Todo Concostrina: Acontece que no es poco | ¿Para qué sirve la Orden de Carlos III? Para nada
Cadena SER 9/19/23 - Episode Page - 14m - PDF Transcript
Ser podcast.
Soy nieves con costrina e estás escuchando acontece que non es poco.
Un podcast, donde non te contamos nada nuevo, pero te lo contamos de outra manera.
Aqui te va outro episodio.
Pues aquí está nieves. Iba a decir de cuerpo presente, pero iria a la Ubi.
Era cuerpo presente. Era broma.
Que tal, como estás?
Pues aqui de cuerpo presente.
O con el cuerpo presente.
Isto que vamos a contar hoy, yo creo que podriamos emparentarlo con la sección que hemos inventado esta temporada con Marta Fernández, de la Academia de Saberes Inútiles.
Podriamos abrir un apartado para hacer lista de las cosas inútiles.
Las distinciones inútiles.
Seguramos que hemos explicamos un caso.
Pero, hoy empieza oficialmente la cuenta desde cero.
Con un episodio, en fin, bueno, cuéntalo tú.
19 de septiembre de 1771.
É una cosa que nació ese dia e que non sirva absolutamente para nada.
Venga.
Ya aviso que lo de hoy es un acontecido de eso revienta fiesta.
Un poco sí, un poco sí.
É sobre una de esas cosas que están aí, de las que hemos oído hablar muchas veces,
que sigue aí, bueno, pues por una rutina inexplicable, pero hoy está.
E que, cuándo reparas en ella escarbas e te paras a pensar dices,
bueno, está chorrada que é esto para que sirve, esto que que hace, no?
Hace tiempo que no ímos hablar de la concesión, de la gran cruz,
de la Orden de Carlos III a Fulano o Amenganita, da igual.
Antes salía hasta en el Televiario.
Ya no, ya no, ya nadie presta atención.
É una tradición añeja descontextualizada totalmente
e sobre todo, moi moi moi absurda.
Todo esto viene porque el 19 de septiembre de 1771,
mediante real cédula que creó la real,
se creó vamos, la real y distinguida orden española de Carlos III.
Que se llama así, real y distinguida orden española de Carlos III.
No é muy difícil adivinar que, como o seu propio nombre indica,
ela estableció pues Carlos III, no?
Quién sí, no.
Se creó con el lema latino virtuti et mérito,
que no hace falta traduzir.
Bajo o patrocínio de la inmaculada concepción.
Ya vamos moi.
E lo que se lleva haciendo desde entonces,
es premiar a determinada gente
con la concesión de la gran cruz de Carlos III
o el collar de Carlos III.
Para que sirve esto?
Pues absolutamente para nada.
Porque es una condecoración que se dan los políticos,
entre políticos, por absolutamente nada.
Por haber estado aí.
No por hacer, sino por estar.
Lo que vamos a contar es por qué se creó esta real orden.
Por qué la daban e qué clase de tontuna es en la actualidad.
Vayan afilando los puñales, os ultrajados.
E no sé si llegaremos,
incluso después de contarlo a entender
que esto de la gran cruz de Carlos III
es como repartir chuches,
pero además moi a lo loco.
Porque por partir de un momento reciente.
A ver, en 2017 se concedió unha.
Unha.
Bueno, está bien.
En 2018, 13.
En 2019, una.
En 2020, ninguna.
Se la podían haber dado o coronavirus,
ya que foi o prota.
En 2021, 24.
En 2022, una.
En 2023, ninguna.
Ostras.
Hasta donde sé.
Que secuencia tan curiosa, no?
Sí.
Por eso te digo que es...
Esto es pa que lo estúdio Open Jaime.
O sea, es unha secuencia numerica.
Esto como se le estuviere dando yo que sé alguien
con un síndrome extraño.
Piensa, piensen, piensen en cualquier ministro,
además en cualquier alto cargo
del estado de cualquier gobierno.
En los últimos 20 años,
el 80% tiene
la gran cruz de la orden de Carlos III.
O sea, se acaba antes contando
quién no la tiene.
Vengan, já tenemos
a Zanzarri andanza.
Vamos al principio.
Por que se crea?
E que se premia?
Sí.
A ver, Carlos III creó esta orden
porque estava...
Aquel día que la creo,
estava loco de contento.
Aquel 19 de septiembre nació
seu nieto.
O sucesor de seu sucesor.
El muchachillo que aseguraria
la continuidad de la corona.
Ya llevaban cinco o seis años
esperando ese nieto concreto.
Porque veía que la empresa
Borbonia SL peligraba.
Carlos III tenia sudores fríos
porque su hijo,
su heredero,
el lerdo del príncipe de Asturias,
el que luego sería Carlos IV,
no acababa de atinar el hombre.
Eu le digo el lerdo,
su contemporáneo,
el escritor blanco white,
llamaba a Carlos IV
un divino tonto.
Pa que se sepa que nono sou io.
El caso es que los hijos
non llegaban.
Maria Luisa de Parma,
la esposa,
se embarazaba,
pero pouco,
porque no cuajaba nada.
Por fin,
aquel 19 de septiembre de 1771,
Carlos e Maria Luisa
vieron llegar a su primer hijo.
E Carlos III,
a su primer nieto
de ese matrimonio,
que era el importante,
porque ahí estava
la línea de sucesión.
A os outros nietos
non importaban.
E o rei tan emocionada,
tan emocionado,
estava que dijo,
para que este dia
e este nacimiento
del heredero
perdurem
a memoria
da historia de España.
E creó la real orden
de Carlos III
para premiar
fundamentalmente dos cosas.
Ser benemérito
e afecto
a sua majestad.
Eu non va algo.
Non me lo dania.
Non sou e afecta.
Se supone
que se iba a distinguir
como miembros
de la orden
a hombres,
las mujeres
solo la reciben
desde a democracia,
a hombres
de reconocida virtud
e reconocidos méritos.
E por ir haciendo
ya un poquito de spoiler
para que se situa
a gente
o dictador Franco
e su heredero,
o delincuente Juan Carlos
de Borbón,
han sido grandes
maestres de la orden
e o convictor Rodrigo Rato
tiene la gran cruz
por sus méritos
e sus virtudes.
Por cierto,
durante la República
está chorrada
de entregar medallitas
e cruzes de la orden
de Carlos III,
lógicamente se suspendió,
se retiró,
pero Franco
volvi a ponerlo
e se nombró a sí mismo
jefazo de la orden
cuándo solo está reservado
a los reyes.
Ya ves tú,
con un par.
Bueno, con un par no,
que solo tiene uno.
Volvamos a...
O el niño,
que te has olvidado del niño.
De que niño estamos hablando?
Que es decir,
como se llamaba
el nieto de Carlos III
que dio lugar
al nacimiento,
a la creación de esta orden.
Como se llamaba?
Criaturilla.
A ver,
cojo aire.
Carlitos, Clemente,
Antonio de Paula,
Genaro Pascual,
José Francisco de Asif,
Francisco de Paula,
Luis Vicente Ferrer
e Rafael de Borbón.
Pero el chaval
todo eso se llama,
sí, sí, sí.
Ahora ya lo resumen todo diciendo
en Froyland
de todos os santos.
Leonor de todos os santos,
Sofía de todos os santos.
Antes ponían todos estos nombres.
Pero la verdad es que
el chaval no cuenta
porque su nombre
fue máis largo que subida.
Se muría los tresanitos,
sí,
que dio gusto tremendo,
tanto follón
con la orden
e se te muere
o homenajeado.
La buena noticia
es que al menos
se rompió la mala racha
porque a partir de ese nacimiento
le llegaron nietos
a Carlos III
por un tubo.
A pareja cogió carrerilla
e ya no paró.
Venga embarazos.
Hubo 24 embarazos en total.
14 de ellos
llegaron a término
e de esos 14
que llegaron a término
solos 7
llegaron adultos.
Antes se que se morían
por encima de sus posibilidades.
La mala noticia
es que para desgracia
tuvo que sobrevivir
Fernandito.
Ah, amiga.
Ceporro desde pequenado.
Acabáramos.
Que ya de mayor
foi un mastorzo
e que acabó siendo Fernando VII.
Este foi o maldito
que tuvo que sobrevivir.
O sea,
que al final
el heredero al trono
el más odiado
por sus padres
e el que más odiaba
a sus padres.
Fernando VII
llamaba a su madre
puta, desdentada.
Sí.
E la reina María Luisa
llamaba a su hijo
Marrajo Cobarde.
Que boon rollo.
Sí, sí,
se llamaba estupendamente.
Carlos IV
llamaba a su hijo traidor
e Fernando VII
sabía que su padre
era tonto.
O sea, que todo bien
en esta familia.
Pero
a lo mejor digo yo,
no sé,
yo sí se llevaban tan mal
porque no eran
una familia como Dios manda.
Eu non sé.
Nunca hemos hablado
aquí de
Fray Juan de Almaraz.
Que yo recuerdo, no?
Que yo recuerdo, no?
E me vuelo
que vamos hablar.
Que tiene que ver
con toda esta historia
Fray Juan de Almaraz.
A ver.
Ai, la he dejado puesta, sí.
A ver,
es un tipo
que tiene un pedazo
de historión detrás.
Fue o confesor
de la reina
María Luisa de Parma.
Fue el que la asistió
en súa última confesión
el 2 de enero de 1819.
El día de la muerte
de la reina.
E este fraile,
después de la confesión,
lo contó todo.
Lo contó todo.
También es cierto que era
asunto de estado
e que los cura
só lo quieren escuchar
confesiones
para poder utilizarlas
luego.
Les gusta especialmente
las confesiones sexuales.
Les gusta
escucharlas por vicio,
por morgo.
E las demás
para tener controlado
a los incautos,
que para eso
inventaron
la confesión.
Non está en la Biblia
en ninguna parte.
E eso es un invento posterior
para tenerte controlado.
E o último dia,
o dia de súa muerte prácticamente,
la reina
confesó
lo siguiente
de puño e letra,
Juan de Almaraz,
en documento que
se conserva
en el archivo
del Ministerio de Justicia.
Dijo el,
escribió,
como confesor
que he sido
de la reina madre de España,
doña María Luisa de Borbón,
juro,
inverbo,
sacerdotis,
como en súa última confesión
dijo que ninguno,
ninguno de sus hijos
e hijas,
ninguno era
del legítimo matrimonio.
E así,
la dinastía Borbón de España
era concluida,
lo que declaraba
para descanso de su alma
e que el señor
la perdonase.
Quando?
Non sabia,
postras.
Aí deja eso
la señora reina,
según confesión,
a este señor.
Estos lo recojen
algunos historiadores serios
e outros se ponen
muy tensos
quando o escuchan,
pero así,
bueno,
es que el gremio es peculiar.
De esta confesión
hablaremos máres de espacia
outro dia porque aquí
hay porquería burgónica
para aburrir.
Pero o caso es que
Fernando VII
ordenó raptar al cura
a este hombre,
a Fray Juan de Almaraz,
ordenó que se le raptar
inmediatamente,
pero trajo a la fuerza
e sin juicio previo
ordenoso encarcelamiento
en el castillo
de Peñíscola
e aí
impuso silencio
absoluto sobre su existencia.
A los 10 años
de encierro
se le prometió
la libertad
si se retractaba
de lo dicho
e decía que todo
o que había dicho
de la confesión de la reina
que era todo mentira
a cambio de dejarle
ejercer de cura
outra vez.
Este hombre firmó todo,
firmó
hasta que mató a Manolete,
pero no lo soltaron.
15 años
se tiró encerrado,
no se le concedió
el indulto
hasta después
de la muerte
del má esfuerzo,
pero luego ya casco
enseguida porque salió
echo una pena.
Bueno,
hasta aquí
la morcilla del confesor
al que por supuesto
no le dieron
la gran cru de la orden
de Carlos III
ni por Benemérito
ni por afecto
a su majestad.
Venga,
pues volvamos
al galardón en si
quiénes eran antes
a la principio
los destinatarios
desta con decoración
e quiénes lo sona ahora?
Últimamente,
quiero decir.
Bueno,
a ver,
los miembros de la orden
de Carlos III
tenían que ser nobles,
los plebejos
ni en broma
aunque fueran
Beneméritos
os plebejos,
pero no.
E esos nobles
aspirantes
debían presentar
un expediente de pruebas
de súa buena vida
e costumbres
tenían que acreditar
que nobleza de sangre
en súa línea paterna.
E entonces,
sí,
se probabas todo esto
te daban
la gran cruz
o el collar
o la crucecita
o la encomienda
o la gran encomienda
porque es que
esto de la orden de Carlos III
tiene varias disconciaciones.
E este es un premio
bueno,
pues muy raros
que un más que raro
es un premio absurdo.
Es un premio norífico
pero exactamente
qué premio ahora
si todos los premiados
son ministros,
presidentes
y presidentas
del Senado y del Congreso
vicepresidentes,
vicepresidentas,
fiscal general
del Estado.
Todo es eso.
Se supone que actualmente
las condecoraciones
se dan para reconocer
eminentes
e extraordinarios
servicios a España.
Pero,
si tú te vas a la lista
de todos los que
tienen algún grado
de la condecoración
pues te encuentras
con que la lista está
copada por decenas
e decenas de diputados,
ministros,
secretarios de Estado,
vicepresidente
hasta la reina de Suecia
lo tiene,
sí,
la reina de Suecia.
Es decir,
políticos
o jueces que han recibido
un premio
que tenían que hacer
que es servir al país.
O sea,
es un premio raro
e absurdo
e máis que absurdo
incongruente.
Pablo Iglesias,
por haber sido vicepresidente,
que non esti criticando,
me lo critico igual
que todos os demás,
tiene la gran cru de Carlos III
creada bajo
la protección
de la inmaculada concepción
e con el requisito
de ser afecto
a su majestado,
tamo tontos.
A ver,
este premio
de los políticos
premiando a políticos
por su servicio a España
es como se a un fontanero
le dieran un premio
por saber arreglar un grifo.
Yo creo que máis
con premio
por saber arreglarlo
habría que dar una cojeja
se nos supiera.
Eres tonto,
muchacho tú eres tonto
e en tu casa
lo tienen que saber
porque aquí estamos
hartos de saberlo
que eres tonto
e que le vas a ver.
Eres tonto,
muchacho tú eres tonto
no comprendes
ni quieres comprender
a las chicas
que tanto te enhoran
Eres tonto
e que le vas a ver.
Mañana máis tienes.
Besos.
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El 19 de septiembre de 1771, mediante real cédula, se creó la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III. Nos lo cuenta Nieves Concostrina.
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