecho a mi Quijote en mi puta cara, me lo ha hecho.

Digo, Quijote, que es Cervantes.

Ya, ya, ya. ¿Vale?

O sea, que tú... No le digo nada porque no se puede defender.

Claro, claro. Pero vaya huevos.

Tú lo vieras ahora en persona...

El huevazo de los mantos, le llaman.

Tú lo tuvieras así cara a cara, le dirías, no.

Me diría, hombre, pegarle una repeladita al libro.

Digo, eso... Qué faltón, ¿no?

Un obra clásica de la literatura universal.

Pégala una repeladita.

Digo, yo hubiera dicho, dame más ritmo a Quijote y a Sancho,

dame más mandanga, dame más jachipo razo,

dame más de lo bueno, de lo rico.

Sí, sí, sí, pero esto tuyo que habías escrito,

si no lo habías habido colocar, pues por algo, el sería.

O haz novelas ejemplares dos, ¿no?

¡Ah!

Y me enfade un poco.

¿Hasta el punto de tirar el libro?

No, porque era el Quindel y no lo quería romper.

Gracias, Huerto, gracias.

Venga.

Nadie sabe nada.

En su temporada número 11,

Huerto ha evolucionado unos bailes que no entiendo muy bien.

Esto lo parados, que vean la imagen.

Oye, mira, nos llega de parte de Arthur Joaniquet al Miral.

Sí, ya lo conozco.

¿Lo conozco? No, no.

Un homenaje a...

Una carta. A Tomás Fuentes, que lo hace mucho esto en la ruina.

Vale, vale. Pues mira, que no,

que llega una carta que creo que tiene una posta,

o sea, es un sobre, ¿eh? Sí.

Pero él vive en la calle Rosselló de Barcelona.

Sí. Ellos vive aquí al lado.

Sí. Y ha dicho, no, yo meto un sobre,

en una carta, en un sobre, un apostal, coño.

O sea, ha metido... Sí, sí, no, no, es muy interesante,

porque ha metido... ¡Oh!

...una postal que puede ir por sí sola,

¡Oh!

...dentro de un sobre, es como si metes tu moto en un coche.

Sí, sí, sí.

Sí, sí, sí.

Y tienes la seguridad de que si no llega una, llega la otra.

Sí, sí. Pero fíjate...

Si esta carta se desintegrara dentro,

el apostal podría continuar.

Uy, uy, esto va mejor.

Solo abrir ya me encuentro.

Mery Crismas.

Mery Crismas.

Cuida, solo abrir, ¿eh?

Ahora, quito la postalita de Mery Crismas,

efectivamente, un Papá Noel, ¿vale?

Y dentro hay postal y también carta.

¡Oh!

¡Oh!

Muñecas rusas.

¡Oh! La matrioshka.

¡Hostia! Mira, está la postal escrita.

Sí. Y luego un papel donde pone,

para el equipo de Andrés,

Berto y Andrés, no tocar.

Uff.

Todo esto es muy misterioso.

Esto está muy bien.

Oli, Oli, tú eres del equipo de Andrés,

y si te fijas, llama aquí.

Solo quiero señalar que cuando has llamado a Oli,

él ha mirado para atrás.

Sí, sí, sí.

Puede que no se llame así.

Porque pensaba que era mía.

Bueno, lleva como una cinta de...

Que era mía, quiere decir la persona que se llama mía,

no que la carta sea tuya.

Pensaba que era para mía.

A ver, ¿la quieres previsualizar?

No digas lo que pone.

Atención.

Estamos siguiendo las indicaciones de Joaquim...

Joaquim, el juguetón.

Desde la calle a los juguetos.

El juguetón postal.

Joaquín es un tío que solo baja el buzón

y vuelve a subir a su casa.

O sea, se comunica así.

¿Qué tal?

Sí.

¿Es practicable lo que dice?

Sí, es practicable, pero no se puede hacer aquí ahora.

Ah.

Es un consejo que os dan, por si lo queréis hacer,

en vuestras casas.

Y no pone...

Pero no se puede hacer.

Y por qué te da un consejo a nosotros

y dice que no lo podemos tocar.

No entiendo, Joaquín, cómo está funcionando.

Claro, es curioso porque dice que no lo podéis tocar,

pero pone a un pequeño...

Si estáis leyendo esto...

No, no podemos.

Ha dicho que no.

Ah.

Hola, Berto y Andrés, si estáis leyendo esto...

No, no podemos.

Mira, déjame esa nota que iba a decir estirado del equipo.

¡No!

Nunca sabremos lo que ponía.

Sí, no sabemos.

Bueno, solo hay una...

Él es la memoria.

Solo hay una persona viva.

Cultura oral.

Sí, pero hay un problema.

Y tengo una memoria de mierda.

Rápido, antes de que se seque.

Hay dos personas en el mundo que se sabe.

El propio Joaquín y Oli que le patieron la embrague.

Sí.

¿Se te olvidó?

Lo guardo.

¿Me amorízalo?

Bueno...

¿Pero qué?

Coño, no tienes nada más que amparo, hostia.

Es como en Far and Hate.

Es como en Far and Hate 400...

¿Cómo se llama la novela de Bradbury?

400, 451.

451, sí.

¿Os acordáis de la novela?

Sí, es que el público de Italy tiene mucha nevera.

Que como no...

Como están previos los libros y los queman,

cada persona memoriza un libro.

Entonces hay personas que son libros.

Uno es Guerra y Paz, el otro es superbonito.

Si os parece, vamos a seguir...

No te meten otro libro dentro del libro, no.

Es uno.

Escúchame, si te parece, vamos a seguir evolucionando.

Oli, ¿puedes retirarte de tu posición?

¿Conserva esa información?

Pero por si acaso los restos no los tiras.

Bueno, no.

Y ahora vamos a la postal, que sí que era de Franco Acceso,

para todos.

Bon dia, Bertón Andreuio Equipo, que hace el programa.

Él tiene muy presente el equipo todo el rato.

Demasiado.

Supongo que os preguntáis,

¿quién coño manda una postal de Navidad en septiembre?

La compré para mí.

Ah, no, para mi ex.

Vale.

La compré para mi ex.

Nos queda...

Ah, ah, ah...

Eh...

La compré para mi ex.

Pero cuando me transformé en un ciervo sin hogar...

Bueno, bueno, ya se ve.

Sobrevolaba la idea que estaba loco.

Se me quitaron las ganas de mandárselo.

De mandárselo.

Este año jodido,

vuestro humor me ha legado la vida.

Os lo quería agradecer sin gastarme un duro.

Que soy catalán.

Andreu dijo que tenía varios almacenes con regalos que le hacen.

Por eso propongo que hagáis una sección

que se llame Redistribución de la Riqueza.

Sí, bueno, loco, loco, pero la toca, eh.

Me ofrezco voluntario para recibir el casco de Mar Márquez,

ya que no sabes qué hacer con él.

Yo no dije en ningún momento,

Joaquín, que te estás extalimitando un poquito,

pero no dije que no sabía qué hacer.

Dijo que lo tenía que conservar.

Felicidades por el programa, gracias por la risa,

ya que estamos feliz en la vida.

Artur Joaquín él.

Todo eso es para que le regales el casco de Mar Márquez.

Supongo.

Pero, si te parece, Oli, la gente se ha quedado muy rayada

con no saber lo que decía para el equipo adelante.

Cultura oral.

Os pedía que, si estábais leyendo eso, os recomendaba que escucharais

pero esto no sé si lo podéis decir.

Si escucharais un podcast que...

Ah, encima se hace promoción.

Como nos la ha colado.

Joaquín, Joaquín...

Pero, por desgracia, ya no recuerdas cómo se llama su podcast.

Exacto.

Y, además, el nombre del podcast estaba suprayado

con un rotulador florescente.

¿Para qué me acordara más?

Había fotos nuestras con las caras tachadas.

O sea, quería un casco y encima que...

Vale. Escucharais su podcast.

Tengo aquí los trocitos de la nota.

Si podemos, la reconstruimos. Y si no, no.

¿Pero para qué si lo acaba de decir, Oli?

No, el nombre del podcast.

Ni idea, ni idea.

Ustia, pero también tú.

Hace un minuto que lo has leído, ¿eh?

Lo he leído así como en diagonal y he dicho, hasta aquí puedo leer.

Ya, ya, ya.

Le he recto.

Mucha gente se pregunta por qué no sale más o alguien en el programa.

Bueno, de alguna manera nos ha hecho un Cervantes.

¿No?

Una carta con un discurso, dentro que cuelo otro.

Fíjate tú, como...

Ojalá se acabara aquí el programa.

Bueno, va a parecerlo, pero no será verdad.

Porque nos detenemos para volver.

Hasta ahora.

¿Estás de peligro o te vi con tu secretito?

Cuéntamelo.

Mi moto no hace vi.

Mi moto hace...

Si es la mejor que da, entera, peluca.

Nadie sabe nada.

Todos los sábados, el nacer.

Era una tarde, no me inglesé a los coches de choque.

No hay nada como una bebida bien fría de McDonald's

luego de un largo día.

Porque después de pasar horas manteniendo todo bajo control,

te mereces un premio por tus espuestos.

Y si ese premio viene lado, es aún mejor.

Hay bebidas.

Y hay bebidas de McDonald's.

Hasta el precio es refrescante.

Por solo 1,49, disfruta una bebida helada de cualquier tamaño,

como la nueva Frozen Hawaiian Punch.

Precios y participación pueden variar,

no puede ser combinada con ninguna otra oferta o cambo mío.

La segunda parte.

Una canción de Berko Romero.

La segunda parte es mejor que la primera.

Tú escuchabas antes y de día.

Espera que vieras.

La segunda parte que será mejor.

Porque perdo ya enciende el moto.

Y no te pones ni te pones ni te pones.

No te pones ni te pones.

No te pones ni te pones.

No te pones ni te pones.

¡Y a mi la buena cuenta de un lado!

¡Se ha quedado plasvador!

¡Maio!

La segunda parte.

¡Si, señor!

¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas?

Y ha quedado menos por el fin de semana.

Los cu bike indipitibales.

¿Qué tal, Gusses? ¿Cómo se presenta el fin de semana?

Ano, no queda menos, en el fin de semana.

Me he precipitado, sí.

El sábado. El tío diciendo el sábado.

Ya queda menos, se nos ha enterado.

Y viene un locutorio que está como gravitando por la tierra.

Ya queda menos, ya queda menos.

Bueno, Carla, desde Reus.

He salido a Reus, eh.

¿Os sabéis fijado que las matrículas de los coches

no se usan vocales?

Soy la única persona que se da cuenta,

porque será un saludo desde Reus.

No, ya no.

Ah, bueno, esto ya cambió, ¿no?

Sí, ya cambió.

Bueno, jodemos.

Sí, sí, cambió, cambió.

Estoy pensando en mi matrícula y no sé cuál es.

No, no, no.

Me lo preguntaron mis hijos el otro día, en el coche.

Ah.

Porque dije, bueno, no, la pregunta fue si...

si se acaba el coche, si tiras el coche.

Sí.

Esa matrícula se reaprovecha.

Muy bien.

Para otro coche, dijimos, no.

No.

Dijimos, no, porque las matrículas te indican

cómo es de viejo el coche, por las letras.

Muy bien.

Qué interesante.

Tengo hambre, no te dijera el nuevo.

¡Monto falta!

Sí, sí.

Claro, claro.

Bueno, pues mira, muchas gracias por esta inducción a la reflexión.

Te toca, Romero.

Venga, vamos con Miguel Romero.

Hombre.

Desde Ciudad Real.

¿Qué cosas? ¿Digo Romero?

Es que están mágicos, este programa.

Sí.

Pasan cosas mágicas.

Sí, no, no, no, es mágico.

¿Qué te rías tanto?

De la magia.

Una persona que le sería de la magia.

¡Uy, cuida!

No te ríes de la magia.

Reírse de la magia, ¿eh?

Sí, es de la magia.

¡Oh!

¡Oh!

Reírse de la magia.

¿Podemos hablar como magos?

Hola, ¿cómo estás?

¿Cómo estás?

Vamos a poner una música de magos místicos.

¿Pero mago de variedades o mago tipo Gandalf?

No, mago Gandalf.

¿Por qué no haces tú mago Gandalf y yo mago de variedades?

¿Eran dos?

Uy, sí.

¿Eran mago variedades y mago místico?

Venga, vamos con una sección.

Se llama Los Magos Amigos.

Magos Amigos.

Hola, ¿cómo estás?

Hola, ¿qué tal?

El mío podría tener eco.

Venga, métale eco.

El mío no, eh, el mío crudo.

Como me muevo en espacios tan grandes,

como catedrales abandonadas,

hay un eco de nostros.

A ver, ¿cómo estás?

Muy bien, tomo una carta.

Yo con esta vara puedo destruir tu carta.

Sí.

Ops, se ha convertido en un conejo.

Ojo.

Oh.

No, no, no, no, no.

Pero tú te crees, yo que puedo separar.

¿Tú qué puedes hacer, a ver?

Yo tengo un chucho en la cabeza.

¿Cuántos ayudantes tienes?

No, no, se me llevo todo yo solo, soy autónomo.

Pero tengo tantos conjuros que a veces me equivoco.

Yo que sé, por ejemplo, quiero hacerle evitar a alguien, ¿no?

Pues lo achato.

¿Cómo?

No.

Pero sé qué hacer, río.

¿Sabe un momento de la sección?

¿Soy Berto?

Dime.

¿Dónde crees que vais?

Voy con la tónica todavía.

¿Dónde crees que vais?

Voy con la tónica, dime.

¿Dónde crees que vais?

No sé, muy bien.

Me apetecía hacer de mal.

Yo he notado que estaba no muerto.

Tenía cierta energía, pero estaba pidiendo...

Me ha gustado el inicio, cuando ha dicho...

Es que en la carta, yo veía cómo las dos...

He visto ese chiste, lo he metido,

pero estaba como el metido y pensaba que no tengo más.

La puedo repetir lo mismo,

ahora he pensado, entre dentro de esta pecera...

Pienso un número, ¿no?

Ya, ya, ya.

Tiene de este dedo.

Se tira un pedo, ¿no?

Sí, pequeñas ilusiones, es lo que trabaja este.

Bueno, volvemos al teatrillo, lo cerramos ya.

Y una salida por detrás,

se cierra la puerta del gag por detrás y seguimos con el programa.

No, hay que volver al teatrillo.

Hay que volver dentro.

Está todo iluminado ahí.

Está la máquina de humo, ¿has visto cómo está todo?

¿Pero qué pensar al final?

Venga, pues pensamos al final.

Ehh...

El tío se cabrea, el mago bueno...

Bueno, el mago.

El personaje principal, según tú.

Sí, el principal soy yo.

Sí, sí.

Se cabrea, le manda... coge la vara.

Sí.

Y le manda en latín una...

Latín.

Sí, sí.

Pero si son de la Tierra Media, ¿por qué tiene que haber latín?

Bueno, no, este no... la Tierra Media lo has dicho tú.

Esto me es bueno.

Pero esto es fantasía, épica o es historia.

¿Tú qué mago eres? ¿Tú dónde vienes?

¿De dónde vienes, te mago?

Es... ¿Quién es?

De su casa.

Vale.

Pero, coño, acótameló, acótameló.

Es que trabaja con muchas influencias.

Tú tienes un chocho en la cabeza, te mago.

Si lo ha dicho él, si lo ha dicho él.

Bueno, es igual.

Entonces lanza un conjuro en latín.

El que en latín lo hace desaparecer.

¿A quién? A otro.

Al otro mago.

Tú, todo lo que sea, porque darte solo el gag.

Sí.

¿Por qué no me haces desaparecer ya y así no vuelvo?

Si yo no tengo ganas.

No, lo convierte en grillo.

Ajá, oh, me gusta.

Vale.

¿Te parece?

No, no, no, no, no puedo hacer nada.

No, no, no, no, se tiene que ir.

Vale.

Vale.

No.

Oh, oh, oh.

Oh, oh, oh.

Tira de el dedo.

No.

Ah.

Ah.

Ah.

Ah.

Ah.

Ah.

Ah.

Ay.

No estás a la altura de la historia.

Yo aquí con todo a mi movida y...

Venga, el grillo, el grillo.

Dame grillo.

Yo...

Dame grillo.

Dame grillo.

Como me vuelvas a faltar el respeto...

Eh, gilipollas.

Dame grillo, dame grillo.

Dame grillo.

Es verdad, en grillo te convertiré.

Vale, bien.

Pues siempre cambio el orden, ¿sabes? Sí, sí, sí.

Podría decir, te convertiré en grillo, pero que era más vago.

¿Cómo usted quiere?

En grillo te convertiré.

Pero, vamos, venga, venga, venga.

Ah, ves esta vara.

Uy, ¿qué hará, qué hará?

Es de olivos.

Dame, me lo den, me lo den.

Coño, qué prisa tienes, hostia.

Échamelo por encima, échamelo en...

Es prisa tienes, ves esta vara de olivo centenario.

No lo voy a usar.

No lo haré con el poder de la palma de mi mano.

Va, que tengo funciones en el teatro.

Oh, y...

Oh, y...

Va chupando plano, coño.

Pero, ¿esto es un conjuro o es...?

Oh, estoy acumulando energía.

Está velando un cadáver, eso.

Y te lanzo la energía.

¡Oh!

Ahora, ahora déjame a mí.

No puedo, porque tengo que hacer el láser con la boca.

Déjame que disfrute yo convertirme en grillo también,

que lo está haciendo tú todo.

Pero por debajo hay láser, ¿no?

Pero por debajo.

Así que hay un láser ahí que no te deja, no se escucha nada.

Vale, pues me apartaré.

¡Ay!

¡Ay, qué me está ocurriendo!

¡Oh!

¡Me hago pequeñito, pequeñito!

¡Y me salen patas!

¡Es una horrible transformación digna del terror de los años 80!

¡Oh!

¡Oh!

¡Homenaje a la nueva carne de crón!

¡Va, coño, va!

¡Eh, eh, eh!

¡Eh, eh, eh!

¡Es un grillo de forma!

¡Soy mi talón, mi delito!

¡Mátame que alguien feliz me da mi aducalante!

¡Eh, eh, eh!

¡Se que alguien pise!

¡El que quería acabar la historia!

¡Joder, ven aquí!

¡Ven a ver!

¡Eso!

Venga.

¡Los magos, amigos!

En el próximo capítulo descubriremos que el grillo no había muerto,

pero fue muy resistente el grillo.

¡Es inquieroso!

Grillo y magos se van a nuevas aventuras.

Venga, vamos a con más preguntas.

¿Qué te ha cansado?

Ha costado mucho salir de este gas.

Se pegaba la piel, ¿no?

Es que tú abres las puertas de los gags,

pero no piensas que lo voy a que hay que salir.

Es como cuando entras a una tienda de pollo salas, ¿no?

Que te llamas la tienda en el olor, ¿no?

Hostia, tío.

Bueno, un aire desde Don Hostia.

Con las puertas de dientes,

atuvo a apretar colores diferentes,

diferenciadas y mezcladas, salgan.

¿Qué?

Una que no sabe.

¡Pues que colocaren!

¡Ey, bebé, acabado, no!

Pues acaba.

Con esa duda, años llevo, dormí, no puedo.

Se manté mucho y saludos.

Saludos y...

Respuesta, doy yo, te.

¿Respuesta, doy yo, te?

Tuvo dientes pasados.

Oye, corta, perdón.

Corto yo perdon, tí.

Cortado yo perdon, tí.

Cortado yo, ¿eh?

Corto yo perdon, tí.

Discurso, muerto, parado.

Solo, recuerdo solo.

En Uscadi estamos hoy.

No, pasada semana.

Pasada semana.

Todo pasado.

Pasado, Uscadi.

Todavía no he oído y me parece que ya está.

Y da vuelta. Tiempo relativo, es.

Tiempo relativo.

¿Qué tú?

Pasta dientes.

Tuvo de dentrífico.

Tiras, mete por.

Apreta.

Apreta, salida ordenada.

Colores.

Vandera dientes.

Y curriña dientes, sin sangre, encía hay.

Rojo hay y curriña.

Va, va, va.

Es pregunta, es.

Rojo, rojo te digo.

Rojo.

Oye, perdona.

¿Qué nos está pasando hoy?

No se puede.

Usted no se puede hacer.

Uy, Uscadi, que estoy sudando.

Sudando estoy.

Venga, otra cosa.

¿Qué tienes tú por ahí?

Estamos saliendo fatal.

Elisa, desde Valencia.

¿Sabéis cuánto aguanta una placenta

en el congelador de casa?

A ver, es que la gente tampoco está ayudando, ¿eh?

Eh, por favor.

Dice que con la de mi primer hijo

a los dos años plantamos un árbol.

Pero el segundo hijo te pilla con menos ganas

y después de siete años todavía la tenemos

en un tapper en el congelador.

¿En serio?

¿Se os ocurre qué podría hacer con ella

cualquier idea será bienvenida?

A ver, cuánto aguanta, si el objetivo es

meterla bajo tierra que se pudra, ¿qué más darás?

Si aguanta o no aguanta.

Digo yo, a lo mejor es que soy muy listo.

Ya, ya.

Y si en siete años no han tenido una idea,

¿tú crees que ahora no?

Al árbol le va a dar igual que venga más fría o más templada,

si luego ya se pone de tiempo.

Ya, ya, ya.

Bueno, en fin.

Nos vamos a Las Palmas de Gran Canaria,

nos espera Abadeza, bonito nombre,

para sumergirnos en la historia

y hacer un viaje por la historia, amigo.

Vamos allá.

Y también de empantarse.

¿Qué harían las tribus de nuestros ancestros

con las personas que rocaban?

¿Las desterraban para traer a los depredadores?

O, por el contrario, eran usadas para huyentarlos.

Yo conozco a uno con el que salían corriendo los leones.

Se ve que está sufriendo esto.

Bueno, ¿te puedo...

¿Te puedo contar una anécdota no mía?

Sí, con esta música de teleserio de los 70.

Mira, mira.

¿Qué es eso que se giraban a cámara?

Anécdotas viejunas con Berto Romero.

Vale, escucha.

Tengo un amigo que ronca mucho.

Sí.

Y dice que una vez, haciendo trekking,

hicieron...

Hizo anoche en un refugio de montaña.

Sí, pasaron la noche ahí.

Una sala con literas y había mucha gente.

Y dice que empezó a roncar.

Y dice que empezó a roncar.

Y en un momento se despertó por la noche,

porque llegaba otro al refugio.

Sí.

Y había que redistribuir gente.

Y alguien dijo que se lleven de la habitación al dragón.

Al dragón, me encanta.

Joder.

Al dragón.

Hostia, como retumbarías.

Además, un refugio,

previsiblemente como de madera, forrado de madera.

No tengo más datos sobre la anécdota.

Te he contado el hueso, porque no había más.

Bueno, espero...

Imagino todavía una reverberación más potente.

Imagina lo que quieras, pero a partir de ahora,

eres tú el que están poniéndoles salsa.

Bueno, perdonad.

Bueno, pues cambiamos.

Yo tengo la duda de si ronco. Sí.

Sí, hay sospechas de que ronco.

Yo no la tengo porque me despierto de mis propios ronquidos.

Pero tu esposa te dirá, no?

Porque duerme contigo por la noche.

No, pero mi esposa duerme muy profunda.

Y ningún día ha dormido más tarde, ella.

O sea, te ha encontrado ya durmiendo

y en pleno ejercicio de la roncación.

Que ella entre a dormir y diga,

hombre, hay que una moto en marcha.

O un cortacéspedes.

Podría...

Podría ser.

Que un fallo de motor, ¿no?

La apnea es un fallo del motor.

Coño, que es peligroso.

Yo creo que voy roncando.

Pero se divierte.

Por ejemplo, vamos en avión y yo hago...

Me denzo.

Y luego me despierto y se anda con los ronquidos.

Digo, dime algo, que me sabe más.

Luego por los vecinos de, ¿sabes?

Pasajeros.

Se ve que hace gracia.

Yo tengo una duda.

Este verano dormí algún día con algunos hijos míos.

Sí.

Nos lo podías ni concretar, ¿no?

No me acuerdo cuál era.

No me acuerdo en tanto.

Son tantos.

No, pero dormí con uno que mostró...

Mostró energicamente su enfado

ante mi roncar.

Dijo, es que ronca mucho.

Incluso un momento que yo me dormí

y abrí los ojos y estaba al lado de pies.

Tenía la cabeza al lado diciendo, ¡me, por favor!

Como una aparición, ¿no?

Luego me preocupé.

Dije, ¿pero qué era ronquido?

Dice, era como mocos.

Había como mocos, dijo.

Ya...

Ya no sé si es de diario o...

Nunca lo sabemos, nunca lo sabemos.

Pero la verdad es que a mí, por ejemplo,

me da vergüenza cuando me despierto yo solo.

Esa pequeña...

La dormida cortita de avión o de tren.

Sí, sí.

Tú solo.

Y miro alrededor y hay alguien que hace...

Una sonrisita de... No pasa nada.

Y... Joder, sí que pasa, tío.

Bueno, ¿sabes qué está la máquina?

Ya.

¿Sabéis, no, la máquina?

Vas a que te observen una noche...

Como duermes.

Ya, claro. Me da mucha vergüenza.

Esa noche, por ejemplo, no te puedes masturbar.

No, hombre, no, no.

No me...

No me...

Bueno, era el elefante en la habitación.

O sea, todo el mundo estaba pensándolo, ¿no?

Dice, voy a que me haga los probados de sueño.

Pero, oiga...

Sé pa usted que yo, para coger el sueño,

yo me hago aquí una gallarda y...

Pero hoy no puede...

Hoy tengo la costumbre en mi casa que...

Y no puedo... El sueño no me duerme.

Sí, no me duerme.

Bueno, pues, ¿vale? Y se giran todos, no detrás del cristal.

Ahora, por favor, al equipo de la unidad de sueño,

vamos a girarnos, que el señor se va zorrando.

Bueno, en fin.

Yo creo que eso debe haber pasado alguna vez.

Fíjate lo que te digo.

Me encantaría hablar con una unidad de sueño de alguna clínica.

No, pero...

Como en sueños, que alguien en sueños es...

¡Joder!

Te tiene que gustar mucho, ¿no?

Como pa' dormir también con las cártelas.

Y no soy yo culpable de no gustar esto.

Bueno, pero, bueno, en fin.

¿Qué dices? ¿Qué dices?

Te observan durante la noche.

Sí, sí, sí.

Es que me imagino como vampiros mirándote.

Y luego... Se esconden debajo de la cama.

Y luego es la máquina esta que la gente que la usa

dice que le ha cambiado la vida porque descansan mucho.

¿Tienes ahí como...

¿Tienes que acostumbrar como Darth Vader ahí?

Sí, sí, sí.

Es un repelente del deseo, ya lo sabes, ¿no?

Bueno, pero cuando uno duerme en pareja...

Sí, sí.

Cada noche repelente el deseo, prácticamente.

¿Tienes que escoger entre las dos des, descanso o deseo?

Sí, si ves que hay deseo, no te pongas la máquina.

Ya, ya.

No, yo creo que no es compatible.

Puede ser una señal.

No, porque te haces un nudo con los cables.

Lo de los judíos o todo,

es que decía que cuando querían...

Hostia, qué giro, ¿no?

Dime, dime.

Decía que cuando querían relaciones sexuales

dejaban el sombrero encima de la cama.

Sí, sí, sí.

Pues tú lo puedes hacer con las máquinas.

Si la máquina está encima de la cama...

¿Apacada? Es que...

Le dices a tu pareja, tengo una máquina apacada.

Ha apacado esa máquina, ha encendido la otra.

Bien, nos vamos al sueño, volvemos a la actividad.

Venga, a ver.

Daniel, desde Santa Cruz de Tenerife,

dice, tengo un bebé de cuatro meses

y desde que nació, ha escuchado el nadie.

Y ahora que ya está más espabilado,

me he dado cuenta de que si no pongo vuestro programa,

no come.

Y se me queda mirando mal

hasta que escucha vuestra intro.

¿Qué dices?

Hostia, pero esto es una puta edad.

El niño tiene que comer por sí mismo.

Responsables de la alimentación de un bebé que no es nuestro.

Con un transistor toda la vida.

Hostia, eso...

¿Puedes hacer una sección especial del nadie para bebés?

No sé.

No sé si es el día hoy de abrir secciones, porque...

Sí.

Hostia, me estoy sudando.

Nyam nyam.

Nyam nyam nyam.

Nyam nyam nyam.

Nyam nyam nyam.

¿Pero que quitas un puesto?

Vamos a hablar un poco antes.

¿Y aquí a sección?

¿Qué tipo de bebé?

Cero cuatro meses, cuatro meses, un año.

De cero meses a tres años.

Catorce meses de...

¿Bebé de catorce años?

No.

Catorce meses.

¿Hasta cuándo llega bebé?

Hay un tío que dice...

¿Alguien sabe hasta cuándo se considera bebé?

Un año.

¿Y cuál es el siguiente estadio?

¿Cuándo es niño pequeño?

¿Aquí no ha sido bebé alguna vez?

Tadler.

¿Qué dices?

Que es como bebé, pero ya que ya camina, ¿no?

Como cachorrinchi.

Perdón.

Vamos a usar el micrófono.

¿Conocimientos de pediatría?

Cristina.

Bienvenida.

Dos años más o menos es...

Toddled.

Creo que los cuatro años, aproximadamente tres, cuatro años...

Sé que los tres va incluido, seguro.

En tres está Toddled, está con tres.

El tres está.

Pues pongamos de uno a cuatro para curar el salón.

Habláis con muchas normalidades el concepto.

No lo había oído en mi vida.

O sea, tengo un niño que es Toddled,

y yo le digo lo siento, lo siento.

Es en inglés, ¿no?

Yo he visto que lo hice en las películas y lo he inferido de ahí.

Yo es que cuando me quedé embarazada tuve que...

Tuviste un Toddled.

Bueno, yo como momento que era Toddled, ¿no?

¿Qué pasó?

Tuve que informarme sobre muchas cosas.

Veía vídeos en inglés.

De Toddled. Sí, de Toddled.

Te comía bien.

El niño te comía bien, eso es lo que dicen.

Ah, qué guay. ¿Y dormía bien?

Bueno...

Yo soy de la opinión de que un hijo

te las hará pasar putas antes o después.

Sí.

Esa gente que dice...

¡Duerme diez horas!

¡Come perfecto!

¿Y cómo lo ha hecho?

Recoge su propia caca.

Ya verás. Yo pienso.

¿Está cogiendo?

Te robaba.

Vale, pues muchas gracias, Cristina, por la información.

Vamos a trabajar. No ha acabado, Cristina.

No, quería puntualizar que lo hacen pasar muy bien.

Te ríes mucho con ellos.

Los críos, los críos.

Los tres años...

Lo mejor que hay.

Claro, claro que sí, son flipantes.

¿En eso lleva razón? Son tan flipantes

que no te los cargas.

No, no, no. Sí, sí.

Lo hacen a posta para que no te los cargas.

La naturaleza los ha diseñado así.

Los hace flipantes para... Inspira en ternura y protección.

Porque tú imagínate que fueran horrorosos.

¿Cuánto tiempo la aguantas tú todo lo que la aguanta?

No tendrías, no tendrías. ¿Para qué se pase?

Imagínate que tuviera la piel de una piña, por ejemplo.

No me quiero imaginar eso.

Y la lengua tenía que sacar. La lengua como un gato.

Sí, la gente diría, oye, oye a pinche, ¿eh?

Sí, bueno, pues no, sí es perfecto.

Es lo mismo que el gato, es un animal fascinante.

A cambio tiene cuchillos en las manos.

Ah, es verdad, es verdad.

Bien, vamos otra vez a nyam-nyam, la sección para niños.

Pero no, no, no, no. Niños que no comen.

No, a ver, sí. ¿Qué, bebé, bebé?

Si es bebé, bebé, hay que hacer tipo teletubi,

que nos dice magia.

¡Eh, me!

Bueno, lanzamos conceptos

que el niño vaya de una manera como se dice...

Interiorizando.

Sí, no, bueno, eso que mandan mi información

mezclada con otras cosas, ¿cómo es?

Correo postal. No, no.

Subliminal. Subliminal.

Subliminal. Subliminal.

Ah, vale, vale.

Vale, pues uno de los dos hace como de...

de bebé y otro va vendiendo información subliminal.

Va, yo hago información.

Tú haces información y yo hago bebé. Sí.

Sí, ¿estamos seguros? Sí.

Vale.

Macarrones.

Espagueti, boloñesa.

Leche.

Leche de avena.

Leche, eh.

Pita, quita.

Pero la información subliminal,

¿qué pretende? Que vaya a hacer la compra.

Eso que...

Vale, ya te he dicho yo.

Claro, sí.

Es que no tengo nada claro cómo voy a hacerlo esto.

Vamos a cambiarlo. Sí, vale.

Tú ahora haces el bebé. Vale.

Que tengo un bebé, un poquito bebé, jefazo, ¿eh?

Porque tengo una voz que pa' bebé.

Desde todo tipo hay que caerlos a todos.

Venga, haz bebé.

Un momento.

Bebé, bebé humano.

Bebé humano, por favor.

Respeta.

Está hablando, eh.

Mira, hablan bebé.

Bueno, ya sí. Bueno, a ver, Andrés.

La idea para que yo del mensaje subliminal

es que el mensaje principal no se entienda.

Si no, hazlo tú todo ya.

Haz ruidos de bebé que no se entienda.

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.

Vale, vale, no se entiende.

Dile mal.

Lo hables como palovino, va, va.

Dile mal, que no puede ser.

A mí me deje.

Puey, mi, mi, mi, mi, mi, mi...

No, no, no, no.

No, no, no, no.

Puey, llego, llego.

Puey, llego, llego.

Mira, que no, que no entiende.

Puey, no. Es que no lo entiende.

Hace bebé solo.

Hace... Guagua, guagua.

No digas nada.

Mi, malo.

Mati la perra.

¿Qué?

Era un superdotado.

Era un bebé que podía articular un discurso de adulto.

Pero desde el cuerpo de un bebé, coño, esto...

Yo lo veo interesante, como contenido.

Vale, pues...

No va a decir nada con que.

A ver.

Yo doy mensajes subliminales, pero que le vengan bien.

No leche, huevos.

Buenas tardes.

Buenas tardes.

¡Qué buenas tardes!

¡Educado!

No lo podemos hacer, es que no lo podemos hacer.

Tengo un chiste que hubiera funcionado,

pero es que ya están muertos al chiste.

No se puede hacer, no se puede hacer.

Hoy es un día que las secciones mueren.

Te explico el chiste cómo era.

Secciones simpatas.

Haz bebé un momento.

Vale, y yo decía, como mensajes subliminales,

respeta código de circulación.

La gente se hubiera reído diciendo,

¿cómo le daban mensajes?

Ya no tiene sentido.

No, no, no, y no caminas las secciones.

Tanto las piezas sueltas, la todo desmonta.

¡Más huevo, culo!

Bueno...

Me gustaría saber, Julietta.

Julietta.

Julietta.

Me gustaría saber si vosotros, cuando vais en moto

y tenéis que hacer una parada rápida en algún establecimiento,

me quito el casco o os lo dejáis puesto para mantenerla incógnita.

Muy buena, muy buena.

Yo, si puedo, no me quito el casco,

porque me siento guay.

Yo, por ejemplo, voy a comprar...

Voy a pagar la gasolinera.

Exacto.

Y alguna vez, incluso, he hecho un saludo de policía.

Hola, buenas tardes.

Bueno, pues, al llevar casco y gafas de sol,

me he venido arriba, me compro un dono,

y me he dicho, ¿qué goctias pasa aquí, joder?

Me creó policía.

El otro día, vi unos policías que me saludaron

y me dio por hacerles el saludo de policía.

Y a medio camino paré, porque pensé,

para pensar que es jachondeo y de la indefinición,

creo que les hice el saludo fascista.

Te lo juro.

De los nervios, porque yo...

O sea, ellos ven.

Ellos ven.

Pasan, hacen vento, y yo voy a hacer.

Y voy a hacer así, pero a medio camino digo no, y hice...

Y un poco fue como el saludo fascista,

lo que hacía Hitler, que hacía un poco así.

Sí, sí, sí.

¿Fascista involuntario?

¡Rabia me dio!

Pues con este fascismo involuntario

dejamos el programa de hoy bastante alto, desordenado, caótico,

pero, oye, te digo una cosa, humor, al fin y al cabo.

Y no lo sabemos hacer mejor también.

Adiós.

Acabas de escuchar, nadie sabe nada.

En el episodio, síguenos y suscríbete

en la aplicación y la web de la cadena SER

y en la plataforma que prefieras.

Escúchanos en directo en la SER

los sábados a las doce del mediodía.

Cadena SER

La radio.

No hay nada como una bebida bien fría de mectanos,

luego de un largo día.

Porque después de pasar horas

y teniendo todo bajo control,

te mereces un premio por tus esfuerzos.

Y si ese premio viene lado,

es aún mejor.

Hay bebidas y hay bebidas de mectanos.

Hasta el precio es refrescante.

Por solo $1.49, disfruta una bebida lada de cualquier tamaño,

como la nueva Frozen Hawaiian Punch.

Precios y participación pueden variar,

no puede ser combinada con ninguna otra ferta o como mío.

Machine-generated transcript that may contain inaccuracies.