Todo Concostrina: Acontece que no es poco | El puente de Londres no cayó hasta que arreglaron el Big Ben

Cadena SER Cadena SER 9/7/23 - Episode Page - 16m - PDF Transcript

Para todos nosotros, de esta y las futuras generaciones,

simplemente no hay espacio en nuestras vidas para la basura.

Sin embargo, está por donde quiera que miramos.

Y por desgracia, sí nos pertenece a todos.

Así que unámonos para crear juntos una California limpia,

libre de basura, de una vez por todas.

Únete a nosotros en CleanSea.com.

Es CleanSea.com.

¡Vamos a hacerlo juntos!

Mensaje traído a ti por Caltrans.

Ser podcast.

Soy Nieves con Costrina y estás escuchando Acontece que no es poco.

Un podcast donde no te contamos nada nuevo,

pero te lo contamos de otra manera.

Aquí te va otro episodio.

En la ventana,

Acontece que no es poco.

Un relato personal de la historia

con Nieves con Costrina, Cadena Ser.

¡Hola, Nieves! ¡Buenas tardes!

¡Hola, Carlos! ¿Qué tal?

Escuché a la conversación con el arqueólogo Forense,

que hemos hablado del caso de Julio Pastrana.

¿Lo contaste tú?

De principio, en marzo hablamos de ella,

de esta mujer, el maltrato, no solo en vida,

aunque era una gran artista, una artista estupenda,

sino el trato postumo que tuvo, el paseo, la momificación.

En fin, pero bueno, parece que está en su sitio,

está en su pueblo.

Vaya oficio particular del arqueólogo y antropólogo Forense.

Ha sido muy, muy interesante.

Lo de los Forense es una maravilla.

¿Cómo hablarlo hueso? Lo cuento todo.

Oye, ¿sabes qué hora es, no?

Las 7.00 y 6.00, las 6.00 y 6.00 en Canarias.

Te lo digo.

Te lo digo porque esto de la hora es uno de los recursos.

Yo diría que incluso uno de los latiguillos

más ocorridos de la radio.

Y creo que a veces damos la hora por encima de nuestras posibilidades.

Yo creo que sí.

Pero bueno, hoy hace un vídeo,

yo creo que sí.

Pero bueno, hoy hacerlo tiene más sentido que nunca,

porque la historia que nos traes es la historia de un reloj.

Pero no un reloj cualquiera, ni muchísimo menos.

Venga.

El más famoso del mundo.

A ver, mañana se cumplió el primer aniversario

de la caída del Puente de Londres.

Acuérdate.

Entiéndase la caída.

Era el mensaje que circuló en las altas esferas británicas.

Al menos eso nos contaron.

Para que comenzara el espectáculo

de Isabel II del Reino Unido de Gran Bretaña

y Glanda del Norte.

Mañana se cumplió 8 de septiembre.

Les gusta a ellos mucho estas películas de mensajes en clave,

porque por algo bueno,

James Bond es de allí.

Yo creo que hubiera bastado con llamar y decir

la reina se ha muerto, pero no.

El Puente de Londres ha cogido.

Si queremos recordar este acontecimiento

también de forma más positiva,

podemos decir que mañana se cumplió el primer aniversario

del reinado de Carlos III,

que es la otra forma de verlo.

La reina de Isabel II

de una como en la subida del otro

tuvo mucho protagonismo

el que pasa por ser uno de los relojes más famosos del mundo,

el Big Ben,

que hoy cumple 164 años.

Casi tanto como la reina de Isabel III.

Oye.

En realidad lo llamamos Big Ben,

pero ese no es el nombre del reloj

ni de la torre.

Big Ben es el nombre de la campana.

Es la campana que hay dentro,

la grande, hay otras cuatro.

En septiembre de 1859,

cuando el reloj inició su andadura

y la gran Ben

sonó por primera vez dando las horas.

A la campana la llamaron Ben,

Gran Ben, en recuerdo de Benjamin Hall,

que era el político e ingeniero

que remató la construcción de la torre

y la instalación de ese mastodontico reloj.

Yo creo,

creo que la reina de Inglaterra estuvo aguantando

morirse hasta que arreglaran el Big Ben

porque iba a ser una pieza clave

en su funeral,

en el cortejo, en la coronación, todo.

Medio mundo iba a estar mirando a Londres

y el Big Ben estaba hecho una pena

y de eso nada, eso no podía ser.

Pero oye, fue quitar los andamios,

repararon la relojería, restauraron la campana,

dejaron la torre niquelada

y a los nueve meses cayó el puente de Londres.

Oye, ¿y cuánto duro la restauración del Big Ben?

¿Y qué papel tuvo en los funerales y la coronación?

¿Por recordarlo todo ya?

Sí, sí, es que fueron cinco años

de restauración, lo que tuvo el Big Ben

de 2017

a 2021.

La gente que fue a Londres en estas épocas

veía todo hecho un desastre.

Restauraron todo,

restauraron todo,

restauraron todo,

restauraron todo,

restauraron todo,

restauraron todo,

reló, fachada,

campana, tejado de la torre,

que es una torre preciosa,

estaba todo un poquito perjudicado

para ser patrimonio de la humanidad,

o sea, que eso había que arreglarlo.

En el funeral de la reina, el Big Ben

estuvo sonando a intervalos de un minuto

durante el traslado del féretlo

a la capilla ardiente

a Westminster, pero sonaba flojito

porque le pusieron al martillo

que arrea en la campana

300 neladas, en la Gran Ben,

una almohadilla de cuero

para que sonara amortiguado

en ese y si,

dijeron que en señal de respeto,

parece que si sonaba fuerte porque era un poco respetuoso.

Y en la coronación

ya fue más un espectáculo

de luz y sonido, porque

hicieron proyecciones, estas cosas tan bonitas

que hacen sobre las fachadas

de los edificios históricos,

proyecciones así con luz y tal,

que dan formas, y sobre

el Big Ben, hicieron

proyecciones con florecitas en rojo

y florecitas en azul, y es verdad

que como los british son muy detallistas

para lo suyo, para lo suyo

para los de los demás no, pues

las florecitas estaban muy pensadas, eran

las plantas nacionales de Inglaterra,

Escocia, Gales, e Irlanda del Norte

¿Qué son? La rosa, el cardo,

el narciso y el trevo, esas son las flores

nacionales, y proyectaban

los mensajitos propios de los reyes

que se dicen entre ellos, aparecían

en el lateral, feliz y glorioso

happy and glorious ponía

que reine por mucho tiempo, otra frase

Dios salve al rey, todo muy cookie

la verdad que todo estuvo estupendo, con muchos colorines

también silenciaron la campana

durante los 5 años

de restauración por aquello de la prevención

de riesgos laborales, porque claro

120 decibelios

eso no hay oído obrero que lo soporte

y podrían haber muerto atronados

dos o tres trabajadores cada cuarto de hora

¿Qué suena eso?

Esto, fíjate, no les sento nada bien

algunos que la sonoridad

se silenciara

durante las obras de rehabilitación

bueno, que les den

Digo que les den pero que a ver

vamos a ver, en fin, sentido común entre la tradición

que está muy bien

y unos cuantos obreros atronados

había quien prefería la tradición

por encima de todo

que les den

es que no hubo

periódico conservador que no criticara

que se silenciaran las campanas

lo de la restauración vale pero que se silenciaran

las campanas, eso era inadmisible

algunos se pasó de vueltas y dijo en su editorial

que silenciar al Big Ben

es como detener el latido de nuestra democracia

anda ya

la primera

la primera ministra Teresa May

que era entonces

que debía, parece que ella entendía mucho

más de relojería que de política

dado el rastro que dejó

dijo que silenciar la sonoridad

no podía ser bueno para el reloj

o sea

aquí hay un equipo multidisciplinar

organizando una restauración de la leche

complejísima tal

y llega la lista de turno a decir que eso no va a quedar

en el final

aquel 2017 la verdad es que fue un año

que se les dio muy mal a los británicos

empezó el proceso del brexit

les callaron el Big Ben

Boris Johnson estaba calentando por la banda para salir

todo, todo eran malas noticias

todo eran malas noticias

el Big Ben

que además no se llama Big Ben

oficialmente se llama torre de

Isabel

desde 2012

cambiaron el nombre

pero por el jubileo de diamantes

cuando se cumplieron los 60 años

de la reina cambiaron el nombre

pero antes se llamaba

torre del reloj

que en realidad es la torre

pero es un campanario

y es cierto que probablemente

es el edificio más querido por los londinenses

y especialmente

durante la Segunda Guerra Mundial

porque millones de oyentes

aquí entra la radio directamente

millones de oyentes conectaban

cada hora en punto con el servicio mundial

de la BBC para escuchar en directo

las campanas

si sonaban las campanas del Big Ben

era señal del que el Reino Unido no había caído

y el Big Ben

continuó sonando hasta en pleno bombardeo nazi

estaban bombardeando londres

y el Big Ben seguía, no era la señal de que seguimos

aquí

eso es lo que tanto molestaba los intensos

que lo que no silenciaron los nazis

por lo silenciaron unas obras

el Reino Unido

es el

Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

Unido

es un Reino Unido

y es el Reino Unido

es el Reino Unido

es el Reino Unido

ha şey bara

ha-há

he-há

he-y

y

medidas, porque todo también es mucho medidas en el Big Ben, porque es el reloj

más grande del mundo. Eso no tiene manillas, eso tiene manazas,

directamente. Ahí está recogido todo lo que le pasó durante la Primera Guerra

Mundial, lo que le pasó durante la Segunda, los Reyes y Reignas que ha

visto morirse, se encuentra todo muy fácil y es muy curioso de mirar, pero

vamos como no se sabe por dónde empezar, por mejor ni empezar. Yo creo que con la

excusa de que estamos hablando de un reloj sí podríamos contar solo por

encima, ¿cuándo y por qué empezó esto de tener un artilugio mecánico que

hiciera ruido en las ciudades para decirnos en qué hora vivimos? No hablamos

de relojes de arena, evidentemente, ni de sol, ni de agua, agua clepsidra, no entiendo

por qué le pusieron un hombre tan complicado los relojes de agua clepsidra,

y fíjate que esto por esto de los relojes que luego dicen que sí digo, pero la

culpa otra vez de los curas, porque necesitaban marcar los horarios de los

rezos, por eso empieza. El tal sanvenito, ese de la regla, el de la hora, es la

hora, como era un metometodo también reguló las horas canónicas a lo largo

de todo el día y la noche, esto nos suena a todos, maitines, laudes, prima, tercias,

sexta, nona, vísperas y completas, elaborar poco porque se tiraban el día

orando y cada uno de estos rezos además es muy largo, así que no había forma de

dormir dos horas seguido, pero para esto necesitaban regular el tiempo con

cierta precisión, porque con lo único que acertaban era así calculando a ojo

era con la salida y con la puesta de sol, y venía muy bien que de vez en

cuando, en vez de estar pendiente del reloj de sol, pues que hubiera algún

cacharro que sonara y te avisara de las horas, para decir, nonas, tercias, prima,

no sé qué, era necesario saber cuándo era la hora de orar, hora con H y orarse

en H, por eso se cree que fue en torno al año 1000 cuando se construyeron

los primeros relojes mecánicos en la Europa central y occidental, por supuesto,

en la Europa cristiana, aunque ninguno ninguno de ellos, pero entonces

nieves los primeros relojes estarían en los monasterios o las iglesias, no?

Claro, estaban ahí, ¿no? Y cómo eran por cierto los primeros?

Pues mira, los relojes no tenían esfera, no es como los vemos ahora.

Entonces como se veía la hora, es que sonaban las horas, no se veían las horas,

las horas sonaban, eran golpes, quedaban las horas, todavía fíjate en nuestro

lenguaje todavía mantenemos eso de, sí, han dado las dos,

hacer, cuando has presentado, has dicho, damos los horarios, damos las horas,

pues sí, pues fíjate, es que daban, daban las dos, daban las tres,

y eso es cuando oímos las campanas de algún sitio, no vemos el reloj, lo oímos.

Los relojes eran mecanismos además gigantescos, muy pesados,

que se instalaban, efectivamente, en monasterios, en torres de catedrales,

lo suficientemente fuertes para coger esos artilugios.

En el siglo XIII ya no había monasterios sin reloj,

y cuando empezaron a crecer las ciudades,

los urbanitas necesitaron organizar su trabajo, en el campo no hacía falta,

porque el ritmo de trabajo te lo marcaba la naturaleza y la meteorología,

sale el sol, te vas a currar, se va el sol, te vas a la cama, hay hambre,

comes, mucho calor, para de trabajar y trabajas un poco más en los momentos

más frescos, daba igual si eran las ocho o las dos o las cuatro,

pero en los monasterios y en las primeras ciudades el ritmo de trabajo era de

ya artificial, se rezaba también de noche, se trabajaba también de noche,

los mercaderes y los artesanos necesitaban reírse por un horario,

y también las catedrales advirtían a la clientela de que debían acudir a rezar

a base de campanazos.

Lo definió muy bien un historiador francés, se llama Jacques Legault,

que dijo, lo llamó el paso del tiempo teológico al tiempo tecnológico.

Está muy bien visto.

Oye, y cuando empezaron los relojes con esfera, ¿cuándo se veían las horas?

Pues eso ya fue hacia el siglo catorce, pero al principio sólo tenían una

manecilla curioso que tardaba todo el día en dar la vuelta,

doce horas en la mitad de la esfera y las otras doce en la otra mitad.

Los campanazos daban las horas, pero no se sabía si eran

eran y diez o y veinte o y media, es que no era importante.

Hablábais también de las prisas, no hacía falta ir corriendo a todas partes.

Hubo tal fiebre de relojes dando campanazos en los siglos

catorce y quince en las ciudades, que no había ayuntamiento o convento

o iglesia, que ya no tuviera un reloj mecánico y como la tecnología

había avanzado ahí lo justito, pues claro, no sonaban todos a la vez.

La ciudad, eso era un escándalos, no eran precisos.

Y ese fue el objetivo con el Big Ben, diseñar e instalar el reloj público

más preciso del mundo. Ahora cualquier reloj que llevemos nosotros

es tan preciso como el Big Ben.

Antes la gente comprobaba si sus relojes iban bien mirando al Big Ben

y ahora vigilan si el Big Ben va bien mirando el móvil.

Los responsables relojeros del mantenimiento del Big Ben se lamentaban

hace unos años de que algunas personas llamaban para quejarse de que el Big Ben

iban mal, porque somos muy deñitos.

Para no perderte ningún episodio, síguenos en la aplicación o la web del Acer.

Podí un podcast o tu plataforma de audio favorita.

Para todos nosotros, de esta y las futuras generaciones,

simplemente no hay espacio en nuestras vidas para la basura.

Sin embargo, está por donde quiera que miramos y por desgracia,

si nos pertenece a todos.

Así que unámonos para crear juntos una California limpia,

libre de basura de una vez por todas.

Únete a nosotros en CleanSea.com.

Es CleanSea.com.

Vamos a hacerlo juntos.

Mensaje traído a ti por CalTrans.

Machine-generated transcript that may contain inaccuracies.

El 7 de septiembre de 1859 el reloj del Big Ben comenzó su andadura y la campana sonó por primera vez dando las horas. Nos lo cuenta Nieves Concostrina.

Ya puedes escuchar Polvo eres, exclusivo en Podimo: https://go.podimo.com/es/polvoeres