Todo Concostrina: Acontece que no es poco | Alemania se retira de la Conferencia de Desarme. Mal asunto

En la ventana,

acontece que no es poco un relato personal de la historia con nieves con costrina, cadena ser.

Yo, con el permiso de nieves, voy a hacer un poquito pesado.

Nieve, buenas tardes, hola.

Hola, Carlos, ¿qué tal?

Voy a hacerme pesado porque lo de repasar la historia, lo hemos dicho muchas veces, resulta imprescindible para intentar que no se repitan errores del pasado, ¿vale? Bien.

Lo que ocurre, eso es verdad, lo que ocurre es que a veces, cuando se conoce la magnitud de esos errores, eso puede provocar cabreos monumentales y muy justificados.

Ya sé que a toro pasado es muy fácil dar salas de listo y de profeta, coño, pero es que algunos episodios, de verdad, algunos parecen increíbles, que ocurrieran, ¿no?

Y ese es justamente el caso de hoy, 19 de octubre, 19 de octubre, pero de 1933, Alemania dice que se retira de la Conferencia de Esarme.

Alemania y Anázi, por aquel entonces, o sea, mal rollo. No hay más que recordar lo que ocurrió seis años después, que fue el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Así es. Además, mira esto de la Conferencia de Esarme. Es una de esas muchas reuniones que celebran de vez en cuando, muchos países a la vez,

que además nos enseñan los informativos con esas fotos oficiales, inmensas mesas de trabajo que rodean.

Pues hay 20, 30, 40 representantes de países con sus traductores, con sus cosas y tal.

Reuniones que los humanos vemos pasar por los informativos, como quien oye yo ver a veces, bien porque no entendemos nada de lo que nos están contando,

bien porque la verdad nos lo transmiten de forma tan fría que, yo qué sé, o no nos lo creemos o pensamos que eso no sirve para nada, ¿no?

Entre esas reuniones de tantísimos países, digo, está la Conferencia de Esarme.

Sería injusto decir que no sirven para nada, porque vamos a ver, quienes entienden de esto, nos argumentarían de mil maneras que sí, que sí sirven.

Pero claro, tú echas un ojo al mundo, ves guerra aquí, ves guerra aquí, ves que Corea del Norte, atención al chiste,

Corea del Norte ha presidido varias veces la Conferencia de Esarme y a la vez que está haciendo pruebas nucleares,

pues porque la presidencia va rotando por orden alfabético de los países.

Claro, Corea del Norte es país miembro, pues también le toca presidir.

Y otro de los 65 países miembros, Israel, ahí está bombardeando con armas químicas a los palestinos,

con forforo blanco, cuando los propios judíos han firmado la prohibición de las armas químicas, y así llevamos 90 años.

¿De qué sirve que unos países quieran desarmarse si los que tienen previsto atacar no lo hacen, no se desarman?

A eso vamos.

El 19 de octubre de 1933, que ojo al año, Hitler llevaba ocho meses como jefe de gobierno,

Alemania se retiró muy enfadada de la Conferencia Internacional de Desarme, pues porque no la dejaban rearmarse.

Y suena muy absurdo ir a debatir sobre el desarme y pretender rearmarte.

A ver, para desmemoriados o poco aficionados en la historia.

Sonora absurdo lo que acabamos de decir, pero es que Alemania hay que recordar que había aliado la gran guerra, la primera guerra mundial, la gran guerra.

Y había aceptado no tener armas en el Tratado de Versalles.

Y esto lo hemos contado aquí también, y más de una vez que yo recuerdo.

Sí, lo recordamos siempre.

¿Cómo iban a permitir que Alemania se rearmara con ese fanático, ese Hitler desquiciado y patriotero,

que animaba a golpes de Estado, incluso antes de alcanzar el poder, que acabó suprimiendo los partidos políticos,

un tipo que estaba enfermo de odio contra judíos y comunistas?

Mira, aclaremos a una cosa, ya que viene un poquito al caso.

Aunque le dé igual a Feijó y a sus actuales agitadores, irresponsables, los Borja, Kukabendodo, da igual que lo contemos, porque no lo va a entender.

El partido de Hitler fue el más votado en las elecciones de 1932, pero no ganó las elecciones.

Eran muchos más los votos que estaban en el otro lado.

O sea que una cosa es el más votado, pero otra cosa es ganar las elecciones.

Es lamentable que algunos políticos estén tan escasamente capacitados para entender esto, no lo entiendo.

O no quieren entenderlo, claro.

Y este asunto es tan interesante y se demuestran tantas similitudes en las evoluciones del partido nazi y box,

y tan parecidas fueron las cagadas de la derecha alemana de entonces con las del Pepe,

a la hora de unirse a los nazis sin calcular los riesgos, que en un par de semanas vamos a contar cómo fueron aquellas elecciones

y por qué Hitler llegó a Kanzinger, tiene mucha chicha detrás.

Pero ahora vamos a la conferencia de Desarméne, que se estaba desarrollando en Ginebra, en Suiza.

Hablamos de un día de 1923, pero se estaba desarrollando desde el año anterior, desde el 32.

Hace un par de años que estuvimos hablando de algunas cosas que ocurrieron en esta conferencia,

como cuando Einstein fue invitado a hablar y visto el mamoneo que se traían todos los países,

pues le dijo muy a las claras que o se tomaban en serio lo de desarmarse y lo de convivir al margen de las tradiciones de uno y las creencias de otro,

o dijo, ¿o nuestro destino será aquel que merezcamos?

Ya acertó, porque destino fue la segunda guerra mundial.

Este abandono de Alemania de la Conferencia de Desarmé, formalmente, ¿cómo se produjo?

¿Cómo fue ese abandono?

Eso fue una chulería, sobre todo porque además el tipo enviado por Alemania para estas negociaciones se llamaba Josep Geves.

Mira tú, con este interlocutor no solo no se iba a alcanzar ningún acuerdo, sino que iba a aliarla.

Si ya en las primeras reuniones de la conferencia, antes de que Hitler llegara a Kanzinger,

entró reclamando el derecho de Alemania a rearmarse en cuanto Hitler ya se hizo con el poder absoluto,

cuando ya se convirtió en dictador y se merendó a los feijós y a los borjars de entonces,

pues aquí ya no había nada más que discutir, Alemania se iba a rearmarse o sí,

dijera lo que dijeran las otras 59 naciones.

Alemania fue rechazando una a una todas las propuestas de esa conferencia,

todas las que no le otorgaban una paridad militar inmediata con las potencias occidentales.

A todo decía que no.

Y Gevel les decía que además los que tenían que desarmarse eran los demás,

porque al fin y al cabo Alemania ya estaba desarmada.

Aquella conferencia de desarme fue muy absurda, porque es que ni siquiera se ponían de acuerdo

en definir lo que era un arma defensiva u ofensiva.

Debate si debate.

Un tanque defensivo u ofensivo, pues depende como lo use, yo que sé.

Y como no había nada que hacer el 19 de octubre,

el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Konstantin von Neurath, se llamaba,

firmó en Berlín una carta muy escueta de apenas tres líneas, está escrita máquina,

que decía que debido a que no se permitía la paridad armamentística alemania,

se retiraban de la conferencia y abandonaban la sociedad de naciones.

La sociedad de naciones era el antecedente de la ONU.

Y ahí fue cuando dijo, vente para Alemania, Pepe, Pepe Gevels,

que ya no pintas nada allí, y vamos a liarla aquí.

Vuelvo a lo del comienzo, que es muy sencillo ejercer de profeta

cuando ya conoces la historia, pero de verdad en aquel momento

nadie supo ver si lo de Alemania era un simple cabreo, una pataleta,

o estaba anunciando algo peor, como finalmente ocurrió.

Pues hasta donde se fueron muy miópes todos, hasta donde sea y hasta donde entiendo.

Alemania se fue fortaleciendo militarmente en las propias narices del mundo,

violando acuerdos internacionales, se anexionaron a Austria, invadieron los sudetes,

los sudetes, las provincias Czechoslovakas de Bohemia y Moravia,

y los pavos de franceses, y sobre todo británicos,

que el primer ministro Chamberlain aquel no era más inepto porque no se entrenaba,

entretenidos en reunirse con Hitler y empleados en el maldito apaciguamiento.

Venga, vamos a apaciguar en vez de buen rollo internacional, el respeto, el diálogo,

que no, que eso no funciona cuando tienes enfrente a los nazis,

y cuando se dieron cuenta de que no funcionaba nada,

pues habían pasado seis años del abandono de la Conferencia de Desarme

y los alemanes estaban invadiendo Polonia.

El abandono del que hablamos, por cierto, aquella espantada el 19 de octubre del 33,

se tuvo muy en cuenta durante los juicios de Nuremberg,

cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, y otro, por cierto,

la carta de la que estamos hablando,

se considera de una importancia tan crucial para la memoria histórica y democrática

que no solo se conserva como oro en paño en los archivos de la sociedad de naciones,

en las oficinas de la ONU en Ginebra,

sino que en 2010 fue incluida en el registro de memoria del mundo de la UNESCO.

Lo digo por si alguien quiere verla, porque es muy fácil,

está ahí, es muy fácil de comprobar.

Es la carta de Neurateste, ¿no?

Sí, sí, la carta de Neurat.

Oye, ¿qué has dicho una cosa?

¿Cómo fue que llegó hasta los juicios de Nuremberg,

este abandono de la Conferencia de Desarme?

Porque ahí se consideró, pues, un poco el principio de todo lo malo.

El ministro de Exteriores, que firmó la carta,

fue acusado de asesorar a Hitler en el retiro de Alemania de la sociedad de naciones,

aunque fuera de la Conferencia de Desarme,

aunque fuera el propio ministro el que firmara la carta, evidentemente,

pero tuvo que hacerlo con el permiso de Hitler.

Fue acusado también de animar al rearme de Alemania

de la aprobación de la Ley de Servicio Militar Obligatorio para 500.000 hombres.

Bueno, solo fueron parte de los cargos que tuvo que oír el tal Constantine von Neurat

y por los que se le condenó a 15 años de cárcel.

Este no fue de los ejecutados.

Cumplió solo 9 en la prisión de Spandau,

porque ahí estaba con Rudolf Hess y con Spandau Wallett.

Perdón, perdón.

Porque solo estuvo 9 porque estaba enferma

y salió para morirse.

Bueno, un nací menos.

Un nací menos.

Las formas nieves no me resisto a cerrar así.

A ver, al margen de la historia del abandono por parte de Alemania,

que hayamos contado,

esa Conferencia de Ginevran algún logro tendría, ¿no?

No sé, algún avance, algún progreso.

Está muy bien, eres el eterno optimista.

Ni uno, ni uno.

¿Pero cuántos años tuvieron ruidos?

5 años.

Hay 5 años de reuniones absolutamente absurdas, para nada.

Porque estuvieron, todavía siguieron, hasta 1937,

hablando y hablaban sin escucharse.

Ni se limitaron los recursos bélicos de los países participantes

para evitar disparar a la primera de cambio.

Y ni siquiera consiguieron ponerse de acuerdo en establecer

vías diplomáticas para cuando surgiera un conflicto

y dice, bueno, a ver, ¿cómo lo podemos hacer

para reunirnos de inmediato y evitar la guerra?

Nada, ni siquiera esas vías diplomáticas pudieron crear.

Nada.

Y lo estamos llamando todo el rato Conferencia de Desarme por resumir.

¿Cómo se llamaba?

Esto se llamaba Conferencia Internacional de la Sociedad de Naciones

para la Reducción y Limitación de Armamentos.

Les gusta, si tienen guionistas para poner títulos a las cosas.

Y lo que estaba claro es que lo que mal empieza, mal acaba.

El discurso inaugural de la Conferencia,

con todos los señores representantes de 60 países

muy metidos en su sobrio papel,

creyéndose que estaban allí para arreglar el mundo.

Bueno, pues ese discurso lo dio un político laborista británico,

Arthur Henderson, al que luego le dieron el Nobel de la Paz,

porque el hombre intentó poner el mundo de acuerdo.

Es cierto, pero bueno, fue un fracaso.

En ese discurso, Arthur Henderson dijo,

el mundo quiere el desarme, el mundo necesita el desarme.

Ya.

Mientras decía esto en Ginebra, en la otra parte del mundo,

en la otra punta, los japoneses estaban bombardeando

la ciudad china de Shanghai,

llevaban haciendo en una semana

y siguieron bombardeando un mes más.

Pero, oye, allí estaba la delegación japonesa, en Ginebra.

Escuchando el discurso y diciendo,

sí, sí, claro, vamos, no hay que desarmarse,

pero ya mismo, vamos.

Esta es la crónica de un fracaso histórico.

Ya le vamos a hacer.

Miedes, un beso muy grande.

Nos reencontramos el lunes. Cuídate.

Gracias.

Adiós.

Miedes.

Miedes.

Miedes.

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