Criminopatía: 93. Vjollca Papa y el asesino reincidente (Catalunya, 2003)

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Podium Podcast, lo mejor está por escuchar.

Hola, Criminópatas, soy Clara Tiscar y hoy os voy a contar una historia relacionada con el episodio anterior.

Si no habéis escuchado el episodio 92, podéis hacerlo antes para conocer la historia de forma cronológica, pero si no, tampoco es imprescindible.

El 11 de enero de 2001

Esta historia empieza el 11 de enero de 2001, el día que Teresa Rubio deja sus hijos pequeños en un colegio de Girona y nunca vuelve a recogerles.

Los niños son atendidos por el sistema de protección a la infancia mientras tratan de localizar a su madre.

Lo que averiguan es que, después de dejarles en el cole, fue al cajero a sacar 200 euros y desapareció.

Su desaparición no se considera preocupante, al contrario, la procesan por abandono de familia.

Dos años después, en abril de 2003, cuando encuentran a una chica muerta en un río de Girona,

el nombre de Teresa Rubio se baraja entre las posibles identidades, pero no es ella.

Esta es la historia de Teresa Rubio y Violca, Papa, y esto es Criminopatía.

Es 20 de abril de 2003 y estamos en Girona, junto al río Güey, muy cerca de su unión con el río Ter,

un paisaje que ha cambiado bastante en estas últimas dos décadas.

Este domingo de abril, una mante de la naturaleza, está obsesionada en el río Ter,

que es un río que se ha convertido en un río que se ha convertido en un río que se ha convertido en un río que se ha convertido en un río que se ha convertido en un río Ter.

Este domingo de abril, una mante de la naturaleza, está observando y tomando imágenes de los patos en el río cuando observa algo entre la maleza.

En la calle que discurre junto al curso del río, hay una grandía de piedra, un morete.

Abajo, a varios metros, el río rodeado de la vegetación natural, cañas y zarzas.

Y, entre las zarzas, a nuestro ornitólogo le llama la atención algo blanco y alargado.

Es un saco, atado con cordeles. Le parece muy sospechoso.

No tiene exactamente forma humana, pero imagina que pueda haber un cadáver ahí dentro.

Viendo el bulto entre los arbustos, lo que piensa es que alguien ha tratado de tirar el cuerpo al río desde el muro de la calle,

pero se ha quedado enganchado con las zarzas en lugar de rodar la dera abajo.

El ornitólogo avisa a la policía local que, como él, consideran que el bulto es lo suficientemente sospechoso como para que uno de ellos baje y mire lo que hay dentro.

Uno de los agentes consigue llegar por el barranco hasta el saco y abrirlo por la parte más ancha, en la mitad del fardo.

Dentro del saco, muy encogida, hay una persona muerta.

Se hace cargo de esta investigación la División de Investigación Criminal de los Mossos de Escuadra. Los bomberos ayudan al levantamiento del cadáver.

En esta ocasión es algo literal. Lo tienen que elevar para sacarlo del barranco y pasarlo sobre el muro.

Atan el saco a un arnés sujeto con tres cuerdas que hizan desde puntos diferentes para poder subirlo hasta el punto de rescate,

que es el muro desde donde creen que han tirado el cadáver.

El saco se veía bastante desde arriba, por lo que deducen que el día anterior no estaba,

que lo han tirado por la noche porque el lugar es bastante concurrido, ya que está al lado de un puente.

Hay bastante tráfico en la zona de los que quieren cruzar y si alguien hubiera lanzado un bulto así al río, a plena luz del día, tendrían que haberlo visto.

El cadáver pertenece a una mujer joven. Está desnuda y muy encogida en posición fetal.

Las piernas dobladas con la rodilla a la altura del pecho.

Tienen los tobillos setados con cordel y alrededor de la cabeza lleva film de plástico transparente.

El cadáver está metido en dos bolsas de basura de color gris, que a su vez están metidas dentro del saco.

En total encuentran tres tipos de cordel distintos.

Creen que la víctima tiene unos 20 años y que lleva muerta dos o tres días.

En este caso cuenta el doctor Narcís Bardalet en creams que el elemento determinante para definir la horquilla de la fecha de la muerte fue la mancha verde abdominal.

Es una mancha que aparece a partir de las 48 horas después de la defunción por la descomposición de las vísceras.

El cuerpo no está en perfecto estado ya que al hallarlo al lado del río la humedad ha favorecido la descomposición.

Una vez realizada la autopsia mantienen la fecha de la muerte en dos o tres días antes de que encontrarán el cadáver.

Por tanto las situan entre el 17 y el 18 de abril de 2003.

Por las condiciones en las que la encuentran atada dentro un saco y en un río no cabe duda de que se trata de una muerte violenta.

Pero ya sabemos que el cadáver además de contarnos qué le ha pasado a la víctima puede tener rastros de quién se lo ha hecho.

Hoy en día se han producido grandes avances con el ADN y los restos que se pueden hallar en los crímenes pero hace 20 años

estaba más que establecido en las investigaciones y era un recurso habitual.

Por tanto cabe la posibilidad de encontrar restos del asesino en el cadáver.

Con el objetivo de identificarla le toman las huellas dactilares y mientras esperan el resultado de la autopsia

los mosus empiezan a intentar identificar a la víctima.

Por fotografía no van a poder hacerlo, ninguno de sus familiares o amigos podría reconocerla porque tiene la cara destrozada.

Es imposible hacerse una idea de cómo era cuando estaba viva.

Saben que joven, desatura media y delgada, pelo largo y negro y piel aceitunada.

Creen que identificarla por las huellas va a ser complicado porque tiene pinta extranjera y no van a poder usar la base de datos del DNI para cotejar las huellas.

Mientras los mosus analizan las denuncias de mujeres desaparecidas para ver si alguna encaja con la víctima del río Huell

en el anatómico forense de Girona llevan a cabo la autopsia.

La víctima tiene varias heridas mortales, por un lado una serie de golpes en la cabeza, muchos no son capaces de contar cuántos

son golpes incisos, tiene agujeros en el cráneo y como decía la cara destrozada, varios de los golpes o la suma de todos la habrían llevado a morir.

Sin embargo, también tiene un corte en la garganta en la parte izquierda del cuello que se hizo mientras estaba viva y que también podría haberla matado por perdida de sangre.

La víctima tiene cortes, heridas defensivas en las manos, por lo que creen que tras recibir los golpes en la cabeza todavía pudo defenderse de la agresión con el cuchillo.

Para tardar meses en determinar con qué le golpearon la cabeza, pero os adelanto que el arma que usaron para matarla fue un pico de los que usan en las obras.

La víctima no lleva ropa, que es algo que siempre se puede mostrar a los familiares de cara a la identificación.

Lo único que lleva son unos pendientes, un anillo dorado y una pulsera de nudos hecha con un cordón finito.

Será gracias a esto que podrán identificarla, porque por suerte esta no es una víctima anónima.

Entre las denuncias de mujeres desaparecidas que consultan los mosus está María Teresa Rubio, de la que os he hablado al principio.

Denunció su desaparición el marido, Mustafa Kemal, del que os hablé en otro programa y después volvemos a él.

María Teresa, aunque hay una denuncia por desaparición, tiene un proceso abierto por la Fiscalía, por abandono de familia de menores,

porque la Fiscalía considera que lo suyo es una desaparición voluntaria.

La descripción física de María Teresa Rubio, que recordemos, desaparición girona, no encaja con la de la chica que han encontrado en el río.

Lo que nos saben los mosus en este momento es que a Teresa, que desapareció el 11 de enero de 2001, ya la han encontrado, pero es un cadáver sin identificar.

La encontraron el 22 de febrero de 2001, un mes y once días después de desaparecer, o lo que es lo mismo, cuarenta y dos días.

En Villanova del Vallés, a 80 kilómetros de girona, un hombre paseando por el margen del río Mujén encontró un cadáver en avanzado estado de descomposición.

La voria civil se hizo cargo de esta investigación que a simple vista ya se podía determinar que se trataba de una muerte violenta, algo que confirmó la autopsia.

La víctima, una mujer, murió a causa de las heridas producidas en la cabeza por un objeto que definen como contundente y cortante y que podría ser perfectamente un hacha.

La autopsia estima que la muerte ocurrió entre 15 y 45 días antes.

No pueden identificar el cadáver y la búsqueda entre denuncias de mujeres desaparecidas no les lleva a María Teresa Rubio a quien consideran huida de forma voluntaria,

por lo que acaban haciendo un llamamiento en los medios para ver si con la descripción de la víctima alguien es capaz de identificarla.

En el diario El País, el 2 de marzo de 2001, se publicaba lo siguiente.

La voria civil facilitó ayer la descripción de la víctima con vistas a que la ciudadanía pueda ayudar en su identificación.

La víctima era de raza blanca y piel morena, de entre 25 y 35 años, con el cabello largo, liso y negro. Mide 1,45 metros, era de complexión gruesa y con los senos muy desarrollados.

Tenían la nariz chata, los labios gruesos y las uñas cuidadas.

La víctima vestió un pantalón vaquero azul de la marca Unión Pacífic, modelo Huentus de la Taya 48 y unas zapatillas deportivas negras tipo Botín de la marca frente y del número 39 en el momento de ser hallado el cadáver.

Además, llevaba un pendiente de aro y una pulsera. La voria civil ha abierto una línea telefónica para recibir más información acerca del caso.

Nadie reconoció María Teresa Rubio en esa descripción y no parece que se hiciera mucho más para poder identificar el cadáver de la víctima sin nombre de Villanova del Vallés, así que los dos casos, que en realidad eran uno, se quedaron en el limbo.

Volvamos a Girona.

El cadáver encontrado en el río Güell no parece corresponder con ninguna denuncia de desaparición, así que los mosos de la División de Investigación Criminal recurren a otro tipo de denuncias para ver si en alguna de ellas hay involucrada alguna mujer de características similares a la víctima que creen que podría ser prostituta.

Encuentran algo que les llama mucho la atención en una comisaría de Girona donde están investigando una agresión a un hombre de 62 años.

En la denuncia hay una mujer involucrada de las mismas características que el cadáver del río Güell. Es todo bastante curioso, ya veréis.

Resulta que el día 2 de abril, un miércoles, un hombre de 62 años va a una comisaría de los mosos en Girona para denunciar que le han agredido. No he encontrado en la hora de la denuncia, pero creo que debe ser la madrugada del día 1 al día 2.

Al hombre le acompaña a su hija, que está muy afectada, por lo que le ha ocurrido a su padre y que no puede parar de llorar y preguntarse quién podría hacer algo así a un hombre de 62 años, tranquilo que no se mete con nadie.

Al hombre le han curado en el hospital, lleva una venda en la mano cubriéndole el dedo pulgar y tiene también sangre en la cara y marcas de varios golpes.

Explica que vive en Girona, pero trabaja en granullés, por lo que cada día se desplaza en coche al trabajo. Cuando regresaba a casa, en la carretera le han hecho parar tres hombres que parecían tener problemas con su coche.

Explica que no le ha dado tiempo a hacer mucho, que ha salido del vehículo y enseguida le han agarrado del cuello y le han exigido que les diera dinero.

Les ha dado la cartera, pero como no llevaba dinero, dice que le han tirado al suelo y le han golpeado.

Mientras intentaba defenderse, uno de sus agresores le ha mordido el dedo pulgar y el hombre asegura que le ha arrancado un trozo de dedo.

Cuando después la hija acompaña al hombre a casa, se encuentra con un escenario que no se esperaba. Está todo lleno de sangre.

La hija y la pareja que llega después presionan un poco al padre que finalmente les cuenta que la agresión ha ocurrido en su casa,

que ayudó a una chica que ha conocido a dejar la prostitución y su chulo ha enviado sicarios a pegarle.

La hija y el hierno van a comisaría a explicar lo que se han encontrado en la casa este hombre y la nueva versión que les ha contado.

Los mosus les dicen que tiene que ser el mismo quien vaya a denunciarlo.

El 3 de abril el hombre regresa a comisaría esta vez acompañado de su hija y su hierno.

Lo que hace en el día 3 se llama denuncia ampliatoria, aunque en realidad tendrían que llamarla modificatoria porque todo lo que cuenta es nuevo.

Dicen que no lo explicó antes porque no quería que sus hijas y su mujer, que no vive con él, vive en Santillaria Sacalm,

se enteraran de que tenía relaciones con una prostituta. Esta es su nueva historia.

Cuenta que conoció a una chica llamada Ana, que es prostituta en una carretera comarcal cerca de la fábrica de pienso en la que trabaja este hombre.

Dice que se enamora de ella, la contrataba varias veces por semana por lo que al final le propone sacarla de la prostitución, ir de putas es un vicio caro.

Y este hombre echa cálculos y ve que es más económico llevarse a la casa que pagar cada vez que quiere estar con ella.

Según él, Ana acepta dejar la carretera para irse a vivir con él a Girona, quien no lo acepta es el novio de ella,

que también es su proxeneta, un hombre al que apodan Rudolph.

Según dice, después de que Ana se marchara con él, Rudolph empezó a hostigarle por teléfono y a dejarle mensajes amenazantes.

Tiene uno de muestra en el móvil que les deja escuchar a los mosus cuando hace la denuncia.

Asegura que el día 1 de abril, después de pasar el fin de semana con ella, le dio a Ana 50 euros y la dejó en una pensión de granullés.

Después quedó con Rudolph para hablar sobre este tema y le invitó a que fuera a su casa.

Una vez en su casa, en Girona, Rudolph y dos secuaces le pegaron una paliza.

Este hombre, si escuchasteis el episodio anterior, ya lo tenéis claro, es Josep Talleda Andreu.

Su hija, que siempre ha creído en la inocencia de su padre, les cuenta los mosus que estuvo en la cárcel, pero que era inocente,

que le condenaron sin pruebas por haber matado a una niña y abusar sexualmente de ella.

Los mosus localizan al tal Rudolph, que vive en una pensión en la calle Montané, en Barcelona,

y le cuentan que Josep Talleda le ha denunciado por agresión.

Rudolph niega haberle agredido, niega incluso haber estado en Girona.

Sí les dice que su novia es Ana, que en realidad se llamaba Violca Papa.

Él no es proxeneta, Violca hacía ocho meses que andaba por la zona.

Antes había estado en Italia, también como prostituta, y Rudolph la convenció para que dejara la prostitución.

Vivían en un hostal y aunque ella quería dejarlo, eran la única fuente de ingresos que tenían.

Talleda siempre le llamaba y le ofrecía dinero, y al final le ofreció arreglarle los papeles por lo que ella aceptó y se fue con Talleda.

Pero le prometió a Rudolph que cuando tuviera los papeles arreglados volvería con él.

Rudolph hace muchos días que no consigue hablar con Violca, pero no ha denunciado su desaparición porque ella se marchó con Talleda.

Los mosus ven que la descripción de Violca encaja con la del cadáver del río Güell, así que van a buscar a Rudolph

con imágenes del cuerpo de la chica y las joyas que llevaba por si la reconoce.

Rudolph llora nada más verlas, él tiene una pulsera idéntica a la de Violca que les enseña a los investigadores.

Además, les proporciona un cepillo de dientes de su novia que usarán para extraer ADN y compararlo con el cadáver.

La identificación será positiva.

Una vez tienen claro que el cadáver corresponde a Violca, que se hacía llamar Anna y saben que se la vio por última vez con Talleda,

que tiene el historial que tiene, interrogan a Rudolph para conseguir una cronología lo más detallada posible de la desaparición de Anna.

O Violca.

Anna se marchó con Josep Talleda el día 29 de marzo.

Él había salido a hacer unas gestiones y cuando volvió a los tal, ella ya no estaba.

Le dijeron que se había marchado con un hombre mayor.

Rudolph era Talleda, porque era quien la llamaba siempre para contratarla, ya que no aceptaba que ella ya no trabajara,

que había dejado la prostitución.

Insiste en que él la había retirado y dice que no es proxeneta que no era el chulo de Anna ni tiene otras chicas que trabajen para él.

En la agenda de Violca, Rudolph encontró el teléfono de Josep Talleda, llamó y pudo hablar con ella.

Le dijo que con Talleda podría tener papeles y que cuando su situación estuviera regularizada y tuviera el dinero que le había prometido,

volvería con él, Rudolph.

Rudolph no pierde el contacto con Violca, habla con ella también el día 30 y el 31 la ve en persona.

Talleda la acompaña a Barcelona, donde queda con Rudolph y le da dinero para que pueda pagar la pensión, porque él tampoco tiene ingresos.

Se vieron en la calle y Rudolph les cuenta a los mosos que discutieron que él se encaró con Talleda,

pero que no pudo evitar que Violca se marchara con él.

Rudolph dice que ojalá hubiera pasado en ese momento por ahí la policía, que hubiera visto la altercado y al ver que no tenían papeles les hubieran detenido.

Ella seguiría viva.

Violca regresó a Girona con Talleda y al día siguiente 1 de abril volvió a llamarle.

Le dijo que se había equivocado yéndose con Talleda, que estaba arrepentida.

Rudolph sabe que además ese día Violca habló con su madre.

Esta última llamada no la hizo desde el teléfono habitual de Talleda.

Al día siguiente Rudolph ya no pudo hablar con Violca cuando llamó el teléfono de Talleda.

El teléfono de Talleda estaba apagado, así que Rudolph le dejó en el contestador una serie de insultos,

que seguro son los que Talleda enseña después a los mosos.

Como no podía localizar a Violca en el teléfono de Talleda,

vio que ella la última vez llamó desde un número diferente, que quedó guardado en la memoria.

Rudolph llama este teléfono y descubre que llama a un restaurante de sal, una población pegadita de Girona.

De Violca no supo nada más hasta que los mosos le preguntaron por una agresión a Talleda en Girona que él negó.

Por otro lado, los mosos tratan de verificar lo que contó Josep Talleda en su declaración.

Él aseguró que había dejado a Violca a la que él llamaba Ana en una pensión de granulles la noche del 31 de marzo.

Dijo que el fin de semana anterior lo pasaron en otra pensión de granulles.

Cuando los mosos intentan verificar este punto, una de las dos pensiones no existe.

Y en la otra, que sí existe, la propietaria les dice que es imposible que la chica se alojara allí,

porque la pensión estaba cerrada porque ella estuvo unos días fuera de viaje.

Así que no es que pudiera usar otro nombre, es que nadie se alojó allí en esa fecha ni en los días anteriores o posteriores.

Van también al bar al que dice Rudolf haber llamado y descubren que no está muy lejos de donde vive Josep Talleda,

que desde que salió de la cárcel vive en Girona.

Talleda fue condenado a 20 años de cárcel en 1991.

En 1998 ya solo iba a la cárcel a dormir y en 2000 se dio por cumplida su condena.

Esta primera condena la cumplió bajo un código penal que canjeaba un día de cárcel por cada dos días trabajados en la cárcel.

Por tanto, la libertad podía llegar antes de cumplir la mitad de la pena porque cada dos años trabajados el preso obtenía la libertad un año antes.

Talleda estuvo en total 10 años en la cárcel por matar a Monse Ávila, contando la prisión provisional.

Al salir no pudo regresar a Santillari y sacalm porque su condena incluía una pena de destierro.

En cuanto trabajo en una empresa de granullés en la que procesaban cereales para convertirlos en pienso para perros

y su mujer siguió viviendo en Santillari y él se instaló en Girona, en la calle Urén, en un piso que era de su hija y su hierno,

a 80 km del trabajo, pero a pocos minutos andando del restaurante del que llamo Violca y que fue el último contacto que tuvieron con ella,

cuando supuestamente Talleda ya lo había dejado en la pensión de granullés.

Los mosus van al restaurante a preguntar si recuerdan haber visto a la chica, tanto la propietaria como su hijo recuerdan haberle visto juntos.

La chica era muy joven, el hombre podía ser su abuelo, pero actuaban como una pareja.

La fecha podría encajar con la llamada de teléfono que hizo Violca desde allí, llamó el día 1 por la noche.

El día 2 había prometido llamar al día siguiente, no se puso en contacto con Rudolf y fue cuando Talleda puso la primera denuncia por agresión.

En el hospital donde curaron a Talleda los mosus acceden al historial médico del día que fue atendido después de la supuesta agresión.

Talleda aseguró que le habían mordido el dedo, pero en el informe en la causa de la herida pone arma blanca.

El médico que le atendió lo recuerda y dice que de ninguna de las maneras esa herida era un mordisco, era la herida de un cuchillo.

Lo siguiente es ir a casa de Talleda.

Él no pone ningún problema para que registren su vivienda, ya se había comportado así durante la investigación del crimen de Monse Ávila.

Es un hombre tranquilo y afable, incluso bromea en la situación.

El piso de Talleda está recién pintado, ya no pueden ver esas manchas de sangre que la hija aseguraba que llenaban el piso.

Pero sí encuentran muchos restos de esa sangre porque quien ha limpiado y pintado lo ha hecho de forma poco meticulosa.

Aunque han pintado las paredes, encuentran sangre en los marcos de las puertas y los cuadros, en las cuntas de las baldosas y en el techo.

En el techo, que no pintaron, hay varias manchas de sangre en proyección, que es la que salpica un arma cuando la balanceas,

ya sea para alejarla del cuerpo de la víctima para tomar impulso y atacarla de nuevo.

Talleda asegura que esa sangre es suya de cuando le pegaron la paliza.

La policía científica recoge muestras de la sangre del piso de Talleda para cotejarla con el perfil de violca.

En la inspección de la vivienda encuentran más pruebas de que Talleda es el autor del crimen.

En esta ocasión no quedará lugar para la duda.

Por un lado, encuentran tres tipos de cordel distintos que encajan a la perfección con los tres tipos de cordel con los que se ató a la víctima.

Además, podrán demostrar que uno de los cordeles con los que ataron el saco fue cortado del mismo rollo que el que han encontrado en la casa

porque el corte observado en un microscopio encaja totalmente.

Encuentran también bolsas de basura idénticas a las que envolvían el cadáver.

Pero no solo eso, comprobarán que las bolsas del cadáver y las que encuentran en casa de Talleda son de la misma partida

y casi seguro del mismo rollo porque están marcadas con la hora exacta de producción.

Y todas ellas tienen la misma. La máquina debe producir varias bolsas por minuto.

Todas ellas se hicieron una detrás de otra.

Todo esto lo contado rápido, pero la realidad es que la policía científica tardará meses, más de dos años de hecho,

en procesar todas las pruebas y obtener los resultados de todo lo que os cuento ahora como se fuera automático.

El saco blanco en el que metieron el cadáver parece típico de la industria del grano, la harina.

Así que preguntan en el trabajo de Talleda y sí usan el mismo tipo de sacos.

Además, encuentran a un trabajador que dice que él mismo le dio un saco a Talleda cuando se lo pidió para guardar las botas sucias

y no manchar el maletero del coche.

En el trabajo de Talleda comproban que fue a trabajar el día 1 con normalidad,

pero el día 2 no fue porque estaba de baja después de haber recibido una paliza.

Por tanto, Violka habló con Rudolph el día 1, le dijo que estaba arrepentida

y el día 2 Talleda pide la baja porque dice que le han dado una paliza

y han curado en el hospital una herida en un dedo que podría ser causada por un cuchillo.

Pero hay algo que no encaja en esta investigación.

Encuentran el cadáver el día 20 y deducen que lo han dejado en el río la noche del 19 al 20,

la autopsiéntica que la muerte se produce entre el 17 y el 18.

Pero tienen bastante claro que las manchas de sangre del piso de Talleda son producto de la muerte de Violka,

de quien nadie ha sabido nada en todo el mes de abril y que por tanto el crimen se llevó a cabo el día 1 de abril.

El día 2 Talleda ya no va a trabajar, pone la denuncia y su hija ve el piso lleno de sangre.

En la cocina los mosos ven un congelador cuadrado, de más o menos medio metro de lado.

Lo miden y llegan a la conclusión de que Talleda pudo esconder el cadáver ahí dentro perfectamente.

Además, para hacerlo tuvo que poner a la víctima en posición fetal, que es como la han encontrado.

Talleda dice que eso es imposible, que cómo va a meter un cadáver ahí y que no le cabrían los guisantes.

Le detienen allí mismo, durante el registro de la vivienda.

El 25 de abril, sólo cinco días después, deberían encontrar el cadáver de Violka en el río.

No lo tenían previsto, pero es tan evidente que no pueden hacer otra cosa.

Le llevan a declarar ante la juez que está llevando el caso de Violka

y que tiene que suspender cuatro juicios para poder atender esta declaración de última hora.

Cuando la noticia salta en los medios, los periodistas alucinan.

Estellus de Talleda no es el que mató a una niña en Santillari.

Estamos en 2003 y estaba condenado a 20 años, que se hubieran cumplido en 2011.

¿Puede ser que esté ya en libertad?

Obviamente descubren que sí, que lleva varios años en la calle.

Poco a poco van reuniendo algunas piezas que permiten componer una imagen más completa.

Mientras estuvo en la cárcel, Talleda convivía con dos presos de los que os he hablado en otro episodio.

Mustafa Kemal y Pedro Jiménez.

Es el episodio CF-12, lo podéis encontrar en el club de fans.

Pedro Jiménez, en un permiso carcelario, violó y mató a Silvia y Aurora, dos policías en Belviche.

Después, se ocultó en Girona en casa de Mustafa Kemal.

Talleda compartía celda con ellos y fue el primero en salir de la cárcel.

Kemal estaba preso por traficar con drogas y Jiménez por violación.

Al salir de la cárcel, Yusep Talleda inició una relación con la mujer de Mustafa Kemal.

No sé qué tipo de relación, sé que él, por ejemplo, le llevaba a la cárcel a visitar a Kemal.

La mujer de Kemal, María Teresa Rubio, desapareció el 11 de enero de 2001

y la vieron por última vez en compañía de Talleda.

De momento, nadie es relación al cadáver encontrado en Vilanova con el de Teresa Rubio,

pero no deja de ser una situación paralela a la de su primera condena.

Cuando le condenan por la muerte de Monseábila, hay una mujer relacionada con Talleda desaparecida

y cuando le detienen por la muerte de Violca Papa, también hay una mujer relacionada con Talleda desaparecida.

Mientras está en prisión preventiva esperando al juicio, en noviembre de 2003,

los Mossos interrogan a Talleda sobre la desaparición de Teresa Rubio

y él dice que sí, que la conocía, pero que no tiene nada que ver con su desaparición.

Intentan imputarle la desaparición de Teresa Rubio, pero el caso no prospera.

Oficialmente, a Teresa Rubio la consideran desaparecida de forma voluntaria.

Hay una denuncia contra ella por abandono de familia.

En su caso, se archiva en junio de 2004 por falta de indicios.

A Talleda tuvieron que ampliarle el tiempo de prisión preventiva

porque la instrucción, dado que las pruebas científicas no llegaban, no podía cerrarse.

En este caso, cuesta también conseguir un jurado,

pero finalmente, el segundo juicio por homicidio contra Josep Talleda en 15 años

es en marzo de 2006, esta vez ante un jurado popular.

En la primera sesión de juicio visitan la escena del crimen, la Casa de Talleda.

Cuentan los medios que no hay un solo balcón vacío en la calle ese día.

Los investigadores, una vez detenido Talleda, pudieron acabar de reconstruir lo que había ocurrido.

Creen que mató a Violca el día 1 cuando ella le dijo que quería marcharse para volver con Rudolph

y la ocultó durante 17 días en el congelador.

Los vecinos recuerdan haber visto un carrito de la compra de los que se usan en el supermercado

en el hueco de la escalera la noche del día 19, así que creen que Talleda robó el carrito de un súper

para trasladar el cadáver desde su piso hasta su coche y tratar de echarlo al río durante la noche.

El carrito, encontrado en el río, será un elemento clave en el juicio.

Los vecinos, además, también fueron testigos del crimen, aunque no de forma consciente.

Uno cuenta que un día a principios de abril escuchó en el piso del acusado un golpe muy fuerte,

pero no le dio importancia.

Lo duro es lo que huyó otra vecina, que durante media hora un día a principios de abril

estuvo huyendo a una chica gritar y gemir lastimosamente.

Talleda, que cambió su versión de los hechos durante el tiempo de prisión preventiva,

explicó en el juicio que fueron tres magrevís los que mataron a Violca

y se la llevaron con el carrito de la compra.

La defensa pide que le absuelvan, como mucho dicen es culpable de encubrimiento.

Sin embargo, la Fiscalía considera que la mató él y que por eso se cortó su propio dedo al degollarla.

Han intentado probar, mediante pruebas de DN, que Talleda metió el cadáver de Violca en el congelador,

pero, aunque lo han desmontado entero, no encontraron pruebas.

Encontra de estatesis declara la hija de Talleda.

Su mujer y su otra hija no quieren declarar para la defensa en el juicio,

pero la que expropitaré del piso en la que vive dice que durante los días

que supuestamente Talleda tuvo a la víctima en el congelador,

ellos entraron y salieron para visitar a su padre y nunca hubo nada extraño,

ni les dijo que nos acercaran al congelador o algo parecido.

Por su parte, Talleda dice que es imposible que lo hubiera tenido en el congelador,

en primer lugar porque no cabe, la Fiscalía cree que sí,

y en segundo lugar porque él tenía 15 o 20 kilos de judías en el congelador.

Las casi 90 pruebas de convicción presentadas en el juicio son contundentes contra él

y el jurado popular lo tiene clarísimo porque en solo cuatro horas

deliberan y redactan sus conclusiones. Le consideran culpable

del asesinato de Violca Papa de 22 años, que en el momento del crimen

era la pareja de Josep Talleda de 62 años.

Además tendrá que pagar una multa de 1.800 euros por simulación de delito,

que es lo que hizo cuando denunció que le habían pegado una paliza,

y 35.000 de indemnización a cada uno de los padres de la víctima.

Nunca ha pagado la indemnización por la muerte de Monseábila,

así que esta será una cantidad que se sume a la deuda con sus víctimas.

Esperad porque esta historia no ha acabado todavía.

En julio de 2007 se hace público que han identificado a la víctima

yada seis años antes en Vilanova, Dalvalles, junto al río Mugen.

Se trata de Teresa Rubio, desapareció en Girona en 2001

y vista por última vez con Josep Talleda, ahora doble condenado por asesinato.

El marido de Teresa, Mustafa Kemal, que había salido de la cárcel,

vuelve a estar preso esta vez acusado de violar

y dejar embarazada a la hija de su nueva pareja.

Los medios dicen que se va a reabrir la investigación por la desaparición

de Teresa Rubio, que hasta ahora era acusada de abandonar a su familia,

pero nunca llega a iniciarse una investigación ni se cambia,

creo, la condición de acusada de abandonar a su familia.

Tres meses después, en septiembre de 2007,

los medios cuentan que, como Teresa Rubio,

que sigue acusada de abandonar a su familia está muerta

y, por tanto, nunca van a poder juzgarla, se cierra el caso.

Se cierra a pesar de que el informe de su autopsia

indica que se trata de una muerte violenta.

Le destrozaron la cabeza a chazos.

Además, no sé dónde cabe lo de desaparición voluntaria

si, por la fecha de la muerte que indica la autopsia,

Teresa fue asesinada el mismo día que desapareció.

Detalleda dicen, pues, que es un posible asesino en serie,

porque está condenado por dos asesinatos,

pero se le considera a nivel popular culpable de cuatro.

Dos nos han podido juzgar, por lo que sea.

Yo no le llamaría asesino en serie.

Es, sin duda, un asesino reincidente,

con una conducta psicopática, frialdad, cero remordimientos.

Y, si se confirmaran las dos otras muertes

de las que ha sido sospechoso, sería, sin duda,

un asesino múltiple.

Pero no le llamaría asesino en serie,

porque, como ocurría con Collo La Rañaga,

creo que matan porque matar es la mejor solución

para un problema que tienen.

En el caso de Detalleda, estamos hablando de que mata a alguien

cuando o quiere cortar esa relación o le amenaza a condejarle

a alguien que tiene un problema con esa persona.

El crimen surge de un momento de furia.

Aunque sea un hombre tranquilo de cara al público,

está claro que tiene esos momentos de furia

en los que, cuando no se sale con la suya, golpea y mata.

Pero eso no le convierte en un asesino en serie,

porque el asesino en serie es aquel cuya finalidad

es la muerte de su víctima,

una víctima a la que selecciona y un crimen que planifica.

Y este no me parece el caso.

El concepto de en serie implicó una temporización,

una escenificación, un ritual del crimen.

Por eso son seriales, porque están relacionados unos con otros.

Son obra del mismo asesino.

Volve a decir que este no creo que sea el caso.

Tiene un modo superandiclaro, pero no es un asesino en serie.

Solo es mi opinión.

El 22 de noviembre de 2012, a los 71 años de edad,

Josep Talleda muere.

Pasó la última etapa de su vida en la cárcel de Brians 1,

de donde salió para ir a morir

al hospital penitenciario de Tarrasa.

Cuatro meses después, el 18 de marzo de 2013,

se extingue su responsabilidad penal,

lo que significa que dan carpetazo

a los casos en los que él,

es sospechoso. Por tanto, nunca habrá oportunidad de dar respuesta

a otros casos.

Nos investiga para saber lo ocurrido,

a no ser que se pueda castigar a alguien.

No es la víctima quien está puesta en el centro,

sino el culpable, que las investigaciones se cierren

sin respuesta solo porque alguien ha muerto

o porque ha pasado un tiempo concreto,

es una segunda muerte para las víctimas,

que tienen que ver con las víctimas.

Esa es la segunda muerte para las víctimas,

que tienen familias y merecen respuestas.

No todo es meter siete años a alguien en la cárcel.

Y esta ha sido la historia de Josep Talleda.

Nada más por hoy.

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Criminopatía es una serie producida por Podium Podcast,

escrita, dirigida y presentada por Clara Tizcar.

Diseño sonoro, Pablo Sánchez,

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En abril de 2003 alguien tira el cadáver de una chica dentro de un saco al río Güell, en Girona. Nadie ha denunciado su desaparición.  Más información en el blog: 

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